6: Mis clases son un infierno

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Sin embargo… Todo se complicaría un poco, ese día Hermione definitivamente no quería entrar a clases, ella que siempre era perfecta, que nada la alteraba, de pronto se veía perdida… Pero Jenny la jaló a la fuerza, sentándose en las esquinas

El problema que había puesto Adrián en la pizarra era muy difícil, incluso para Christie quien se hacía pelotas con los números, fracciones, fórmulas complejas y las dosis milimétricas o de micras que había que convertir para realizar algunas pociones de cuidado

No fue un problema realmente para Hermione, quien resolvió el problema en diez minutos, pero se puso a pintar y dibujar garabatos en sus pergaminos sin mirar al profesor sexy, mientras que todos se quebraban la cabeza

-¿Nada? – Sonrió Adrián de modo sublime y sensual al ver que nadie podía con el problema (al menos eso dijeron las niñas)

-¡Es un problema muy difícil! – Protestó Christie - ¡Es mejor hacerlo entre todos!

-No lo has analizado bien, hazlo y lo resolverás en minutos ¿Alguien lo tiene?

-NO – gritaron al unísono

-Está bien – dijo vencido – Entonces que pase uno de ustedes para que lo resuelva, yo le ayudo ¿Quién pasa? – Y hubo un silencio espantoso, muchas miradas se dirigieron a Christie… otras a…

-¡Que pase Granger! – Chilló Christie - ¡Total, está recibiendo asesoría!

-¿Granger necesita asesoría? – Casi gritó Magda y Hermy sintió morir – Ya me lo habían dicho pero no lo creía

-Mujer de poca fe – se burlaron

-Pase señorita Granger – Dijo Adrián mostrándole el plumón – Yo te ayudo

-N-no… puedo…

-¡Ándale! – Le empujó Jenny – Tú puedes…

Casi temblando, tomó el plumón y anotó los primeros números, pero no podía ni escribir, garrapateaba y garabateaba las cosas, solo podía sentir y ver, oler la presencia de Adrián y como se acercaba… su perfume era suave, su voz suave, su esencia tan sexual…

¡Maldita sea! ¿Tenía que pensar en él de ese modo?

-¿Qué pasa? Continúa

-N-No… no puedo – Murmuró – Yo… yo no entiendo…

-¡Oye! – Gruñó Christie quien había tomado el pergamino de Hermione - ¡Pero si ya lo resolviste! ¡No es justo que nos hagas perder el tiempo de ese modo tan infantil Granger!

-¿Cómo? – Se volvió Adrián hacia ella

-Mire profesor – Le mostró el pergamino sin pudor y sin mirar los puñales que Hermione le lanzaba con sus hermosos ojos - ¿Cómo está? Bueno, viniendo de ella, creo que está bien ¿No?

-La cifra es correcta – Aseveró Adrián y se volvió hacia la castaña – Hermione Granger, no sigas payaseando, resuelve el problema… AHORA…

-B-bien – Y no fueron ni cinco minutos, escribió todo el problema y se sentó furiosa por lo que Christie le había echo, ni siquiera escuchaba la voz seductora de Adrián, quien volvía a explicar el problema paso a paso…

Entre sus sufrimientos, decidió no entrar más a clases, ni ir al asesoramiento, aunque eso implicaba no tener cerca de su querido profesor y eso la destrozaba, indecisa, decidió pensarlo solo un poquito.

-Señorita Granger – Le llamó Adrián cuando éste salía del salón – Venga aquí un momento por favor…

-S-si – Asintió lentamente y se acercó temerosa

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora