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"¿Con quién estabas?" • • •
T/N Potter
Ya tenía más de una semana estando con Tom en su casa. Nunca había disfrutado tanto de unas vacaciones y para ser sincera nunca me imaginé que pudiera enamorarme de alguien.
Esta mañana Tom me había despertado con besos en la cara, una cosa llegó a la otra y nuevamente me estaba llevando al paraíso. La cama estaba echa un desastre y toda la habitación olía a sexo.
Estaba sujetada a los brazos de Tom, mis piernas estaban enrolladas en la cadera de Tom, sus embestidas estaban siendo muy agresivas. Sentí que me rompía una y otra vez, varias veces pensé que la cabecera de la cama se rompería pero no.
—Solo mírate amor —dijo él y mire hacia donde él estaba mirando.
Nos veía, Tom me embestía y yo estaba toda sonrojada y se notaba el sudor de nuestros cuerpos, éramos como dos piezas de rompecabezas que encajaban a la perfección.
—Solo mira como te follo —dijo y yo seguí mirando el espejo. Esto era demasiado indecente pero me gustaba— Se nota que lo disfrutas —dijo el.
—Muchísimo —dije en medio de jadeos— ¿No te has aburrido de mi?
—Nunca —me dijo— Cada día tengo más ganas de ti amor.
Su embestidas ahora fueron rápidas y me sujete con más fuerza a sus brazos, apreté sus brazos al sentir olas y olas de placer. Llegue a mi clímax y a los segundos Tom también, sentí un líquido caliente, había sido el semen de Tom.
—Tranquila —me dijo— La poción de Adam es efectiva, si no fallo antes, no fallara ahora.
Lo tome del rostro que estaba sudoroso, sus pupilas estaban dilatas y respiraba errático, tal vez no era necesario decirle esto pero simplemente lo dije.
—No quiero que veas a otras mujeres —le ordene— Solo a mi, no ves a nadie más y no tocas a nadie más.
No se porque saqué eso ahora, pero quería que solo fuera yo, conozco la reputación de que Tom tiene y si volviera a lo mismo, nunca lo perdonaría y luego lo golpearía.
—Jamás habrá alguien más amor —comenzó a besar mi cuello y solté varios jadeos— Desde que apareciste en mi vida no he vuelto a tocar a otra mujer, seré tuyo eternamente.
Sus palabras sonaron como un juramento, volvio a embestirme con fiereza mientras besaba mi cuello. Apreté las sábanas al sentir las olas de placer tan fuertes. Esto se estaba volviendo un vicio, no pensé que fuera a pasar esto, creí que el sexo era solo para unos cuantos momentos.
