62: Estar sin tí

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La búsqueda fue exhaustiva… demasiado quizás, Harry puso todo su empeño, descubrieron que la sangre era de Hermione, rompieron las barreras mágicas que protegían un área del bosque y descubrieron que la maldición asesina había sido invocada en dos ocasiones.

La noticia no fue nada agradable para Luna, quien al momento de saber sobre la tragedia había querido salir, pero la determinativa de Sidney no se lo permitió, casi obligando a Kelly a que la vigilara, dado que hasta Neville se había unido a la búsqueda.

El que no estaba contento era Draco, pero la verdad era que al irse detrás de los buscadores, intentando encontrar a Hermione, Adrien había estado llorando todo el día, de modo insoportable, no había probado alimento y al obligarlo, había vomitado todo.

Cuando el rubio regresó vencido y llamado por Luna quien no podía hacer nada por el pequeño, fue cuando éste debilitado y todo se calmó, claro que no era lo mismo, el pequeño necesitaba a su madre, pero por lo menos, su padre estaba con él

-¿Lo ves? – Murmuró Sidney – que más quisiéramos que estuvieses con nosotros, pero no lo puedes llevar y aparte, eres el único que lo puede calmar, claro que estará llorando e inquieto porque la necesita a ella, pero al menos estás tú, eres su padre Draco…

Los ojos hundidos, enrojecidos y sumamente cansados del hombre no daban duda al agotamiento que estaba teniendo ¿Cómo vivir sin su mujer? Los ojos grises se habían opacado y una honda tristeza estaba marcada en sus pupilas.

En una semana no fue a su casa, estuvo en el departamento de Sidney que había fungido como cuartel, al igual que la casa de Harry, por lo menos las noticias iban y venían, pero todas negativas, no había ni rastro de la muchacha, quizás eso era bueno, si no había cuerpo, quizás estaba viva

Cuando Harry vio a Lucius y Narcisa llegar al departamento de Sidney, no supo ni que decir, hasta él se había acostumbrado a ver a Draco, aunque la idea de que él fuera de quien Hermione, su hermana, se hubiera enamorado, le seguía repugnando, no era lo mismo ver a sus padres.

-Queremos ver a Draco, desde que se vino aquí no ha vuelto a casa – Dijo Lucius, pero no de modo imperativo, al contrario, su tono era mas suavizado, como de “por favor” finalmente, no estaban en condiciones de exigir nada

-Segundo piso, habitación del fondo… no quiero pleitos – Dijo Sidney mientras ofrecía un refrigerio y seguían revisando el mapa del sitio y las múltiples posibilidades

Los Malfoy subieron, cuando llegaron a la habitación, esta estaba abierta, frente al ventanal, Draco estaba sentado, con Adrien en sus brazos, el pequeño había comido y ahora dormía, de algún modo el niño no quería que Draco lo soltara, quizás sentía que no tenía mama ¿Y perder a su papá también? Lo lloraba demasiado cuando no estaba cerca

-Hijo – tembló la voz de Narcisa

Pero Draco no respondió, solo arrullaba a su hijo mientas que miraba por la ventana, aunque era obvio que su vida era de lo más triste en ese momento, sin la mujer que amaba…

-Draco – Se acercó Lucius mirando el modo en que él sostenía al pequeño, no tuvo la menor duda de que ese niño era digno de ser un auténtico sangre limpia, a pesar de que su verdadero origen no lo era, por ella.

-Mientras ella no aparezca – murmuró Draco – El solo me tiene a mí… yo la amo padre, no puede estar muerta…

-Los aurores tienen a varios sospechosos interrogándolos… la mayoría son sangre limpia, amigos tuyos del Tiffanys

-No me importa…

-No puedes quedarte aquí, no es tu casa

-¡Yo estaré en donde mi hijo esté, padre! – Dijo entre dientes

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora