~ Capitulo 11 ~

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Ya estábamos todos en el salón de la biblioteca enorme que tienen estos chicos en su casa, me vuelvo a maravillar con lo increíble que es, ya que hoy si está más iluminado que la primera vez que la vi.

Subimos las laptops que necesitamos para el trabajo y empezamos a buscar los libros que necesitamos.


Tardamos un poco en buscarlos pero lo logramos. Tamara seleccionó seis títulos y yo otros seis de diferentes tipos de autores.

Esto va a estar largo…. Pero no es imposible.


Me guío en lo más importante de cada libro y empiezo a escribir, por suerte la sala de la biblioteca también tiene sofás amplios pero noto que estoy viendo borroso y es porque no tengo mis lentes.


- ¿Oye tienes mis lentes? – le pregunto a Matt teniendo encima la mirada curiosa de Tamara mientras finge leer uno de los libros que Leonardo le busco en la estantería.


- No, creo que se quedaron abajo – busca en los bolsillos de sus pantalones – voy a buscarlos – dice un poco molesto.


- Tranquilo yo por ellos – me levanto rápido sin tener que entrar en una discusión pasando de él ya que su mirada fruncida me lo dice todo.


Y otra vez volvemos a lo mismo, ya sabía yo que este chico es un malhumorado que se le pasa enojado con todo lo que se le atraviesa, y eso me saca a mi también de quicio, porque no lo entiendo de verdad.


Ya al estar en el pasillo dirigiéndome al salón donde nos encontramos con Matt hace unos instantes recorro el lugar buscando mis lentes, me acerco al piano de cola de color caoba y no están allí, le doy la vuelta a todo el piano y también cuando me fijo en algo que brilla en el suelo y son mis lentes, me arrodillo estirando mi mano para alcanzarlos y logro obtenerlos, me levanto y los limpio con mi buzo.

Cuando estoy a punto de colocármelos se va la luz y toda la casa se queda a oscuras.


Esto no puede estar  pasando.
Trato de pegarme a la pared y de guiarme con la luz de la calle ya que está anocheciendo y hay poca claridad.


Avanzo por el pasillo y se que ya voy a llegar al recibidor cuando noto una sombra de alguien, y por instinto me escondo en una de las mesitas decorativas donde dejan las llaves, observando a la figura acercarse más a mi y lo veo más a detalle, va todo de negro con un pasa montañas y se parece a la misma persona que asesinó a la amiga de mi madre.


Me cubro de inmediato la boca para no gritar, tengo el corazón a mil, y no sé qué hacer.


Lo siento cerca de mí y ahí es cuando repentinamente me levanta del suelo bruscamente apuntando con algo filoso a mi cuello. Me coge por detrás y me susurra :- si gritas te mato me entendiste?


Asiento mientras nos vamos dirigiendo a la salida, pero sentimos unos pasos y de repente alguien grita y reconozco su voz.


- Elena dónde estás? – escucho las voces de ellos provenientes del segundo piso.

Y siento el golpe venir y todo de torna oscuro.

Me despierto en medio de la nada con mucho frío y con un dolor de cabeza horrible. Miro para todos los lados y me doy cuenta que estoy en el bosque con las manos atadas y con una mordaza en la boca. 


Miro al frente y tengo delante a la persona que me rapto. Aún tiene el pasa montañas lo cual no deja ver su rostro pero por su apariencia se que es un hombre.


- Ya despertó la bella durmiente – dice con voz rasposa.

Trato de forcejear para desatarme pero es imposible.


- No te preocupes cariño, no vas a sufrir, esto va a ser muy rápido y sin dolor – saca su cuchillo y me lo coloca en el cuello – le vamos a dejar un mensaje bien claro a tu padre por ser el hombre más putrefacto que puede existir – dice con rabia.

Reflejo del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora