Mi Pasión Por La Impura

25: Cuando un bebé sonríe... dicen que es porque ve a su ángel

Luna untó una tostada y alzó la mirada hacia Sidney que la miraba seriamente, claro que ella no se iba a inmutar por esos ojotes… esos hermosos ojos que Sid poseía, que eran tan profundos

-No te ves bien – Dijo Luna con esa vocecita tan dulce que poseía

-Está crudo – respondió Hermione

-¡Oh!

-Creo que se te pasaron las copas ayer – Apuntó Hermy - ¿Y es así como me cuidas?

-Lo lamento – Suspiró Sidney sin quitar los ojos de Luna, quien comía y bebía como si no debiera nada

-Alguien me ayudó a llegar a mi habitación – dijo Sidney – Y creo que fue una chica

-A mi ni me mires – dijo Hermione – Suficiente con mi embarazo como para cargar borrachos – y casi suelta una risita

-Mi sueño es muy pesado – Suspiró Luna – Y aunque no lo fuera, tampoco estoy para levantar borrachos… a lo mejor el que te ayudó es Malfoy y la confundiste con una chica, no me extrañaría, tiene el pelo un poco largo

Sidney le miró con una cara de pocos amigos, Luna se alzo de hombros y siguió desayunando, como si nada hubiera pasado, pero el definitivamente no sospechaba de Luna, o sea, ella era tan… ¿rara? Que imaginaba que en lo que menos pensaba era en un hombre

Muy puntual llegó Hermy a sus clases… durante las primeras clases ella se dio cuenta que era cierto en una cosa, manejar esas cantidades de oro era algo pesado, las cuentas de los libros eran como doce y cada uno con muchas cifras que no eran nada fácil

Pero Hermione era muy hábil para manejar los números, no se le iba una cuenta, ni un número pese a todo. Draco estaba sorprendido pero no decía nada, sin embargo a veces se olvidaba de su compostura y observaba fijamente a Hermy, incomodándola, no era a propósito, era una actitud inconciente y tonta

El embarazo de Hermione se notaba cada día más, su cuerpo lentamente iba cambiando, ya usaba vestidos de maternidad que su madre le enviaba y de repente, a Draco como que aquello que veía le gustaba, la piel de Hermione, su cuello largo, su rostro delgado, sus cabellos alborotados

El hecho de que se viera más mujer ¿Qué podría ser? ¿El embarazo la hacía lucir más hermosa? ¿O es que siempre lo había sido? Lo ignoraba, pero a veces le era imposible no mirarle… aunque también las manos le llamaban la atención, eran tan hábiles con la pluma y para manejar los números

Incluso después de que Hermy se marchaba, se quedaba pensando en ella, en una de esas ocasiones se echó a reír como loco, supuso que eso era lo que le había gustado a Adrián, que Hermione inspirara ternura, respeto y amor, que era inocente en cierto modo…

En algún momento hasta pensaba que podría tener “cierto” acercamiento con ella, conocerla más a fondo y averiguar lo que le había echo enloquecer de amor y pasión a Adrián, podría intentarlo… Pero luego desechó la idea al recordar que ella no lo tragaba

En las siguientes semanas, no se habló más que de números y finanzas, a veces, Draco quería acercarse más a Hermy, pero no podía evitar los resentimientos y volvía a su tonta actitud, decidió mejor, no darle importancia, pero sucedió algo, un detalle que Hermy sintió sin mucha importancia

En uno de los dedos de Draco, había un precioso anillo de oro blanco con sus iniciales “DM” entrelazadas, el diseño era magnífico y llamaba la atención, su miirada se clavó en el anillo, hasta que Draco lo advirtió

-¿Qué pasa? – Preguntó extrañado - ¿Qué ves?

-No es a ti por supuesto – Contestó con cierto enfado y lanzándole una mirada de leona furiosa, claro, no era raro que ella estuviera a la defensiva - Observo tu anillo, es muy bonito