4: Después del antro... tú

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Pasaron dos meses, Hermione seguía obsesionada con Adrián, el guapísimo desconocido, no podía olvidar ese rostro, esos ojos y ya ningún chico le parecía perfecto para ella, se miraba en el espejo y sus ojos castaños brillaban cada vez que pensaba en él…

Por otra parte, Adrián llegaba al departamento de Sidney, pues éste lo había mandado a llamar con suma urgencia y claro que había ido en su auxilio.

-¿Qué pasa contigo, que problema tienes?

-Estoy metido en un aprieto Adrián, espero que puedas ayudarme…

-¡Por supuesto, dime!

-Necesito que me cubras en mi trabajo en la academia mágica

-¿QUEE? – Chilló - ¡Olvídalo amigo, yo no le hago a esos cuentos! Nunca me ha gustado dar clases

-¡Vamos! Solo son dos meses, tengo que ir a Alemania a un curso pero no quiero perder mi trabajo, lo sabes, es por la mercancía femenina – sonrió – Mira, el hecho de que me cubras, no implica que te tengas que acostar con mis chicas…

-Sonaste a todo un chulo… ¡Estás loco Sid!

-¡Hombre! Además tú eres bueno en mercadotecnia e investigación mágica, tienes el título, no te costará dar esa clase, yo te dejaré todo bien asesorado

-No Sidney, olvídalo

-¡Diablos! ¿Cómo te convenzo? ¡Ah! ¿Te invito al Tiffanys?

-Hoy es jueves, no abren… ni modos…

-¡Ah! Pero hay otros pubs

-No quiero corrientadas ni vulgaridades – Protestó – No soy muy delicado pero los lugares baratos y de mala muerte, me purgan

-Olvídalo Adrián, no es ninguno de esos, yo te hablo de “Mágico Merlín” el “M&M”. Antes iba ahí con mis otros amigos hasta que el Tíffanys abrió sus puertas a toda la gente sangre pura como nosotros

-Si, lo recuerdo… me hablaste de él…

-Yo lo frecuento a veces, tengo membresía ¿Vamos?

-Solo si me prometes no hablarle a Gianna o a Minnie, lo que menos quiero en estos momentos, es verlas

-Es noche tranquila, solo llamaré a Paula y Lenny Bolowsky, ellos llevan casi cinco años juntos ¡Para que veas que el amor existe!

-Como quieras…

Hermione miraba azorado la cola para entrar a M&M, como el viernes no tenían clases muy temprano, podía desvelarse, esa noche se había puesto muy guapa, lo mismo que Jenny… no iban solas, un par de compañeros las acompañaban, Armand y Joe, que cuando se trataba de antros eran los primeros.

Cerca de una hora esperaron, afortunadamente entraron sin problemas al club, tomaron una mesa cerca de la pista, Jenny pidió bebidas de inmediato, el lugar estaba lleno, pero no en exceso, la música estaba en su punto con un grupo de rock…

Ya muchos estaban bailoteando a media pista con el ritmo alocado, pasando música de todo, muggle y mágica… Adrián y Sidney llegaron, ocupando una mesa en el segundo piso de aquel lugar, curiosamente la mesa estaba en relación directa con Alan y sus amigos, Sidney seguía sin convencer a Adrián.

-¿Qué te pasa Sid? ¿De que tienes que convencer a Adrián? – Preguntó Paula

-Quiero que me cubra por dos meses en mi trabajo, es solo una hora diario, nada le cuesta

-Acepta Adrián…

-Olvídenlo… ¡Mesero!... si, otro whisky por favor

-¡Vamos amigo! ¿Cómo te convenzo?

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora