24. Rivales

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En mayo ya estoy completamente integrada en el equipo, soy una más, así que cuando en el vestuario surge la idea de hacer un partido contra el masculino, para demostrar que el femenino estamos a su nivel, me parece bien. La idea era hacerlo un poco amateur, pero parece que a los directivos les ha gustado la idea, y quieren hacerlo a lo grande, yo me siento un poco insegura al respecto. Pero cuando llega el día las chicas están tan emocionadas, que recuerdo todo lo que hemos conseguido, y sé que podemos ganar lo que sea.

Salimos al campo a por todas, pero a la vez sabiendo que son compañeros, no hay límite de cambios y pase lo que pase luego nos vamos todos de cena juntos.

Al principio nos cuenta encontrarnos, son muy rápidos, y tratan de apostar por eso, pero nosotras tenemos a Salma que es imparable, poco a poco vamos dominando más. Cata está espectacular, para dos imposibles y nos venimos muy arriba. Conseguí quitarle un balón difícil a Pedri, y atacamos sin perder tiempo, Alexia se adelanta, encuentro el hueco y se la paso, ella la juega con Salma que está ya llegando al área, me abro a la derecha para que tenga hueco y se libere de los defensas, en cuanto llega a mi pie, tengo claro dónde está Alexia y ella está lista para tirar directa a portería. Se que es gol antes incluso de que le pegue, hemos hecho esta jugada muchas veces y siempre le entra, y esta vez no es la excepción. Todas corremos hacia ella a celebrar, es increíble, tanto dentro como fuera del campo, la admiración es absoluta.

Desde ese momento se centran por completo en el ataque, y resulta agotador, peleamos como nunca, realmente nos la ponen muy difícil, en una jugada peligrosa para nosotras, Mapi la saca de cabeza, yo recepcionó con el pecho y lanzo un pase alto intentando despejar la pelota de nuestra área. Todo es muy rápido por lo complicado de la jugada del corner, por lo que a todos les cuesta reaccionar, pero no a Salma, que ya corre con el balón que he sacado, por lo que veo nuestra oportunidad cuando Ter Stegen está solo frente a ella, por lo que sale a cortarla. Corro como nunca por la otra banda para liberarla, en el último momento me la pasa a mi y estoy sola frente a la portería ya que no le da tiempo a volver atrás, va dentro directa, antes de que me de cuenta, Salma ya me está levantando del suelo en un abrazo.

Quedan diez minutos de partido, estoy exhausta, nos están poniendo muy difícil el cerrarnos para defender. Veo como Pedri le regatea a Ingrid, conozco su juego lo suficiente para saber dónde va esa jugada, me cruzo el campo tratando de llegar a cortar el paso a Ferran, incluso le grito a Mapi para advertirle, pero ya es tarde, han encontrado el hueco y Cata no ha podido hacer nada. Ferran está muy fresco, ha salido hace pocos minutos, por Lamine y celebra el gol formando un corazón con las manos, lo voy a matar, menos mal que no me mira. 

Alexia se acerca a mi para darme un par de indicaciones, al mismo tiempo que Irene se acerca a preguntarme si estoy bien, la temporada ha sido muy exigente, he jugado muchos minutos y aún no estaba recuperada del partido de hace unos días. Con mi escaso 1'60m de altura, soy de las más bajitas del equipo, por lo que cada carrera suya son dos mías, de eso pensaba que ya me habrían cambiado, pero parece ser que no.

Conseguimos cerrarnos los últimos minutos, llegando al pitido final habiendo ganado 2 a 1. Ha sido un partido muy bonito, ha reinado la deportividad, el respeto y la admiración mutua. Nos felicitamos mutuamente, e incluso intercambiamos camisetas lo que resulta muy gracioso, porque a algunos les queda muy ajustada consiguiendo que todos riamos. Lamine corre hacia a mi, me abraza levantándome del suelo.

- Has estado increíble - me dice.

- Tú sí que has estado increíble, el efecto de esa bola ha sido imposible - le digo.

- Pero no ha entrado - se lamenta.

- Eso no importa, has estado espectacular - le abrazo otra vez.

- ¿Me das tu camiseta? - me pregunta.

Se merece intentarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora