Consejo

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---Capítulo 93---

---¿Confías en mí, Harada?---

---¿Confías en mí, Harada?---

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---Hey, ¿hay alguien ahí?--- con pesar, detuve mi paso por las escaleras y levanté la vista de mi consola portátil, encontrándome a Kaminari dándome la espalda.

Creí que me estaba hablando a mí, pero solo estaba parado frente a una cámara de seguridad en la parte superior del pasillo.

Solté un suspiro. No pude evitar leer el cartel que se encontraba en la pared, justo debajo de la cámara.

"Queda estrictamente prohibido que dos estudiantes permanezcan juntos en la misma habitación durante la noche. El horario de toque de queda será de 10:00 a 22:00 horas. Se permitirán excepciones únicamente si son tres estudiantes o más, previa notificación al encargado correspondiente. En caso de incumplimiento, el profesor responsable tendrá la facultad de imponer la sanción que considere adecuada."

Ya había leído el cartel hace unos minutos, en la cámara del pasillo del cuarto piso cuando salí de mi habitación, pero seguía siendo llamativo.

---Además, ¿quién es el encargado?, ¿Aizawa?--- me cuestioné. Se me hacía poco probable esa idea. No creo que Aizawa quiera estar tan pendiente de nosotros en sus ratos libres.

---Kaminari, aléjate de la cámara.--- se escuchó de repente, la voz salió del aparato.

---¡¿EH?! ¡¿IIDA?!--- el chico eléctrico solo se acercó más a la cámara. ---¿Qué haces ahí?--- nadie respondió. ---¡Vamos!--- insistió, pero no volvió a hablar.

---Claro, Iida es el encargo.--- murmuré para mí misma, tenía mucho sentido.

Kaminari escuchó mi voz y se giró en mi dirección.

---¡____-san! ¡Hola!--- saludó animadamente mientras se acercaba. Su cara se torció un poco cuando estuvo lo suficiente cerca de mí. ---¿Estás bien?---

---Sí, ¿Por qué lo dices?--- intenté parecer confundida, como si no fuera consciente de que tenía ojeras parecidas a bolsas de supermercado y los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.

---Por nada.--- murmuró, mirándome confundido.

Me relajé al saber que no haría más preguntas y devolví mi vista a mi videojuego mientras continuaba bajando por las escaleras.

Ambos íbamos a la par, ninguno decía nada.

Nuevamente, hoy era lunes. El inicio de una nueva semana, después de haberme pasado dos días en completo aislamiento en mi habitación.

Hace bastante que no le dedicaba tanto tiempo a los videojuegos. Apenas me levantaba de mi lugar solo para ir al baño, buscar comida o llorar.

Me encuentro en una especie de bloqueo mental, o al menos esa era mi manera de describirlo. No he podido pensar con claridad sobre lo que pasó. Por lo mismo, me frustra sentir que no soy capaz de hacer nada.

El destino de los heroes (Bakugo Katsuki Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora