Mi Pasión Por La Impura

12: Haciendo indecencias en la cama

Adrián manejaba lentamente, Hermione pudo notar cierto cansancio en él y aún faltaba mucho para que llegara a la zona en donde vivía, notó que casi llegaban a su edificio.

-Adrián – Le dijo Hermione - ¿Ya tienes mucho sueño?

-La verdad, si amor…

-Mi departamento está cerca de esta avenida… incluso tengo estacionamiento, pero no lo uso, no tengo auto ¿Quieres quedarte conmigo? No es muy grande, es pequeño, pero seguro

-Claro – Sonrió levemente, sus ojos verdes estaban ensombrecidos por el sueño. Llegaron en cinco minutos y subieron al departamento de Hermione, afortunadamente estaba limpio, pero Adrián ni se fijó, subió a la recámara, se desnudó y se durmió entre la multitud de almohadones

Hermione lo contempló, sonriendo, apenas y podía creer que lo tenía en su cama, por su parte, se metió a bañar y al salir tenía puesto un precioso baby doll negro con una diminuta braguita de hilo dental… ¡Era un regalito que Jenny le había dado en su cumpleaños para cuando perdiera!

Se recostó en los brazos de Adrián y cerró los ojos, procurando dormir. Sin embargo, casi al amanecer, sintió como se deslizaban unos dedos entre su ropa interior, acariciando su trasero y su sexo. Ella se estremeció al sentir que Adrián le ponía pierna encima de la suya y se pegaba a su cuerpo, comenzaba a besarle la espalda, el cuello, y sus lóbulos

Adrián si que sabía mover sus deditos, porque Hermy lanzó un gemidito y notó que de nuevo, su novio, estaba muy excitado, y bueno él estaba desnudo, así que no había nada que ella no sintiera mientras se pegaba a su espalda y más abajo

-MMM ¿Adrián? – Susurró placenteramente

-Aquí estoy cariño – Respondió ronco - ¿Cómo estás?

-Bien – se volvió y observó el brillo de sus ojos – Estás muy atractivo esta mañana ¿Sabes? Nunca imaginé que algún día te tendría aquí y que yo estaría entre tus brazos… que me harías tuya… que serías el primero en mi vida

-Quiero ser el único – Advirtió

-Así lo deseo también, tienes un deber conmigo después de todo

-¿Un deber?

-Me quitaste mi castidad, ahora deberé quedarme contigo por el resto de mi vida ¡Ah! ¡Cariño! – Gimió al notar que cierta parte del cuerpo de Adrián luchaba por encontrar el camino a la gloria - ¡Es que la tienes grande! (¡Ay no manches Hermy!)

-¿Te parece, te gusta? – Sonreía Adrián (Alias “presumido”)

-Mucho, bésame y hazme el amor como anoche

-Te haré gritar – Susurró Adrián amenazadoramente

Hermy se volvió para mirarlo a los ojos, con un deseo inusual

-Me hubiera gustado tenerte solo para mí… y que me tuvieras solo a mi… Pero creo que a tu edad, eres de lo que has tenido mucho sexo con otras chicas ¿No es así?

-En Italia, quizás… aquí no, soy muy decente pero claro que queda el historial ¿Eso te molesta?

-Me pongo celosa de pensar en ello

-¿Y que harás entonces? Ya que esta manoseado…

-Tenia la idea de purificarlo…

-¿Purificarlo?

-Si… yo pienso que… a lo mejor… mis labios pueden purificarlo y quitarle las huellas de otras mujeres… ya que solo tendrás sexo conmigo…  y sé que solo pensarás en mi… ¿Crees que se podría?