Reflejo del Destino

~ Capitulo 35 ~

- ¡Elena!.

Escucho a lo lejos que me llaman pero ya se me acabaron las fuerzas para gritar, estoy arrodillada en el suelo llorando y con la respiración agitada.

- Pero que demonios paso aquí – llega Tamara a mí lado.

- N-no.. lo sé – sollozo con un nudo en la garganta.

- Pero que… Elena estás bien – llega Matt a mi lado y señalo el suceso.
Él va donde está la persona tendida en el suelo y revisa su pulso diciendo.

- Esta muerto – le quita la máscara y frunce el ceño diciendo – es Tyler… el chico de la escuela que te molestaba Elena.

- Que?! – dice Tamara asustada
- Como – me aclaro la garganta- como sabes que me estaba molestando.

- Me lo dijo mi hermano pero…. ¿Qué fue lo que paso?

- Est- estaba en la lápida de mi madre y escuche que nos estaban espiando – hago una pausa tratando de aclarar mis ideas – así que decidí perseguirlo… lo derribe y me di cuenta que tenía una cámara fotográfica – señaló el aparato – lo tomé en mis manos y empezamos a forcejear hasta que caímos… aquí – se me vuelve a nublar la vista – les juro que no sabía que era él – comienzo nuevamente a llorar haciéndome bolita en el suelo.

- Ya cálmate Elena si, no es tu culpa – me dice Matt sacando su teléfono móvil para llamar.

- Shhh ya linda, no pasa nada – me consuela mi amiga acariciando mi cabeza dándome apoyo.

- Bien, Tamara mi hermano ya viene por ustedes… yo me encargaré de este desastre – le dice a mi amiga.

- Pe-pero y tu, que vas a…

- Tranquila si- llega hasta mi nuevamente – no te preocupes por mi – me da un beso en la frente y me aparta para verlo a la cara – todo va a estar bien – me limpia las lágrimas con sus dedos pulgares, su tacto es cálido y acogedor se aparta de mi para ayudarme a levantar.

Antes de irnos Matt le susurra algo a Tamara que no alcanzo a escuchar y ella con su ceño fruncido asiente guiándome lejos de la escalofriante escena.

Leo no tarda en recogernos en su auto y yo sigo en shock con todo lo que está pasando, me quedo mirando a un punto fijo de la calle por una de las ventanas que se encuentra a mi lado izquierdo.

Llegamos a mi casa, al último lugar en el que quisiera estar, pero no tengo de otra.

Tamara me va guiando hasta la segunda planta, para darme una ducha y finalmente me guía hasta mi habitación para que pueda cambiarme de ropa, ella me dice que me siente en la silla giratoria de mi escritorio para que pueda desenredar mi cabello.

Me miró al espejo y no me reconozco, tengo unas tremendas ojeras, golpes por toda la cara que mi amiga no se da cuenta hasta que…

- Elena estás sangrando – voltea a verme – ¿por qué no me avisaste? – deja el cepillo capilar a un lado – ya vengo, voy por el botiquín.

Ella no se demora en traerlo y ni siquiera el analgésico que me coloca en la cara me hace efecto, ya que sigo mirando a la nada, devolviendo el tiempo atrás y preguntándome ¿Que hice para merecer esta que me está pasando? No le he hecho ningún daño a nadie, lo único que he sido es ser una buena persona, una buena hija, una buena amiga y al parecer el universo está en mi contra.

O mas bien alguien…

Ya era de noche porque no había ni un atisbo de sol asomándose por las persianas y Tamara me guío a sala de estar para ver una película y comer lasaña (que aparte de la pasta era uno de mis platillos favoritos) pero en ese momento no tenia apetito pero aún así las pidió.