POV Pablo
Cuando me despierto al día siguiente siento que algo ha cambiado entre nosotros, no era consciente de que nos estuviéramos frenando, pero ahora todo se siente más cómplice, más libre. Miro a Pedri dormido boca abajo a mi lado, me acerco dejándome llevar por mis impulsos, le acaricio la espalda y bajo más hasta poder palpar sus glúteos, que siempre han sido mi obsesión y en ropa interior lucen mucho mejor. Me dejo caer sobre su espalda para despertarlo y le beso el cuello para mejorar su despertar.
- Buenos días - dice con la voz más profunda.
- Me gusta tu voz al despertar - admito. - Suena muy caliente.
- Puedes dormir siempre conmigo y así la podrás disfrutar - me anima.
- Es una oferta muy tentadora - confirmo.
- Yo soy muy tentador - dice tratando de sonar sugerente.
- No trates de imitar a Ferran, no te queda - le pico.
- ¿No soy tentador? - pregunta fingiendo inocencia.
- Y tanto que lo eres, me tientas todo el tiempo - corroboro.
- Pues deberías caer más en la tentación - me anima.
- ¿Eso crees? - le digo deslizando mis manos por sus glúteos, dándome el placer de tocar como me apetece.
- Estoy seguro - reafirma, mientras se gira debajo de mi cuerpo, dejándome a horcajadas sobre él.
- Pues te tendré que hacer caso - acepto.
- Esa es la actitud - dice demasiado emocionado.
- ¿Tienes algo en mente? - le pregunto, conociéndolo demasiado y él asiente.
- ¿Quieres probar? - me pregunta y yo me siento un poco nervioso, pero también excitado con la anticipación.
- Quiero todo contigo - le recuerdo.
Se incorpora para besarme sonriendo por mis palabras, se acerca a la mesilla y saca lo que reconozco como lubricante.
- Sin presión, quiero que me digas lo que sientas en cada momento y cuando quieras paramos - me tranquiliza y yo solo puedo asentir.
Nota mi nerviosismo por lo que me tranquiliza acortando la distancia entre nosotros, cuando Pedri me besa todo lo demás para a un segundo plano. El beso va subiendo la temperatura y la manera en la que me toca, me tiene completamente excitado enseguida. Se tumba atrayéndome sobre él y yo no soy muy consciente de nada más que su cuerpo hasta que se estira para coger el lubricante, mirándome interrogante. Asiento sin saber muy bien qué hacer, pero no queriendo decepcionarlo, mientras él se quita la poca ropa que le quedaba.
- He visto cosas en Internet, pero no sé muy bien lo que hacer - le confieso.
- Yo tampoco, pero quiero descubrirlo contigo - me agarra la cara con ambas manos y me atrae besándome de nuevo.
Se llena la mano de lubricante, comenzando a masturbarse y yo me quedo hipnotizado mirándolo, y decido colaborar. Con mi mano acariciándolo, él baja sus dedos entre sus glúteos, levantando las piernas y comienza a estimularse, dándome cuenta que ha probado antes solo y me da envidia, porque yo no me he atrevido.
Lo beso completamente impresionado por su atrevimiento y valentía, noto como coge más lubricante para extenderlo sobre mi miembro, así que me bajo el calzoncillo. Me guía hasta él y yo me paralizo.
- No quiero hacerte daño - digo preocupado.
- Está bien - me tranquiliza - si no me gusta te lo diré y pararemos, ¿vale? - asiento.
Vuelve a guiarme hacia él y ya no me detengo, fijo mi mirada en él, necesito ver que está bien. Con mis manos quito las suyas y trato de encargarme de la situación, por lo que acaricio su entrada con la punta estimulando más la zona. Utilizo más lubricante y hago el primer intento, está tan apretado que no me sorprende ver la expresión contraída de Pedri, le beso tratando de tranquilizarlo, sin volver a presionar. Cuando siento que vuelve a relajarse hago un nuevo intento y lo escucho muy concentrado en respirar, lo noto menos tenso, por lo que puedo avanzar un poco más, no dudo en masturbarlo mientras, por lo que su expresión se relaja.
- Uy - dice sorprendido.
- ¿Es un "uy" bueno o malo? - le pregunto alarmado.
- Raro, pero pasando a bueno - abre los ojos para decírmelo.
- ¿Sigo? - le pregunto inseguro.
- Sigue - me anima.
Por lo que sigo avanzando, cuando lo siento a mi alrededor, paro de nuevo para que se pueda adaptar y respira con dificultad, no dejo de acariciarlo mientras lo beso por todas partes.
- Muévete - me insta pasados unos minutos.
Lo hago y sus jadeos se intensifican, a mi me cuesta concentrarme porque se siente demasiado bien, su interior me abraza por completo, es como estar en el paraíso. Los jadeos rápidamente se convierten en gemidos nada sutiles.
- No puedo aguantar más - dice con la voz entrecortada.
Es en ese momento en el que suelta un último gemido terminando sobre mi mano y yo no puedo evitarlo más con un solo movimiento más, salgo, terminando también sobre mi mano y parte de su abdomen. Me estiro a por los pañuelos de su mesilla y lo limpio a él, para luego hacerlo conmigo mismo.
Es entonces cuando caigo en la cuenta al mirarlo:
- Pedri, la lesión - le digo alarmado, ya que la postura no era la mejor para su recuperación.
Me mira como si me hubiera salido otra cabeza, rompiendo a reír y yo me río con él, pero no sé de qué nos reímos.
- ¿En serio ahora te preocupes de mi lesión?¿Con lo que acabamos de hacer? - dice sin poder parar de reír. - Pregúntame mejor por mi culo.
- Sí, claro, perdón - digo avergonzado. - ¿Cómo estás?
- Se siente raro ahora, un poco molesto incluso, pero Pablo, nunca había sentido algo así y me encanta que haya sido contigo - se acerca a mi.
- Gracias por tu confianza - admito. - Para mi ha sido muy especial, más allá de lo físico que ha sido como nunca, me he sentido tan unido a ti.
- Y tan unido, literalmente estabas dentro de mi - bromea y yo me río.
- Calla - le digo entre risas. - Ahora me vas a dejar cuidarte, ducharte y limpiarte - le digo mientras lo levanto de la cama, para ir al baño.
- No me voy a quejar, ahora no tengo energía ni para mantenerme en pie - cede sin resistencia.
Me permite cuidarlo, ducharlo y masajearlo mientras le limpio las señalas de nuestra pasión, se deja caer sobre mi en la ducha, casi quedando dormido, lo que me dificulta poder llevarlo a la cama, pero finalmente lo consigo. Lo abrazo y me duermo junto a él, decidiendo que hoy no iba a ser un día para madrugar, nos lo merecíamos.
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Se merece intentarlo
FanfictionNia es la hermana de vida de Pablo (Gavi), no conoce otra vida que La Masia y el fútbol es su futuro. Pero, ¿es su sueño?