45: Y porque los problemas nunca faltan

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-¿Que demonios estás diciendo Pansy? - Gruñeron al unísono: Tessy, Kerry, Gianna, Kesha, Tammy, Minnie y otras más incluyendo a Natalie, quien fue la que más palideció - ¿QUE SIDNEY SE HA CASADO? ¿Y CON QUIEN?

-Con Luna Lovegood - Respondió Pansy quien ya había averiguado santo y seña, aunque le faltaba lo más importante: La pareja de Draco Malfoy, claro, no es que Pansy se supiera única, sabía que el rubio tenía otras mujeres con las que había compartido cama, PERO, eran de sangre limpia, por eso no concebía que éste pudiese, solo pudiese estar relacionado con Granger.

-¿Con la que tu llamas Lunática Lovegood? - Gritó Kesha - Imposible

-Se casó - murmuró Natalie

-¿No que muy enamorado de ti Natalie? ¡En menos de un año, truena contigo y se casa con la estúpida esa! ¡Será muy sangre limpia pero ella y su padre fueron traidores a la sangre!

-¡Pero es una don nadie, una tipa cualquiera, feúcha y flacucha!

-¡Es sosa, no tiene personalidad, no puede ser que esté casada con él!

-¡Bueno, pero que cosas, que Sidney después de tener lo mejor en su cama, se quede con lo peor, con una tipeja aburrida y pasada de moda! ¡O sea, esa lunática carece del buen gusto!

-No dudo que ese vestido que usó en la fiesta de Stella, se lo compró el...

-¡Por supuesto! Sid es muy bueno para vestir una mujer y desvestirla... - Soltó Tessy - ¿Verdad Natalie?

Natalie no se la creía, ella había cambiado a Sid por otro con el que creía que iba a durar y hasta llegar al altar y resulta que no duraron, en cambio Sidney... su Sidney, se había enredado con una tipa más poca cosa que ella, y lo peor, se había casado con ella.

Y mientras las arpías chillaban…

Sidney había dejado bien claras las condiciones para sus hermanastras, las cuales eran bastantes drásticas… La primera; respetar las decisiones de Luna con respecto al lujoso departamento. Segunda; al primer insulto directamente a ella, estarían en la calle y sin un knut. Tercera; Nada de amiguitos en el departamento. Cuarta; les daría una cantidad mensual suficiente, en lo que Nuba regresaba por ellas. Quinta; dirigirles la palabra, lo menos posible…

Luna no estaba de acuerdo, pero al ver la temible cara de Sidney al hablar con las muchachas, quizás el estaba en lo cierto y hasta el momento, todo había sido un sueño para ella ¿Y si por ceder se perdía? Aún así, ya hablaría con su esposo sobre las posibilidades.

Esa misma tarde…

En la cocina, Luna preparaba el te para cuando llegara su esposo y los bocaditos, aunque la elegante cocina, la alteraba un poco, puesto que la suya en su casa, estaba más que revuelta, en cambio esa cocina, parecía que se limpiaba sola.

El agua hervía y echaba las infusiones dentro, mientras que partía el pan y las untaba con diferentes cosas, un par de elfos domésticos apenas visibles mantenían la casa como si fuera un espejo.

-¡Llegué! – Apareció Sidney a través de la chimenea de la sala

-¡Aquí! – Llamó Luna desde la cocina al tiempo que las hermanas iban bajando las escaleras, dispuestas a irse y conocer los sitios mágicos.

Sidney no reparó en las rubias y se metió a la cocina, atrapando a su mujer en sus brazos y plantándole tremendo beso mientras la levantaba como si fuera una hoja y la sentaba en la mesa de la cocina mientras el se metía entre sus piernas y la apretaba fuerte contra su pecho.

-¿Cómo estás nena? – Sonreía mientras le acariciaba su rostro

-Bien, aunque… tu cocina parece un museo

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora