8: Un error... mi sensatez... nuestros sentimientos

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Hermy dejó de asistir a clases, quitándole un gran peso de encima a Adrián ¡Eso era de locos! Que Hermione Granger dejara de ir a la escuela… Muchos se preguntaban si debían ir a su depa y verificar que no estuviera colgada de las escaleras… pero Jenny les aseguraba que estaba bien

Para fortuna de Adrián, Sidney regresó antes de lo previsto y sin más explicaciones le devolvió el trabajo, marchándose por una semana a las Islas Canarias, pero, en vez de olvidarla, el recuerdo se acentuaba más y se prometió ser más frío y severo, olvidaría el pequeño incidente con Hermione.

Pero parecía que el padre destino estaba decidido a jugarles chueco, una mala pasada, pues Hermione esa noche discutía con Jenny en medio de los dos apartamentos.

-¡Ya te dije que Sidney regresó! Tú deberías hacer lo mismo, ya vamos a hacer el cuarto examen…

-No me importa…

-Has estado encerrada todos estas semanas, ya muchos piensan que te asesiné o que te suicidaste… oye, es mejor que salgamos, vamos al antro ¿Quieres?

-No tengo ganas de ir

-¡Solo un rato! Por favor…

-¡Pero!... Está bien… solo un rato…

Llegaron al antro y consiguieron de nuevo, la misma mesa en el M&M, otros chicos y chicas se juntaron con ellas para hacer ambiente y uno de los muchachos le empezó a echar los perros a Hermione…

Pero Adrián llegó casualmente con sus amigos Sidney y John, iban pasando justamente por la mesa de Jenny y Hermione cuando Dylan la agarró desprevenida y le jaló hacia él mordisqueando el cuello a la chica… Adrián se volvió y vio como… como Dylan la abrazaba y besaba su cuello

Los celos lo inundaron, la rabia le atacó y no pudo quitarse de ahí inmediatamente, por supuesto que a Hermy no le agradó para nada aquel asqueroso chupetón que no gozó ni pidió, pero al volver el rostro buscando su varita para hechizarlo se encontró con la fría mirada de Adrián

Éste dio la vuelta y caminó hacia la salida sin darle explicación alguna a sus amigos, Hermione casi tiraba de la silla a Dylan y salió tras Adrián, quien estaba a punto de subir a su lujoso auto muggle...

-¡Espere! – Gritó y Adrián se volteó furioso

-¡No asistes a clases! – Le reprochó – Pero veo que te diviertes…

-Entre ese idiota y yo no hay nada…

-¿Y esperes que te crea? – Subió a su auto

-¡Escúcheme!

-Te dije claramente que te alejaras de mí… pero la culpa es mía por venir a este antro barato con gente… como tú…

-¿Por qué me dice eso? – Se quejó dolida

-Desaparece – Dijo entre dientes, en un suave gruñido y arrancó su precioso auto, desapareciendo entre la multitud, dejando a Hermy herida y con las lágrimas fluyendo por su precioso rostro

-Pasó – Se decía llorosa – Pasó lo que Jenny me dijo, me despreció, solo soy una persona impura, una sangre sucia para él… que es poco menos que vulgar y corriente… ¡Y me había parecido verlo celoso! ¡Pero no me tengo que hacer más ilusiones, el nunca será para mí!

Zuzet tomaba un te cuando Adrián entró furioso al departamento, ella acababa de llegar de Paris, de una pasarela y no sabía nada de lo que había pasado en esos días con su primo

-¿Adrián? ¿Qué te pasa?

-¡Estoy que me llevan los cien mil infiernos! ¡Que me lleva la fregada! – Y golpeó la pared a puño cerrado, lastimándose los nudillos, Zuzet pensó que eran demasiado cien mil infiernos pero…

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora