Mi Pasión Por La Impura

67: si te cuento tragedias

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-Su cerebro está bien – Me dijo Ale – Los recuerdos poco a poco irán saliendo, pero no podría determinar el tiempo, ahora que si quieres que la fuerce…

-Claro que no Ale – Me negué – Podrías dañarle ¿O acaso me garantizas que nada malo le pasará?

-No lo niego…

-¿Ya lo vez? Mejor esperamos y dejamos que ella recuerde – Me incliné y le sonreí de modo sarcástico a Hermione – Que recuerdes… cuanto amor le tienes a Draco Malfoy…

-¡Eso jamás pasó! – Chilló

-¡Ah! – Sonreí con más ironía - ¿Y que exactamente pasó la noche de ayer en la que le diste todo de ti y no te cuento las porquerías que le hiciste en la cama? ¿O ya se te olvidó? – Y lo confieso… le hice un par de señas de esas que dan el significado de cuando se bajó por los chescos…

-¡No seas asquerosa! – Bufó

-¿Y no lo hiciste?

-¡Pero yo no sabía nada!

-Disque era un completo extraño para ti Hermione… pero bien que lo sedujiste y lo incitaste a amarte ¿O porque crees que el te correspondió? ¿Por qué eres la mujer más hermosa del universo? ¡Buah! Lo hizo porque te ama y se dejó llevar por su corazón

-¡Ya! ¡Quiero olvidar eso! – Gimoteó y salió corriendo

-Bonito modo de recordarle lo que hizo con ese hombre…

-Si, que envidia

-¡JA!

-No te burles, a lo mejor así no lo olvida y comienza a recordar que lo ama, pero siempre hay modos de que ella reaccione…

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….

Kelly seguía sus lecciones con Neville, pero estaba pensando seriamente en que su profesor salía casi a diario con la odiosa de Hanna, eso no le gustaba para nada y mucho menos la fría actitud que el tenía. No sabía como había sido, pero seguramente el había visto su modo de tratar a su madre

No podía aguantarse mucho las ganas, pero iniciar esa disculpa, terminaría en discusión, porque ella sabía como había actuado y no tenía perdón de Dios, lo sabía a la perfección

Ese mediodía, la clase estaba terminando, aunque ella le echaba más ganas, al muchacho parecía no importarle, eso la desanimaba… Lo vio perderse en el despacho, seguramente para dejar sus libros, cuando regresó le miró desde el segundo escalón que su corbata estaba chueca

-Profesor Longbotton – le llamó con suavidad

-¿Qué quieres?

-Su… su corbata – susurró señalándolo - ¿Se acerca y se la compongo?

-Eh – dudó, pero se acercó, así, Kelly quedaba casi a su altura, ella le tomó la corbata, la deshizo y luego la empezó a anudar

Neville lo intentó, porque eso estaba haciendo, no pensar en Kelly y su aparente dulce rostro, pero le era imposible y menos ahora cuando la tenía tan cerca, porque no podía evitar ver su pelo rubio, sus ojos tan claros, su rostro hermoso y sus labios sensuales

Y de pronto…

Kelly lo jaló de la corbata hacia ella, apresando sus labios con los suyos, sintiendo todo su calor, sus emociones y sus sentimientos. Ella lo rodeó con sus brazos, procurando que no se escapara y que el beso fuera más intenso