Ya me había puesto la pijama para irme a dormir, después de una larga ducha claro esta, ya que me quedé reflexionando lo que había pasado hacia unos minutos atrás.
Rosas rojas, la nota que estaba encima de mi cama y el mensaje que más me perturbó fue el que estaba escrito en el espejo.
Sentada en la cama me abrace a mi misma recogiendo mis piernas mirando un punto hacia la nada cuando escucho unos toquecitos en la puerta.
Era Matt, ya se había dado una ducha y se colocó una sudadera que llevaba en su auto y unos pantalones de dormir que no tengo idea de dónde los saco.
Tiene el pelo mojado y las gotas de agua le escurren por los costados de la cara.
- Puedo pasar? – me pregunta Matt.
- S – si… claro- digo nerviosa acomodando mi pelo detrás de las orejas.
- Estás bien, quieres que te traiga algo o te prepare algo- niego con la cabeza pero él tiene cara de preocupación.
- No… tran-tranquilo... no... no es necesario.
-Oye, oye- se me va acercando pero yo doy pasos hacia atrás – mírame, tranquila, todo va a estar bien – trata de tranquilizarme pero resulta ser peor – no voy a permitir que nada te pase, de acuerdo – esas palabras me consuelan un poco.
-Es que.. es que… - se me hace un nudo en la garganta y estoy a punto de llorar – ya no puedo más con todo lo que está pasando.
Rompo en llanto y siento sus brazos alrededor de mí pero no lo apartó, es como si fuera una sensación de seguridad que nunca había sentido con nadie, si lo había sentido con mi madre pero es diferente, con Matteo me siento diferente, me siento a salvo lo cual es extraño pero a la vez reconfortante.
Nos separamos un poco y no me había dado cuenta de lo tierno y sexy que puede llegar a ser este chico con tan solo un gesto.
Me limpio la cara con una mano, él me sigue escaneando de arriba abajo y mira cada movimiento que hago, se le escapa media sonrisa diciendo.
-Linda tu pijama –
La señala y yo me sonrojo al instante, bajo la mirada y me doy una escaneada rápida, si lo acepto mi pijama lleva a los ositos cariñosos. Me avergüenzo aún más.-No te burletes – se me quitan las ganas de llorar – me la regalo mi abuela hace varios años en navidad – me sonrojo.
-No, solo dije que es bonita, no me estoy burlando – dice apartándose un mechón que se me escapó de repente.
– Creo que ya va siendo hora de dormir ¿no te parece? – cambia de tema rompiendo el contacto visual
Asiento y nos quedamos dormidos al instante cada uno en su lugar respectivo de la cama dándonos la espalda, cosa que agradecí porque no quería tener la tentación de sentirlo a él cerca de mí.Falta un día para mí cumpleaños y no es que me entusiasme la idea de estar rodeada de gente que no conozco, lo único que tengo en la mente ahora es todos los secretos que mi padre me ha escondido por años y me entra la ansiedad de tan solo pensar en todo el daño que le han ocasionado a todos esos niños.
Y ahora me hago la pregunta. ¿Mi madre sabía todo lo que estaba haciendo mi padre? ¿Ella también estaba implicada en todo esto? ¿Los hermanos que no me dejan ni un segundo en paz también están involucrados o al menos saben que está pasando?
Mi cabeza está hecha un lío, hay muchas más incógnitas que resolver que antes de que se aparecieran en movida estos chicos.
Estoy a punto de llegar a mi casa en los condominios de los suburbios después de las clases ya que le dije a Tamara que está vez iba a ir con el escolta de mi padre Antoni y que después nos veíamos porque según ella me tiene un regalo adelantado sorpresa.
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Reflejo del Destino
Misterio / SuspensoSinopsis: ¿Que pasaría cuando te das cuenta que tú vida ha sido una vil mentira y que no ha sido de color rosa como te lo hicieron creer desde que naciste? Elena Rodríguez Roux es una chica que ha vivido en la alta sociedad de la Élite donde está cu...