POV NIA
- ¿Quieres que le dé yo uno a Nis? - escucho a Pedri al sacar la cabeza del agua.
- Pedri que es mi hermana - se queja Pablo.
- Y Ferran es como un hermano para mi - se queja Pedri.
Estamos en la piscina de casa, he estado haciendo con ellos los ejercicios de rehabilitación, pero son como niños por lo que les he dado diez minutos de descanso, que realmente los necesitaba yo. Desde que Pedri y mi hermano se dieron un beso delante nuestro, no paran, son como imanes, por lo que Ferran los ha empezado a pinchar al respecto. Y su manera es tratar de poner celoso a Pedri, asegurando que si Pablo lo besa lo preferiría a él, al principio todo eran risas, pero no tienen límite y a Pedri ya no le está haciendo gracia.
- Niños, el recreo ha terminado - les digo interrumpiendolos.
- Uff, eso ha sido sexi - suelta Ferran y yo pongo los ojos en blanco.
- En serio, ¿hay algo que para ti no sea sexi? - pregunta Pablo.
- De tu hermana no - asegura Ferran.
- Pablo y Ferran cinco más - los vuelvo a interrumpir. - Pedri dos.
- ¿Qué? - pregunta mi hermano.
- ¿Por qué nosotros más? - pregunta Ferran.
- Por la bromita de los besos - les digo.
- Pero Pedri también ha participado - se queja Ferran.
- Cierto, Pedri una más por pensar que puedes usarme para molestar a Ferran - sentencio.
- Mierda Nis, lo siento, me estaba molestando mucho - dice Pedri arrepentido.
- Lo sé, por eso solo tienes que hacer tres.
- Verte así tan estricta es - dice Ferran.
- Sexi - termina Pablo por él.- Lo sabemos, Ferran, todo en ella es sexi, nos ha quedado claro el mensaje.
- Ferran, se está rifando una más y tienes todas las papeletas, concéntrate en el ejercicio, piensa más con la cabeza de arriba - todos rompen a reír tras mis palabras.
Seguimos con los ejercicios una hora más y me doy cuenta de que Ferran se acerca a Pedri, se disculpa y promete no volver a molestarlo más con eso si a él no le resulta gracioso. Se abrazan y todo queda olvidado, su amistad es así, tan intensa como pura, honesta y desinteresada.
Coloco las porterías de waterpolo que tenemos para la piscina, a mi hermano y a mi nos encanta jugarlo desde pequeños, siempre jugamos juntos, en esto no hay negociación como en el FIFA. Mi hermano lleva la pelota, mientras Pedri trata de quitársela, me impulso sobre Ferran para liberarme y que mi hermano me la pueda pasar, cuando lo hace, lanzo y la meto, evitando el intento de defensa de Pedri.
- Eso no vale, te has subido encima de mi - se queja Ferran.
- Me sorprende que te quejes de eso - se ríe mi hermano y yo no puedo evitar reírme, chocandole el puño por la broma fácil.
- Sí, la verdad que es raro - admite Ferran riendo.
- Ya sabes que no hay normas - le recuerdo.
- Vale, sin normas - acepta con una sonrisa sospechosa.
Seguimos jugando y de repente me abraza por detrás impidiendo que pueda moverme, me besa el cuello, lo que me desconcentra por completo, dejándome boqueando esperando por más, quedando completamente neutralizada para que Pedri le coja la pelota a mi hermano y marque. Miro a Ferran frustrada y me recuerda:
- Sin normas.
- Me importa una mierda que hayáis marcado, pero no vuelvas a empezar algo y cortarlo así - digo irritada. - Porque a ese juego podemos jugar los dos.
- Tengo miedo - admite.
- Deberías tenerlo - lo amenazo.
Cojo la pelota y se la paso a mi hermano, nado llegando hasta la portería aprovechando que Ferran sigue desconcentrado, lanzo directa dentro. Cuando trata de pasarle la pelota Pedri a Ferran me pongo delante para defender, por lo que juego su mismo juego alargando mi mano hacia atrás, deslizando mis dedos por su abdomen hasta el borde de su bañador. Se queda completamente fuera de juego, por lo que alcanzo la pelota y vuelvo a marcar.
- Sin normas - le susurro en el oído subiéndome en su espalda, aprovechando para morderle el lóbulo de la oreja.
- Me rindo, no puedo jugar a esto, ya he perdido antes de empezar - admite.
- ¿Ya? - le digo al oído mientras sigo sobre su espalda. - Me estaba gustando - le digo justo cuando él me desliza sobre su cuerpo, dejándome frente a él. Enrosco mis piernas en su cadera, acercándome más a él, miro por encima de su hombro para avisar a los demás de que dejábamos de jugar, pero Pedri tenia atrapado a mi hermano contra el borde de la piscina, y ya no pensaban en jugar, por lo menos a waterpolo.
Noto las manos de Ferran en mi espalda baja, por lo que vuelvo a mirarlo a él, me acerco a escasos milímetros de su boca.
- Creo que hay algo que has empezado y no has terminado - le susurro en los labios.
- Grave error por mi parte - admite sin apartarse ni un milímetro.- Debería solucionarlo.
- Deberías - le digo en apenas una exhalación, siendo demasiado consciente de sus manos en mi espalda y sus labios a milímetros.
Mueve su cabeza hasta mi cuello, comenzando con breves besos, pero poco a poco comienza a incorporar la lengua como me gusta y yo le beso su cuello en respuesta. La sangre me empieza a fluir como lava encendida, por lo que me alejo un poco.
- A mi habitación - le digo entre respiraciones entrecortadas, se queja con un gemido, pero me sigo cuando salgo de la piscina.
Cojo nuestras toallas, le pongo a Ferran la suya por delante, tratando inútilmente de tapar el bulto de su bañador, aunque Pablo y Pedri parecen estar a lo suyo, no nos presentan ningún tipo de atención. Entramos en casa, cuando llego al pasillo comienzo a correr y escucho a Ferran reír detrás de mi, comenzando a correr también.
Cuando llega a mi habitación, yo ya me he quitado el bañador, para no mojar todo y él se baja el suyo, cerramos la puerta y lo empujo a la cama, dejándonos llevar una vez más. Me estoy volviendo adicta, adicta a él, adicta a lo que me hace sentir, adicta a quién puedo ser con él y cada vez soporto menos los periodos de abstinencia.
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Se merece intentarlo
FanfictionNia es la hermana de vida de Pablo (Gavi), no conoce otra vida que La Masia y el fútbol es su futuro. Pero, ¿es su sueño?