Invitaron a mi hermano a la final, convocado como uno más a pasar el día con el equipo y yo decido ser una buena hermana, acompañándolo a Berlin. Mientras él se incorpora con el equipo yo me quedo con Arantxa, la hermana de Ferran y el resto de familiares, en especial, los padres de Pedri. Para estos partidos tan importantes ver a las familias antes es un gran distracción, por lo que solo los vemos cuando acaba el partido.
El partido es una auténtica locura, creo que no lo olvidaré nunca, vivirlo desde las gradas es una fantasía, el gol que nos dió la victoria a escasos minutos de los noventa, levanta a todo el estadio. Arantxa y yo estamos histéricas todo el partido, ella no para de gritar y yo no puedo evitar reírme de su intensidad, es tan diferente a Ferran. Con el pitido final saltamos abrazándonos con todos los familiares de las gradas, no importa que no conozcamos a muchos, es una celebración general, es algo global, es una victoria de todo el país.
Cuando los familiares bajan al césped con el equipo, yo bajo a las salas con el equipo médico a saludar a mis antiguos compañeros, si bajo al campo las cámaras estarán sobre mí en segundos y no quiero eso, no es mi momento y quiero aguantar lo máximo posible sin las cámaras sobre mi.
No sé cuánto tiempo ha pasado, más de una hora seguro y todos siguen celebrando, les estoy ayudando a recoger todo cuando me llama mi hermano.
- ¿Qué pasa? - le pregunto.
- ¿Cuándo vas a venir? - me pregunta impaciente.
- ¿A dónde? - le digo.
- Al vestuario, porque ya empieza a ser triste ver a Ferran mirar el móvil cada dos segundos esperando a que le llames.
- Estaba esperando a que salierais, no voy a entrar al vestuario.
- Ven al menos a la puerta, ya están todos vestidos.
- Vale, estoy en la sala de rehabilitación, voy.
- Date prisa, está a punto de llorar.
- Exagerado.
Me deslizo por los pasillos siguiendo las indicaciones, no está muy lejos, la puerta está abierta y en medio segundo escucho a Fermin:
- NIA!! - grita mi nombre, consiguiendo que todo el vestuario lo escuche por encima de la música, mientras corre a abrazarme, rezo para que nadie esté grabando con el móvil.
- Felicidades!! - le digo mientras le devuelvo el abrazo.
- ¿Lo has visto? - me abraza Lamine en cuanto me suelta Fermin.
- Claro, has estado increíble, peque - junto mi frente con la suya y lo vuelvo a abrazar. - Eres increíble.
Miro por detrás de Lamine hacia el vestuario, Ferran está paralizado en la otra esquina del vestuario y le sonrío.
- ¿Te puedo felicitar? - le tengo que gritar para que me oiga por encima de la música, por lo que todos lo escuchan y yo me estoy muriendo de la vergüenza de haber cortado la fiesta del vestuario para que todos me miren a mi.
Ferran atraviesa la distancia que nos separa en un suspiro, Lamine ya se ha apartado, por lo que me coge y yo me cuelgo de sus brazos, consiguiendo que todos empiecen a vitorear, por lo que escondo mi cara en su cuello.
- Seguir a lo vuestro - les grita Ferran sin poder evitar sonreír y sale del vestuario conmigo todavía encima.
- Felicidades - le digo cuando ya estamos solos y lo beso acompañando mis palabras.
Nos habíamos echado tanto de menos, que no queremos que termine nunca ese beso, pero nos separamos para poder respirar.
- Has venido - dice todavía sin poder creerlo.
- He venido - le confirmo.
- ¿Dónde estabas?
- He visto el partido con tu hermana, tus padres y el resto de familiares, luego he bajado a la sala de rehabilitación para felicitar a la gente - le explico. - No podía bajar al césped.
- Había muchas cámaras - demuestra que lo entiende sin necesidad de que se lo diga.
- Demasiadas, y era vuestro momento - comento.
- Has venido al vestuario, te han visto - dice sin poder creerlo.
- No tengo nada de lo que avergonzarme y no creo que lo cuenten a la prensa - le tranquilizo.
- Llevan toda la concentración picándonos a Pedri y a mi con que tenemos cara de enamorados, que con quién hablamos, que por qué sonreímos - me explica. - Me alegro de no tener que andar mintiendo más.
- Cara de enamorado ¿eh? - le digo sonriendo, deslizándome para bajar de sus brazos que aún me tenían en el aire, lo apoyo en la pared, poniendo las manos en sus mejillas. - ¿Cómo sería eso?
- Pues creo que ahora mismo debo tenerla - admite.
- Pues te queda muy bien - lo halago.
- Tienes ese efecto en mi - roza su nariz con la mía.
- Te quiero - le digo.
- Te quiero - me dice antes de besarme en un beso que se siente como si su alma acariciará la mía, nos quedamos con los ojos cerrados, disfrutando del momento.
- Tienes que volver dentro y disfrutar con el equipo, nos veremos luego.
- ¿Vienes a la fiesta? - dice sorprendido, sabe que no soy muy fan de las fiestas.
- Si quieres que esté ahí, estaré ahí - le aseguro. - Además, tu hermana me mata si no la acompaño.
- Recuerdame que se lo agradezca - dice sonriente. - Me encantaría que estuvieras ahí.
- Pues cuenta con ello - le beso y me alejo. - Nos vemos.
Llamo a Arantxa que me está esperando fuera con la madre de Ferran para irnos juntas al hotel.
POV PABLO
Resulta muy gracioso ver las reacciones del vestuario cuando Ferran sale con mi hermana en brazos, las caras completamente estupefactas de la mayoría. Todos reconocen a mi hermana, a día de hoy hay poca gente en España, y en especial en el mundo del fútbol que no sepan quién es. Y con las últimas campañas que ha lanzado, sus fotos están por todas partes, por lo que hay caras de admiración y otras de envidia.
- ¿Has visto su cara? - me pregunta Pedri a mi lado, nos está costando mantener las distancias.
- Solo le ha faltado pedirnos que le pellizcáramos para creerlo - le digo riendo.
- Quita esa cara - escucho que le dice Lamine a Nico.
- No he dicho nada - se queja Nico.
- Pero te conozco, y a Nia no se le mira así, tienes que nacer cien veces para estar a su altura - no puedo evitar sonreír ante la admiración y el respeto que demuestra Lamine por mi hermana, no me sorprende ya que ella siempre ha sido la que le ha cuidado y protegido en la Masia.
- Eso ha dolido - le pica Unai a Nico.
- Ya sabes, tienes que volver a nacer como el tiburón - le dice Morata.
- Yo puedo morir, volver a nacer y rezarle a esa Diosa - sigue Nico, ganándose una colleja de Lamine y otra de Fermin.
- Será mejor que no sigas - le dice Pedri y Nico levanta las manos en señal de rendición.
En ese momento entra Ferran al vestuario con una sonrisa que provoca que todos vuelvan a vitorear, lo cojan y lancen al aire, al grito de tiburón.
- Sois imbéciles - dije riendo cuando por fin lo dejan en el suelo.
- Deberías aprender a jugar fútbol de ella - lo pica Robin.
- Y tanto, me ha tirado varios tips que me han ayudado - admite Ferran.
- Deberíamos hacer un amistoso contra la femenina, pero no sé cómo nos iría- comenta Morata.
Empieza a sonar en el altavoz "Ay Lupita" y todos comienzan a bailarla interrumpiendo la conversación para seguir con la celebración.
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Se merece intentarlo
FanfictionNia es la hermana de vida de Pablo (Gavi), no conoce otra vida que La Masia y el fútbol es su futuro. Pero, ¿es su sueño?