¡____Harada ha decidido convertirse en una heroína!
Se mudará a una nueva ciudad para asistir a la academia de héroes. Lo que nunca imaginó es que su nuevo vecino sería también su compañero de clases, y además ¡comparten la misma pasión por los vid...
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Los días restantes del viaje pasaron mucho más rápido de lo que me hubiera gustado. La mayor parte del tiempo la pasamos con nuestras familias, así que no volvimos a tener tiempo a solas.
Mamá nos comentó que los resultados de la exposición estarían dentro de unas semanas, ya que los jueces debían llevarse una muestra de los proyectos y testearlos ellos mismos.
El cierre del viaje fue encantador, vimos un show circense en la playa de artistas internacionales que viajaban por todo el mundo.
Después de eso, tomamos un avión directo a casa. Llegamos el sábado por la noche de vuelta a la ciudad, al día siguiente tendría que volver a la residencia, ya que el lunes había clases.
Pasé la mitad del domingo en casa con mis padres. Planeaba irme pronto, quería llegar a la residencia a hablar con Mina. Tenía mucha curiosidad por saber cómo le fue en su cita con Kirishima.
Cuando bajé las escaleras con mis cosas, me encontré a papá en el living haciendo algo con su celular.
---Te compré un celular, hija.--- anunció, mostrándome la pantalla de su celular para que pudiera ver la compra. ---Llegará mañana por la tarde a casa.---
---Muchas gracias, vendré a buscarlo después de clase.--- me acerqué a darle un beso en la mejilla. ---Ya voy saliendo.---
---Ven, te dejo en la puerta.--- dijo con una sonrisa. ---Deberías llegar pronto y descansar, mañana vuelves a la rutina.--- abrió la puerta y miró hacia el exterior. ---Oh.---
---Katsuki, hola.--- saludé a mi novio, parecía que acababa de llegar. ---¿Listo?--- asintió con la cabeza.
---Iré junto a ____ a la residencia.--- informó a mi padre, sosteniéndole la mirada.
---Mi hija no es un taxi, muchacho.--- dijo papá con ironía. Le di un suave codazo.
---Yo misma le dije que lo llevaba, papá.--- pasé por su lado para llegar hasta el rubio. ---Vamos.--- lo tomé de la mano.
Me despedí de papá y nos teletransporté a la puerta de la academia.
---Cada vez llegas más lejos.--- levantó la vista para admirar el edificio.
---Lo sé. Yo sola puedo llegar desde la residencia hasta casi la puerta de mi casa.--- informé con una sonrisa antes de volver a tocarlo y teletransportarnos hasta el interior de la residencia.
Nada más llegar, me topé de frente con Mina, quien parecía estar por salir.
---¡ASÍ QUE AHÍ ESTÁS!--- su rostro se arrugó y me señaló con el dedo. ---¡¿SE PUEDE SABER POR QUÉ NO HAS RESPONDIDO MIS MENSAJES?!--- agitó el dedo, en señal de reproche. ---¡LLEVÓ ESCRIBIÉNDOTE TODA LA SEMANA!---
