79: Nuestra dulce, pacífica y decente Luna de Miel

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Cuando la pareja regresó a la fiesta, más o menos, usando la magia, habían compuesto la parte frontal del vestido de Hermy, pero el pelo ya estaba muy revuelto, con la diadema en la mano, el otro también con todo el pelo rubiso por su rostro.

-Hermione – se encontró con Luna - ¿Dónde les pegó el tornado?

-Eh…

-Te entiendo – Le dijo bajito jalándola por el brazo – Yo también quisiera perderme con Sidney un momento

-Mj… bueno… adentro, el baño del fondo, solo pones el letrero de que no sirve y… ¡Listo! – sonrió con un poco de rubor en sus mejillas

Si… acto seguido, Luna y Sid se perdieron un buen rato ¡Pero! Siguiendo con los recién casados, regresaron a la mesa y las miraditas que les echaron fue desde ¡Esos golosos! Hasta ¿No pudieron esperar? Pero claro que Hermy no iba muy cómoda que digamos

-¿Qué te pasa mi amor? – Susurró Draco

-¡Me siento incómoda! No me diste tiempo de que reparara mi ropa interior ¡No traigo calzones!

-Por cierto donde lo dejaste…

-¡Los trozos quedaron en el suelo! ¡Oh, no!

-¿Qué?

-¡Luna y Sid estarán hay mismo!

-No te preocupes, entonces habrás dos bragas rotas en el baño ¡Ja!

-¡Amor!

-Tranquila, nadie se va a dar cuenta que no traes bragas, sobre todo si no se los dices…  Además ya falta poco para que nos vayamos a nuestro viaje de bodas, así que ya te pondrás ¡Tienes demasiada tela encima cariño!

Pues ya no le quedó de otra, más que sentarse y seguir con la fiesta, bailar con los invitados, aunque a Hermy le daba pendiente caerse y que todos vieran la sorpresa bajo el vestido, pero afortunadamente ningún accidente pasó, por lo que esa preocupación fue la de menos.

¡Ah, si! Luna y Sidney aparecieron como a la hora, despeinados, ella limpiándose la boca, yo no se porqué, bueno si se (de hecho eso me recuerda una película) y Sid acomodándose los pantalones y con una cara de cansado ¡Es que Luna era bien rete exigente!

Si… bueno, en cuanto Hermy se desocupó ella se acerco

-Hermione, esto es tuyo – se lo dio echo bolita en la mano ¡Suerte que era de encaje y chiquito!

-¿Eh?

-Lo compuse… lo vi cuando iba de salida así que lo reparé… porque imagino que no traes nada puesto

-¡Gracias! – Susurró sonrojada y buscó un momento para ponérselo ¡Aunque la verdad yo no se ni para que! pero bueno, ella se sentía mejor con el encajito puesto.

Después de tirar el ligero, el ramo, y repartir el pastel de bodas, los novios se marcharon a su viaje de bodas, el pequeño se quedaría una semanita entre los Pareschi y los Malfoy, para que los esposos tuvieran su luna de miel ¡Ay por Dios Santo! ¿Mas? ¡Si esos no tenían llenadera!

Los dos fueron a parar en la Isla de Malta, Italia, en un hermoso hotel rústico, en donde miraban el intenso mar, pero claro que eso era lo que menos les importaba ¡No cuando se tenían el uno al otro!

La habitación daba al ventanal grande, afuera el pequeño balconcito seguido de la hermosa vista, pero ellos estaban en la cama, envueltos en las sábanas, amándose hasta el cansancio, sin pensar siquiera en comer, solo hasta que de plano las tripas chillaran de hambre, porque de otro modo, se alimentaban con sus dulces entregas y bebían de su amor… ¡Ay pero que cursi!

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora