~ Capitulo 37 ~

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Nos quedamos esperando a Leo para que viniera a recogernos, por suerte no le habían robado nada de sus pertenencias a Matt. Ya me estaba congelando de frío y él lo noto al instante y me trofeo con sus brazos para darme algo de calor, ya estábamos esperando adentro de su auto pero la calefacción se iba por las ventanas rotas.


Hasta que por fin divisamos las luces del auto de Leonardo, nos dirigimos a él y Matt me abre la puerta trasera para que me suba primero.


- Están bien chicos?– nos pregunta Leo.


- Si, pero la persona que daño mi auto se va a tener que ver conmigo – Matt coloca sus manos en puños viendo cómo se le colocan los nudillos blanquecinos.


- Ya nos encargaremos de eso – su hermano trata de calmarlo pero es peor.


No decimos nada más en el trayecto y veo la lluvia repiquetear por la ventana, ya casi me estoy durmiendo cuando siento una de las manos de Matt en mi pierna haciendo caricias tratando de animarme pero no puedo, no he dejado de pensar en esa nota.


- Oigan chicos que fue lo que les pasó – dice burlándose refiriéndose a nuestro aspecto – los escupió un unicornio – nos mira aún riéndose por el espejo retrovisor.


- Ja ja, muy gracioso de tu parte – dice Matt a su hermano dándole un golpecito en la cabeza.


- Auch! – Leo se soba la cabeza – oye, solo estaba bromeando – y me empiezo a reír de la nada – si ves hermano, objetivo logrado, hicimos reír a Elena.


No paro de reírme y ellos se unen a mi.


- No se crean, me estoy riendo de la situación – trato de calmar mis risas.
- ¿Qué quieres decir? que te dan risa nuestras peleas? – me pregunta Leo con una ceja levantada.


- Eso significa que te gusta que nos peleemos – complementa Matt.

- No, no me gusta que ustedes se peleen – reitero lo último – me da risa la situación y como se tratan ustedes dos, como si fueran dos niños pequeños de cinco años.


- Eso quiere decir que no nos tomas en serio? – me pregunta Leo.

- En este tipo de situaciones y chistes malos entre ustedes no, no los tomo en serio.


Llegamos a la casa de ellos ya que no quería incomodarlos para que me llevarán a mi casa, aunque no es muy lejos, pero está situación nos tiene cansados así que… sin objetar entramos a la gran casa.


- Por fin!!!! Ya era hora de que llegarás Matt – oigo la voz de una chica – ya no me aguantaba más está situación.


Esa voz, yo la he escuchado antes; Claro tenía que ser la conocida Matteo.


- Hola Jasmine – dice él cansado – te dije que vendría lo antes posible.


- Lo sé – dice ella con cara de fastidio al verme llegar detrás de él – pero la mocosa me tiene harta – hace una pausa – pero al parecer tu si te estabas divirtiendo – le reclama.


Y es en ese momento es cuando escucho el grito de la niña que me encontré en el bosque, le da un pisotón a tal Jasmine y está se queja de dolor.


Me sorprendo porque pensé que ya estaba sana y salva con su familia.


- ¡ELENA! – chilla ella corriendo hacia mí y me abraza por las piernas.


- Al parecer a alguien no le caes bien – Leo molesta a la chica.


- Ustedes no saben los berrinches que me tuve que aguantar de esta mocosa porque no me quería hacer caso.

Reflejo del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora