26. Mentiras

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Al día siguiente comienza mi peor pesadilla, me envían un calendario con todos los eventos a los que tengo que asistir, campañas y post en redes que tengo que hacer, solo de verlo la ansiedad me supera y termino vomitando, aunque no tengo nada en mi estomago.

Me convierto en una experta en mentiras, cuando llamo a todo el mundo para avisarles de que he cambiado de idea y al final he renovado, porque he encontrado mi lugar en el equipo, porque puedo ayudar a darle el reconocimiento que merece al femenino, y muchas otras excusas que me invento. Mi hermano no se muestra muy convencido, pero me conoce y no me presiona, creo que está demasiado desesperado por creerme, pensar que estoy bien y que su sueño es también el mío. Al contrario que Ferran, le he mandado un mensaje porque está en la concentración de la Euro, y no tiene un horario adecuado para poder llamarlo, pero va a salir publicada mi renovación, necesito que lo sepa por mi. Me llama a los pocos minutos:

- Hola - contesto, en apenas un hilo de voz, sé que es a la persona que más me va a costar que se crea mis mentiras.

- Hola - me dice tratando de tranquilizarse. - ¿Qué quiere decir que renuevas?

- Pues lo que te he escrito, he encontrado mi sitio en el equipo, me han hecho una muy buena oferta, me queda mucho hasta acabar la carrera y poder trabajar profesionalmente, es una buena oportunidad, puedo seguir practicando con el equipo de fisios - no quiero alargarme demasiado, porque cuanto más hable más se notará que lo tengo aprendido.

- Vale, eso lo entiendo, está muy bien, pero todo eso lo sabías ayer y aún así no querías renovar - dice coherentemente.

- Lo sé, pero la oferta económica era muy convincente - sé que eso no se lo va a creer, pero utilizo la carta más rastrera. - Tú no sabes lo que es pasar una vida sin saber qué va a ser de tu futuro, sin tener a nadie que te respalde, quiero ser independiente económicamente y no tener que preocuparme por eso.

Se queda en silencio, sé que he utilizado la excusa que nunca uso, me he victimizado con el tema de mi familia, algo que nunca he hecho y que odio que hagan, pero sabía que sería la única manera de convencerlo a él.

- Pero... - suena culpable y yo me siento como una mierda - ¿y la ansiedad?¿los ataques de pánico? - sin duda es el que mejor me conoce, porque sabe leerme como nadie.

- Ya lo llevo mucho mejor, supongo que era cuestión de acostumbrarme - suelto la mayor mentira de mi vida.

- Nils, joder, que soy yo, que te veo todos los días, no lo llevas mejor, contabas los días para poder terminar el contrato - lo sabe y yo lo sé, pero tengo que seguri adelante.

- ¿Qué quieres que te diga? No sabía que tenía que justificarte mis decisiones - le ataco desesperada.

- No tienes que justificarte, solo trato de entenderte - dice dolido.

- Lo siento, estoy cansada, no tenía que haberte dicho eso - me disculpo agotada.- No quiero tener esta conversación por teléfono, estoy agobiada con los exámenes, lo hablamos cuando vuelvas.

- Vale - dice resignado y cuando pienso que va a despedirse, añade - Nils, ¿estás bien? - y es en ese preciso momento en el que todo se rompe a mi alrededor, tengo que morderme el labio para no llorar.

- Sí, estoy bien, solo cansada - me freno cuando estoy a punto de decirle "te quiero", lo sé hace mucho, pero no es el momento.

- Cuídate, en nada estoy ahí contigo - me anima.

- Disfruta - le digo y cuelgo la llamada sin poder aguantar más las lágrimas.


POV PABLO

No me sorprende ver en la pantalla del móvil una llamada entrante de Ferran, ya me han llamado mis padres y mi hermana porque no entendían la decisión de Nia, estaban muy preocupados. Deslizo la pantalla contestando la llamada y escucho a Pedri de fondo diciéndole a Ferran que se tranquilice.

- ¿Hola? - pregunto.

- Pablo, espera un segundo - escucho la voz de Pedri hablándole a Ferran.- Me has prometido que ibas a hablar con él antes de tomar cualquier decisión.

- Vale - escucho a Ferran de lejos.

- Pablo - escucho a Pedri mas cerca del teléfono. - Ferran ha hablado con tu hermana y ahora quiere irse de la concentración para verla - me explica Pedri, es una locura, si se va no podrá volver.

- No era ella, sonaba perdida, estaba a punto de llorar - escucho la voz de Ferran desesperado y no sé qué decirle porque tiene razón mi hermana se ha apagado, dice que está agobiada por los exámenes, pero ayer no estaba así, fue después de esa reunión.

- Ferran, escúchame, estoy aquí, no la voy a perder de vista, no puedes venir, conoces las normas y además, ella no se lo perdonaría, lo que menos necesitamos es que se sienta peor - trato de tranquilizarlo y hacerlo entrar en razón.

- Estoy desesperado, no sé qué hacer, me siento tan impotente aquí - admite con la voz rota.

- Lo entiendo, te prometo que esta noche hacemos videollamada para que la puedas ver y te quedes más tranquilo.

- Por favor - me suplica.

- Pablo, tenemos que irnos, estábamos entrenando, si nos pillan con el teléfono nos tocará pagar multa - escucho la voz de Pedri.

- Vale, nos vemos esta noche - les digo.

- Nos vemos - termina Pedri.

Siempre somos muy discretos por teléfono por si alguien nos está escuchando, nada de palabras que puedan sugerir que somos algo más que amigos. 

Voy a ver a mi hermana, con la preocupación de Ferran sumada a la mía sobre mis hombros, está en su habitación estudiando, abro ligeramente la puerta y compruebo que efectivamente está en su escritorio estudiando. 

Se merece intentarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora