𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐈𝐒𝐄 - 𝘛𝘰𝘮 𝘙𝘪𝘥𝘥𝘭𝘦 (+18🚫)

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"Duele"
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Tom Riddle (padre)

El mortifago que cuidaba TN venía a la casa para informarme del día a día de ella. Tenía rato que no me contestaba los mensajes.

—Solo se le acercó el señor Rabastan pero parece que solo la saludo —me informo— Solo fueron como 20 segundos.

—¿Qué más? —le pregunté

—Pues fue todo, comió con sus amigas y vivieron al colegio —dejó una bolsa encima del escritorio— Tiro esto a la basura pero no se porque se me ocurrió traérselo.

—Bien —le dije— Puedes irte a tu casa, conseguí que alguien te cubra mientras descansas.

El mortifago asintió y salió de mi despacho. ¿Rabastan con TN? ¿Qué hacía con ella? Revise la bolsa que mi mortifago había dejado encima del escritorio.

Era una pijama de seda de color negro, mi pecho se comprimió. Algo no iba bien. Trate de llamar a TN pero sonaba un momento y luego me mandaba a buzón. Era casi media noche y sería imposible entrar al colegio a estas horas de la noche.

Esto... duele, nunca había experimentado este tipo de dolor. Me siento impotente, confundido y saber que algo le afecto a TN me pone débil. No quería ser débil pero ella... joder es mi maldita debilidad.

...

El castillo estaba a oscuras y tenía hechizos de protección, parece que Dumbledore es muy astuto, pero no tanto como yo. Nadie ni nada me va a impedir que hable con TN.

Hice el hechizo necesario para que la barrera se abriera solo unos segundos para que pudiera acceder. Una vez adentro me escabullí para no ser visto, aunque venía todo de negro para perderme entre la oscuridad, no podía correr riesgos.

Llegue a las mazmorras y me quede un tiempo pensando en las posibles contraseñas. Pensé en algunas que podrían ser pero nada. Estuve un poco más de media hora hasta que dije una babosada de mis tiempos en el colegio y resulto ser esa.

Célebre para mis adentros y entre a la sala común, estaba completamente vacía, eran como la una y media de la madrugada. Eche un vistazo hacia los dormitorios de los hombres y luego me encamine hacia la habitación de TN.

Abrí un poco la puerta y ahí estaba sentada enfrente de la chimenea, su rostro parecía triste y apagado. Entre a la habitación y cerré la puerta con seguro, ella se quedó en shock y me acerqué a ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas, verla así fue como si mil cuchillos me cortaran.

—¿Qué pasó? —le pregunté mientras limpiaba una de sus lágrimas— No me respondiste y... me duele TN, me duele que no me respondas.

—A mi también me duele saber cosas de ti y de tu vida pasada o... —se callo de golpe.

—Dímelo y con mucho gusto aclaramos la situación.

—Es que... —sollozó— Tengo miedo de no ser suficiente.

—¿Por qué lo dices? —pregunté.

—Estuviste comprometido con una mujer realmente hermosa y sexy —soltó— Luego has estado con Bellatrix Lestrange por diez años, es un largo tiempo.

—Si estuve comprometido pero no fue por amor, yo necesitaba a Nataly porque tengo negocios con su familia y la verdad es que he sido mala persona —le confesé y ella me miró con sus ojos llorosos— Planeaba utilizar a Nataly para seguir haciendo mis negocios y con Bellatrix solo fue sexo.

—¿Y yo que soy para ti? —me pregunto— ¿Soy tu juguete sexual?

—Por supuesto que no y nunca será así TN —dije— Admito que todo el tiempo quiero follarte pero no porque seas mi juguete, me siento como un adolescente eufórico.

—¿Qué sientes por mi? —me preguntó.

—Muchas cosas —me acerqué más a ella y pegué mi frente con la de ella— No se que es el amor pero creo empiezo a sentir algo más que solo cariño, estoy feliz cuando estoy contigo, me transmites paz, adrenalina, estabilidad y mucha lujuria —ambos reímos— Nunca me sentí así con nadie, llegaste tu y lo demás paso a un segundo plano.

TN me abrazó y fue como si me devolvieran el alma, un peso desapareció y me volví a sentir ligero y en paz. Nunca pensé que fuera a depender tanto de alguien como dependo de ella.

—Puedo hacer un juramento inquebrantable si eso te da la certeza de que estoy siendo sincero contigo y sobre todo que ya no hay nadie más, solo tú.

—No necesito un juramento inquebrantable —me dijo— Te creo.

Se sentó entre mis piernas y la acuné entre mis brazos, me tomó del suéter y me jalo con fuerza. Nuestros labios se devoraron y me sentí nuevamente en un paraíso, pero como se trataba de mi era un paraíso oscuro, donde solo existimos ella y yo.

Nos separamos por la falta de aire y me quede admirando esos ojos que me vuelven loco y me debilitan.

—Quédate —me pidió.

—A ti no puedo decirte que no amor —le dije y ella me regaló una sonrisa, siempre quería verla así.

...

Ambos nos recostamos en su cama, la abrace y su cabeza quedó encima de mi pecho. Mi corazón estaba latiendo como nunca, mi cuerpo estaba relajado y me mente estaba en paz.

—¡Tom! —me llamo— Prométeme que nunca me vas a romper el corazón. —pidió.

La muerte de sus padres y lo que yo era en realidad me hizo quedarme callado varios segundos. Pero lo que salió de mi boca fue con toda la intención de nunca fallarle.

—Lo prometo amor —le di un beso en su frente.

A los pocos minutos se quedó dormida, la pegue más a mi cuerpo para sentir su calidez, a los pocos minutos yo también me quede dormido. Normalmente las cosas terribles que he hecho en vida dejan marca y me atormentan por las noches, excepto cuando estoy con ella.