31: ¡Me siento envuelto en confusiones!

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Cuando Draco llegó al bar, no pudo ocultar su furia, Hermione estaba acariciando el rostro de un mesero y los conocidos del rubio hacían lo posible por controlarla, el se acercó apretando los dientes y la jaló del brazo. Casi a rastras la sacó del bar y la llevó hacia fuera, haría la transportación doble y esperaba que no le fallara y ella terminara escindida

Afortunadamente lo logró sin contratiempos apareciendo frente a la mansión, en verdad no podía creer lo que había echo Hermione, al emborracharse olvidándose que era madre, una mujer madura y tenía un hijo que atender

-¿Cómo haces estupideces? – Le gritaba y lo empujaba dentro de la mansión

-D-déjame… es mi problema… n-no me importa

-¿Quieres convertirte en una Gianna o una Minnie? Adrián no lo desearía nunca, debe estar retorciéndose en su tumba

-E-eso no te importa… v-voy a terminar como tú… ¡JA!... m-me encanta tu vida, s-solo y de cama en c-cama

Draco iba a decirle un par de cosas más, pero hubo un fuerte sonido en el comedor y dejó a Hermione sentada en las escaleras casi dormitándose, mientras iba a ver, solo había sido un elfo que había dejado caer la platería

Cuando el rubio regresó, al verla apoyada en los escalones se sentó a su lado, la observó, Hermy mantenía los ojos cerrados, medio dormida y por un momento, Draco deseó ver esos ojos castaños abiertos y no pudo evitar el tocar el rostro de Hermy del color de la porcelana, suave y sus bellas facciones, la acarició y después de las caricias…

Acercó su boca a su rostro y comenzó a besarle las mejillas, el lóbulo de las orejas y el cuello, toda ella tenía un aroma (pese al whisky) y un sabor delicioso, su olor era como un elíxir y sus cabellos castaños tan sedosos, sensuales y únicos

Draco en un momento, pareció perderse en el cuello de la castaña, saboreando esa piel, encendiéndose y de paso, Hermy comenzó a reír entre su ebriedad, en su mente, apareció el rostro de su ser amado, pensó que era un sueño y que era él quien lo besaba así

-¡Adrián! – Sonrió y lo dijo bien claro, sin abrir los ojos

Draco se apartó con furia y de repente sus ojos brillaron, aquel nombre pareció dolerle, entonces Hermione abrió los ojos sin comprender, todo era extraño para ella, como pudo, se levantó y se fue a su recámara, dejando a Draco con el corazón destrozado

Muy temprano, Hermy despertó con un terrible dolor de cabeza, una cruda espantosa y odiándose por descuidar a Adrien, se bañó con agua fría, busco los alimentos que ya comenzaba a ingerir su bebé de seis meses, ella no desayunó, tenia el estómago revuelto, así que se fue a los viveros con su hijo en brazos

No veía a Luna, pero no deseó molestarla, ya después hablaría seriamente con ella ¡Y con el sátiro de Sidney!

Se sentó en la banca para descansar y de paso, regar un poco las plantas, no recordaba nada, su mente estaba confusa, pero cuando se miró en uno de los espejos, se sorprendió de verse un chupetón en el cuello, lo tocó y sintió dolor, se asustó, pues no recordaba ni cómo había llegado a la mansión, decidió buscar a Draco que estaba en su despacho

-¿Qué quieres? – Preguntó brusco al verle entrar, aunque como llevaba a Adrien en brazos, enterneció un poquito la mirada

-Quiero saber cómo llegué anoche… creo que bebí demasiado y… es la primera vez que lo hago – Dijo con las mejillas encendidas, puesto que era algo que jamás se hubiera imaginado en ella

-Anoche me avisaron ¡Pasé un ridículo al irte a sacar del K-Bar! Donde estabas con dos tipos bebiendo en exceso

-¿Y-yo? ¿C-con dos tipos? ¿P-por eso es que traigo este chupetón en el cuello?

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora