36: Entre las víboras y perras un dulce cordero

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Luna abrió los ojos lo más que pudo y miró con desesperación a Sidney ¿Acaso bromeaba? Se contuvo, aquella “invitación” no era lo que ella tenía en mente, Sidney divagaba ¿Por qué la quería llevar?

-No creo que sea buena idea – dijo Luna

-Irás conmigo, la verdad es que estará lleno de mujeres – Hizo un gesto – Y si voy contigo no me coquetearán

-Lo harán de igual modo

-Vamos – Se inclinó Sidney tomándole el mentón y mirándola de modo tierno y en cierto modo, de chantaje – Ve conmigo Luna, así te pones el vestido rojo rubí que te queda tan bien, lucirás mucho más hermosa

La rubia suspiró y miró el vestido resignada

-¿Ira Hermione?

-No… - Murmuró extrañado, dado que el aún estaba ajeno a la relación entre Hermy y Draco

-¿Por qué no?

-¿Por qué la llevaría? La mayoría son sangre limpia, la destrozarían

-¿Y que todas esas mujeres se le lancen a él entonces?

-Pues… si… ¿Por qué me dices eso Luna? ¿Qué pasa entre Draco y Hermione? ¿Hay algo que no sepa?

-No me hagas caso

-Entonces – volvió a sonreírle y a echarle esos ojos incitadores y manipuladores - ¿Irás conmigo Luna?

-S-si

El muchacho sonrió, emocionado por la situación, como que Draco no estaba tan de acuerdo con que Sid llevase a Luna, pero finalmente era su decisión y el no tenía porque opinar sin exponerse antes

Cuando Luna salió de la habitación con el vestido parecía otra persona, Hermione la había arreglado aunque no estaba segura de que su amiga fuese a esa fiesta… Le había recogido todo el pelo a Luna y en la coronilla le había puesto una tiara brillante, por lo que lucía hermosa

Sidney sonrió de verla tan hermosa y la acercó una especie de túnica de piel de armiño, que hacía juego con lo que ella llevaba puesto, sin duda, lucía como toda una dama y él estaba satisfecho. Hermione la vio marcharse y no le pudo decir más nada, porque ella también estaba decidida a ir

Sin duda…

La mansión de Stella McKinley era todo un palacio, lujoso hasta las esquinas, imperaba el buen gusto y todos iban con sus mejores galas, mágicamente, de último momento, habían aumentado el largo del vestido de Luna el cual ya no era a las rodillas si no a los tobillos

Dejaron el costoso abrigo en la entrada y ellos entraron tomados de la mano en el extenso salón, las miradas no se hicieron esperar ante esa muchacha menuda, de piel blanca aperlada que contrastaba con el rojo del vestido, pero que poseía un bonito rostro

Luna se sentía un poco torpe para caminar en tacones, pero hacía todo lo posible, puesto que no deseaba causar mayor problemas, pero era obvio que se la estaban comiendo con la mirada. De pronto se vio rodeada de mujeres, altas y guapas, algunas muy sofisticadas, bebiendo con elegancia

¿Ese era el mundo de los magos de sangre pura? Obviamente no eran de su círculo, los Lovegood no eran ricos, sin duda, era algo a lo que nunca pertenecería, los pedantes Sangre Limpia, notó las miradas sarcásticas de muchas de ellas al mirarla, aunque Luna lucía hermosa, se le notaba que no era del medio

-Bueno ¿Pero de donde se saca Sidney a esas? – Viboreaban Kerry, con Tessy y otras más

-Es guapa, como que se me hace conocida

-¿Quién demonios es?

-Luna Lovegood – dijo una fría voz a sus espaldas

-¿Qué dices Pansy?

Mi Pasión Por La ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora