36. Mellizos del alma

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- Oyeeeee - escucho la voz de Pablo acercándose.- Es mi cumpleaños y es mi hermana, no me habéis dejado hablar con ella.

- También es mi hermana y la veo menos que tú - se gira Aurora para contestarle.- Te quiero, peque - me dice a mi, justo antes de que mi hermano le quite el móvil.

- Yo también te quiero, gracias por todo - le grito para que me oiga, ya que Pablo le ha quitado el móvil y está tratando de apartarla.

- Estoy celoso - se queja y yo sonrío porque es como un niño pequeño.

- Sabes que no tienes motivo - me defiendo.- Eres mi mellizo del alma.

- Hacía mucho que no escuchaba eso - dice sonriendo complacido.

- Me lo ha recordado Rora - le explico.

- ¿Habéis estado hablando de mí? - pregunta.

- Entre otras cosas, pero me he enterado de que me echas de menos y yo que pensaba que había sido desbancada y preferías a otro canario.

- Tú siempre serás mi melliza del alma, si estás lejos siento que me falta algo.

- Lo sé, me siento igual, a veces me duele físicamente - le confieso.

- En el pecho - confirma y yo asiento..

- Pero, estás bien, ¿verdad? - le pregunto preocupada.

- Estoy bien, estoy rodeado de mi familia y del amor de mi vida, pero me faltas tú.

- No puedo creer que hayas dicho eso, me encanta esta nueva faceta tuya de admitir abiertamente tus sentimientos.

- Se siente liberador - admite.

- Siempre pensé que si me enamoraba me sentiría vulnerable, iría con el freno de mano para que no me hicieran daño, pero no puedo, lo quiero todo y no puedo evitar darlo todo.

- ¿Tienes miedo? - me pregunta curioso.

- Siempre tengo miedo, temo perder a cualquiera que me importa, pero con Ferran me siento segura, puedo ser yo misma y puede ser que tanta confianza me acabe destruyendo, pero se ha ganado mi confianza día a día.

- Te quiere mucho - me asegura Pablo.

- Lo sé, pero no soy una persona fácil, tú lo sabes mejor que nadie - le explico.

- Nini - me interrumpe mostrando su desacuerdo, pero yo sigo.

- Convivo con el miedo a diario, todo me supera y a veces siento que llegará un día en el que él se cansará de tener que levantarme tras cada caída. Desde que estamos juntos le he quitado años de vida, siempre preocupado por cuando voy a caer.

- Nia, te voy a ser muy claro porque necesito que veas la realidad y no tu versión distorsionada. Eres la persona más valiente que conozco porque convives con el miedo y lo enfrentas cada día, no permites que te detenga y cuando te caes, te levantas, no importa si necesitas ayuda o no, porque para eso estamos.

- No quiero ser el juguete roto - le confieso y no sé cómo hemos llegado a esta conversación tan profunda.

- No lo eres, nunca lo has sido - me asegura. - Quiero abrazarte - dice abatido.

- Quiero que me abraces - le confirmo.

- Solo quedan cinco días - me tranquiliza.

- Si llegamos a la final - digo poco confiada.

- Llegareis - muestra la confianza que yo no tengo.

- Tengo que irme a entrenar - le digo al ver la alarma de mi móvil. - Te quiero mucho, termina el día increíble y te deseo toda la felicidad del mundo, hermanito. FELIZ CUMPLEAÑOS!! HAPPY BIRTHDAY!! - bromeo para terminar la llamada y me sonríe entendiendo por qué se lo digo.

- I love you, sister - termino la llamada sonriendo.


POV PABLO

Cada día estoy más preocupado por mi hermana, termina la llamada con una sonrisa que no le llega a los ojos. No soy el único que se ha dado cuenta, toda la familia está preocupada y Ferran me escribe todos los días porque no la ve bien. Desde que renovó, algo en ella se apagó, todos sabemos que hay algo más detrás, pero no quiere decir nada al respecto y si algo sabemos de Nia es que si la presionas se cierra.

- FELICIDADES!! - escucho la voz de Pedri a mi espalda mientras me abraza. Me giro y lo abrazo emocionado.

- Te he echado de menos, tenías que haber venido - me quejo.

- Era un día familiar y tenía las pruebas médicas - me explica como las últimas veces que lo hemos hablado.

- Tú eres mi familia también - me besa emocionado por mis palabras.

- El año que viene - me promete.

- Pero te quedas esta noche, ¿no? - le pregunto ansioso.

- Sí, ya no me voy de tu lado - me asegura.

- El mejor regalo de cumpleaños - le digo.

- Pues tengo más - me dice ilusionado.

- Sorpréndeme - le reto.

- Me dijeron que no puedo entrenar con el resto porque todavía no estoy recuperado por completo.

- Eso no suena como una buena noticia, menos como un regalo.

- Espera - se queja. - Porque tengo que entrenar a un ritmo de lesionado, y ¿quién más está lesionado?

- ¿Vas a entrenar conmigo? - digo ilusionado.

- Los dos solos - me asegura sonriente.

- Eso sí que es un regalo, contigo todo es mejor - le digo honestamente.

- Casi me alegro de la lesión para poder hacerte compañía - dice.

- Pedri, no digas eso ni en broma, ojalá nunca te hubieras lesionado, prefiero estar entrenando siempre solo a ver como te haces daño.

- Lo sé, lo sé - me abraza tranquilizándome. - Ha sido un comentario absurdo.

- Pues sí, no soy el único que los hace - le digo más tranquilo. - Vas a echar de menos a Ferran.

- Creo que él me va a echar más de menos a mí, aunque le toca entrenar con Lamine y tu hermana estará tan contenta de que su polluelo esté protegido - sonrío dándole la razón.

- Y Ferran será feliz por hacerla feliz - termino yo, intuyendo lo que iba a decir. - Espero que con él se abra más que conmigo, no me ha contado cómo ha llevado toda la atención en las vacaciones.

- Bueno, pero sabes que a Nia se lo contó, con Nico son dos cabezas locas y menos mal que ella les hizo entrar en razón.

- Está siendo demasiado para él, no se trata de la edad, tiene 17, pero es tan inocente e ingenuo como un niño - digo preocupado.

- Suenas como tu hermana - me dice.

- Gracias por el halago - digo orgulloso.

- Tiene suerte de teneros me asegura.

- Formamos algo muy bonito en la Masía, tenias que vernos. Mi hermana toda pequeñita, queriendo esconderse entre Fermin y yo, pero luego se acercaba Lamine y se ponía delante de él para protegerlo - digo recordando los buenos tiempos.

- Me da un poco de envidia - admite.

- No tienes porqué, este último año hemos fortalecido todo contigo y con Ferran, ya formas parte - le aseguro.

- Me da tanto miedo pensar en el día que alguno nos tengamos que ir - dice angustiado.

- Yo también he visto la noticia - digo entendiendo por dónde van sus miedos, sin necesidad de que los verbalice. - Pero seguro que no es cierto, no van a vender a Ferran, ha sido el máximo goleador del equipo la temporada pasada.

- Lo sé, pero Flick quiere cambios - sigue preocupado.

- Me has dicho que vuelve mañana a entrenar - lo tranquilizo.

- Sí, eso me ha dejado más tranquilo.

- Vamos a confiar, llevamos una temporada lesionados, merecemos algo de suerte.

- Nos la merecemos - dice y yo me doy cuenta de la verdad de sus palabras. 

Se merece intentarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora