Me encontraba sentada en un banquito con el sol resplandeciente en mi cara, llevaba en la mano un helado de chocolate con galleta para refrescar mi garganta, ya que había estado jugando toda la mañana con los niños que se encontraban en la gran casa de paso y gané el gran premio.
El juego consistía en que el primero en robar algo de valor de la casa de al lado ganaba, para así poder comprar dulces como premios y pues mi gran habilidad rápida me llevo a adquirir algo de dinero y una que otra cosa de valor.
Pero no los quería ver llorar por mi triunfo y que yo sola gozará de mi helado, así que decidí comprar helado para todos, ya que en donde los niños se encontraban viviendo las personas que los cuidan apenas les dan de comer y lujos de dulces tampoco tienen.
Prácticamente así me he rebuscado la comida para llevar a mi casa, lo sé apenas tengo seis años, pero me toco crecer demasiado rápido.
- Oye niñita – me llama alguien, me volteo a verlo y ahí está él – gracias por compartir tu botín.
- No fue nada, no los quería ver llorar a todos ustedes – subo los hombros sin darle importancia.
El niño se está acercando, se sienta a mi lado, me volteo hacia su dirección y allí están sus resplandecientes ojos azules.
- Entonces ya me vas a decir cuál es tu nombre – dice con inocencia y con una pequeñita sonrisita.
- Si tu me dices el tuyo primero...
- Yo te pregunté primero – se queja él.
- Bueno está bien – digo rendida – Mi nombre es Elena – le ofrezco mi mano.
- Un gusto Elena- aprieta mi mano sutilmente – mi nombre es Matteo.
Siempre me gusta venir aquí a este lugar porque en mi casa todo es un caos, mis padres están locos y al parecer mi….
Me despierto al instante por los gritos que escucho…
- Tengoooo Haaaaambre- grita la niña abriendo la puerta de la habitación.
- Ayyy no puede ser cierto – me susurra Matt al oído.
Y yo que pensé que todo era un sueño lo de haber dormido juntos, me despierto con una sonrisa en los labios.
- Oye niña – la regaña Matt en francés y me sorprende mucho su acento -primero se dice buenos días – se levanta incorporándose en la cama.
- Lo siento – grita ella – buenos días, ahora sí me dan de desayunar.
- Bien! Ven conmigo – toma la mano de la niña – me vas a ayudar a preparar el desayuno para todos.
Ella asiente y arrastra a Matt escaleras abajo, no sin antes dedicarnos una mirada con una sonrisa coqueta.
Después de un tanto reflexionar sobre mis sueños extraños me decido en bajar a la cocina donde están todos reunidos con su respectiva taza de café humeante.
- Hola chicos, buenos días Tam, buenos días Leo – los saludo con la mano .
- Buenos días Elena – dicen al unísono.
- Toma – Matt me ofrece una taza de café – el desayuno ya está listo ya te iba a llamar.
Comienzo a tomar de mi café y me cae de perlas, hace rato no bebía de un buen café como este, y deduzco quien lo hizo. La verdad este chico sí se sabe defender en la cocina, hasta es mejor que yo.
Todos pasamos al comedor para desayunar y se me hace la boca agua con todo lo que preparo Matt, desde waffles con fresas y miel hasta beicon con tajadas de pan con jugo de naranja recién exprimido.
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Reflejo del Destino
Misterio / SuspensoSinopsis: ¿Que pasaría cuando te das cuenta que tú vida ha sido una vil mentira y que no ha sido de color rosa como te lo hicieron creer desde que naciste? Elena Rodríguez Roux es una chica que ha vivido en la alta sociedad de la Élite donde está cu...