32. Celebración

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POV NIA

Me voy con los chicos al hotel de concentración, tras la final hemos decidido que ya se pueden desconcentrar. Además no conseguí un hotel con tan poco tiempo, por lo que Arantxa se ofreció a compartir su habitación conmigo, pero sinceramente, prefería compartirla con su hermano. Somos bastante discretos para que nadie nos vea, hay demasiadas cámaras y móviles grabando.

Entro a la habitación de Ferran, mientras él se va con Pedri y mi hermano a la habitación de Pedri a buscar algo. Cuando llega yo ya estoy tumbada en la cama mirando el móvil y lo veo entrar al baño.

- Ferran Torres, dime que no has ido a pedirle condones a mi hermano - le pido y lo oigo salir del baño riéndose a carcajadas.

- No, he ido a por un cepillo de dientes - me dice enseñándome uno nuevo en la mano. - Pero hubiera sido épico.

Me tapo la cara con las manos, toda roja y avergonzada por mi suposición.

- He traído mi propio cepillo de dientes - le digo sin ser capaz de sacar la cara de las manos.

Lo noto abrazándome por detrás y sacándome las manos de la cara, mientras me besa las mejillas sonrojadas.

- No quería dar por hecho que iba a pasar nada - me dice sin parar de besarme y creo que mi cara demuestra cierta culpabilidad, por lo que me mira interrogante.

- Yo lo di por hecho cuando prepare la mochila - digo sacando de mi mochila varios preservativos, ante lo que él sonríe y me besa en los labios.

- Me encanta la idea - dice besándome el cuello.

- Te he echado de menos - admito.

- Joder y yo, Nils, no sabes cuanto, nunca me había pasado esto, me plantee hasta irme para verte.

- ¿Qué? - me giro alarmada por lo que ha dicho.

- Cuando firmaste la renovación, te veía tan triste, tan apagada, pero Pedri y Pablo me hicieron entrar en razón y ver que te sentirías peor si hacia eso, así que me quedé.

- Ferran, te tienes que quedar por ti, por tu carrera, no por mi, no puedes plantearte echar por tierra una oportunidad como es una Euro porque yo estoy mal - le digo agarrándole la cara para que me preste atención.

- Pues lo hago, no sé cómo no hacerlo, ahora mismo tú eres mi máxima prioridad, y te voy a anteponer a cualquier cosa - aún no ha terminado y ya estoy llorando, nunca en la vida había sido la primera opción de alguien, elegirme a mi antes que a todo lo demás, no conocía la sensación, así que se siente muy especial.

- Pero tienes que pensar en ti, no quiero que renuncies a nada por mi, nunca y si algún día te pido algo así es que no te estaré queriendo bien.

- ¿Y qué me dices de venir a una fiesta en la que te iba a dar un ataque de pánico por mi? ¿Por qué lo has hecho? Sabías que no ibas a estar cómoda.

- Pero tú querías que estuviera ahí.

- Y has renunciado a algo tan importante como es tu estabilidad y tu tranquilidad por mi, ¿quién es ahora el que no te está queriendo bien? - dice sintiéndose culpable.

- Tengo que salir de mi zona de confort, no puedo estar siempre en una burbuja - me justifico.

- No conmigo, no por mi, quiero ser tu burbuja, quiero que conmigo todo sea fácil, no quiero que lo tengas que pasar mal por mi estúpido capricho de verte ahí.

- No era un capricho estúpido, a mi también me hacía ilusión estar ahí y me lo he pasado bien - digo una verdad a medias, pero al final si que me lo he pasado bien, con mis amigos sí, el problema es con desconocidos.

Se merece intentarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora