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"Una mujer afortunada" • • •
TN Potter.
Tom empezaba a ser el mismo de siempre conmigo, me sentía triste cuando él me evitaba. El es mi héroe y es mi mejor amigo, tal vez si piense que soy irritante y eso pero el es muy importante para mi.
Podría decir que por esa parte estaba bien mi vida pero por otra parte no.
Salí del castillo y me fui al lago negro, ya no aguantaba los comentarios de que Matheo y yo éramos novios. Cuando me beso en Hogsmeade alguien nos había sacado una fotografía y la habían publicado en la página de la escuela.
Escuchaba una y otra vez cosas como: TN no esta su nivel, es alguien sin importancia, Matheo esta loco, me daría vergüenza salir con ella.
Quería poder respirar un momento y se notaba que a Matheo le gustaba todo esto, no hacía nada para parar los comentarios. Le conté a los chicos que entre él y yo nada que ver y el único que me creyó fue Tom.
Avente una piedra al lago negro, enserio estaba tan enfadada y a la vez triste porque sabía que tenían razón. No soy alguien hermosa, no tengo nada que ver con las otras chicas.
—Las criaturas del lago no tienen la culpa —dijo una voz varonil.
Mi corazón se aceleró al reconocer la voz. Tom Riddle. El padre de Tom y Matheo estaba aquí.
—Hola señor Riddle —lo salude.
El señor Riddle se sentó en el pasto conmigo y sentí como el aire me empezaba a faltar, por alguna razón este hombre me hacía sentir nerviosa y sentí una fuerte adrenalina.
—Solo dime Tom, tengo 38 y pienso que no soy tan viejo —sonrió y yo asentí— ¿Todo bien?
—Ammm si —respondí sin mirarlo.
—No te creo — tomó mi barbilla y la levantó, nuestros ojos se conectaron y me sentí cómoda, este hombre me hacía sentir extrañamente bien.
—Es solo que... aquí se respira mejor que haya adentro.
—¿Qué pasó? —me preguntó y me miraba muy atento, como si yo fuera algo de importancia.
—No tiene, perdón —me aclare la garganta— No tienes porque escuchar mis problemas.
—Quiero escucharte y si puedo hacer algo por ti lo haría sin pensarlo —ambos nos quedamos en silencio por varios segundos, sus palabras eran como algo que me hacía sentir protegida.
