¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Todo se vale" • • •
Los escritores de el Diario El profeta no paraban de tomarnos fotos y de hacernos preguntas a Nataly y a mi, como mortifagos nos mantenemos en las sombras pero como personas importantes nos damos a conocer en los medios.
Nataly viene de una de las familias más importantes de sangre pura y yo soy descendiente de Salazar Slytherin. Muchas familias están de acuerdo con nuestro compromiso, en especial mi gente.
Debo pisar a Nataly para poder llegar a donde quiero, este matrimonio me conviene en muchos aspectos y no pienso arriesgas eso por nada y por nadie.
La cena dio inicio y solo estaban mis mortifagos, aunque ahí solo son familias importantes y prestigiosas. Ya no había problema en referirme a ellos como mis seguidores, los del El profeta ya se habían marchado y solo estábamos personas de confianza.
Mis hijos estaban sentados con mi hermana y con Adam, ellos no sabían nada de mis planes ni que yo era Lord Voldemort. Como siempre Merope se hacía resaltar entre las otras mujeres, como debe ser.
Nataly se puso de pie y tomó su copa, con un cuchillo le dio unos toquecitos a la copa para que esta sonara, todos los invitados la miraron. La mire para que tuviera cuidado con lo que decía, no quería involucrar a mis hijos en esto.
—Quiero darles las gracias por acompañarnos en este día —se colocó a mi lado y tocó mi hombro— Con esto les damos la noticia que en dos semanas Tom y yo nos casaremos.
Todos aplaudieron con aprobación menos Bellatrix, su rostro estaba triste pero sinceramente no me importaba, ella sabía a lo que se metía cuando decidió que fuéramos amantes.
Matheo se puso de pie y salió corriendo del comedor, todos lo miraron y supuse que la poción ya había hecho efecto. Merope fue detrás de él y Adam me miró con complicidad.
—Bueno amigos míos — me puse de pie— Como líder tengo que resolver un problema pero sigan festejando y brindando en mi nombre.
Todos rieron y empezaron a charlar de lo que fuese, Tom y yo salimos del comedor, él supongo que para ver a su hermano y yo... quiero ver los ojos que me cautivan y hechizan.
Escuché como Matheo vomitaba y vomitaba, Merope estaba afuera dándole ánimos. Tom se sentó en el sofá con Adam. Saque mi abrigo ya que empezaba a ser más frío.
