POV NIA
Terminamos el partido de semifinales contra Brasil completamente devastadas, no hemos dominado en ningún momento, cuando por fin ha sacado a Alexia hemos encontrado un poco más de ritmo, pero ya era tarde. Los goles de Salma no han sido suficientes y la actitud de las rivales ha dejado mucho que desear, en especial con Cata, que está completamente destrozada.
Me acerco a Salma que está aguantando las lágrimas a duras penas en mitad del campo tras el pitido final, le agarro la mano en señal de apoyo, pero ella tiene la mirada perdida en el horizonte. Noto como viene Alexia, le roza la mejilla consolándola, le pasa un brazo por la espalda y nos la llevamos hacia el vestuario, nos lameremos la heridas en privado, no en el campo. Me paro a consolar a Cata y acompañarla al vestuario, pero en ese momento nos indican a ambas para ir a la zona de entrevistas. Yo no voy a las entrevistas, las evito tanto como puedo, pero en este caso no tengo escapatoria, nos escoltan hasta ahí y yo siento la ansiedad subiendo desde mi estómago, tengo que contener las arcadas.
Me detienen junto a un periodista que todos conocemos, y me falta la respiración, es reconocido por la dureza de sus palabras, yo no lo he tenido que enfrentar nunca, pero noto en su mirada que me tiene ganas.
- Nia Gómez, tenía muchas ganas de poder hablar contigo - dice con un tono muy desagradable y yo solo alcanzo a asentir, formando algo parecido a una sonrisa. - ¿Qué tienes que decir del partido de hoy?
- Buenas noches, creo que todo el mundo ha podido ver que han sido superiores a nosotras, hemos perdido balones importantes, han dominado el partido y nosotras no hemos sabido seguir el ritmo. Creo que tenemos mucho que analizar, pero sabemos hacerlo mejor y volveremos a hacerlo mejor. Pelearemos el bronce y trataremos de jugar al nivel que sabemos hacerlo - digo todo de golpe, para evitar sus preguntas y poder irme, pero no funciona.
- Agradezco que hagas autocrítica, pero has hablado de la actuación del equipo, pero ¿qué nos puedes decir de tu participación? - no me permite contestar y sigue él.- Eras la gran apuesta de estos Juegos Olímpicos y no te hemos visto, lenta en el campo, con pases inseguros, perdiendo balones - no puedo escuchar todo lo que dice porque me falta la respiración, estoy bloqueada, no sé qué contestar.- ¿Crees que ha sido un error contar contigo para estos Juegos?
- Creo que he demostrado mucho a lo largo de la temporada y por eso me convocaron, soy consciente de que no he hecho un buen partido, pero como ya he dicho analizaremos los errores y trataremos de mejorar - digo con un hilo de voz, pero fingiendo seguridad.
- ¿Un partido? Querrás decir, todos los Juegos - sigue y yo ya no tengo respuesta.
- Nos ha quedado muy clara tu opinión, pero eso no parece una pregunta, así que si ya has terminado, nos tenemos que ir - le interrumpe Alexia, me pasa la mano por la espalda y yo me acerco a ella, tratando de huir.
Cata ha acabado su entrevista y se pone a mi otro costado, por lo que entre las dos me sujetan para que no caiga, hasta que llegamos al vestuario, en el que me dejo caer en el banco. No escucho lo que me dice, solo escucho mis latidos, muy fuertes y acelerados, me miro a las manos y me doy cuenta de que me he clavado las uñas en las palmas. Tere se arrodilla frente a mí, acariciándome las manos para que las abra y su cara cambia cuando ve las heridas y la sangre en ellas.
- TENÉIS QUE PROTEGERNOS - escucho gritar a Alexia, está muy cerca, pero mi mente está muy lejos, creo que se dirige a la seleccionadora y su equipo. - OS LO ADVERTIMOS, A ELLA LA DEJABAIS FUERA DE LAS ENTREVISTAS, OS LO DIJIMOS DESDE EL PRIMER DÍA - nunca la había visto tan enfadada.
Apenas noto cuando uno de los médicos desinfecta las heridas de mis manos, Tere se ha sentado junto a mi y me desliza la mano por la espalda para calmarme, creo que también me está hablando, pero no consigo escucharla.
- Además con ese "periodista" - dice Irene casi escupiendo la palabra, uniéndose a Alexia.
- Ese no sabe lo que es el periodismo - suelta Athenea.
- Nos vamos a llevar a Nia al hotel para que descanse - dice muy segura Jenni.
- Tenemos que hablar del partido - dice Montse.
- No vamos a hablar de nada ahora - sigue Jenni cada vez más enfadada.- Si vosotros no nos protegéis, lo haremos nosotras, y ahora mismo nos llevamos a Nia.
- No os preocupéis por mi - digo en apenas un hilo de voz.- Estoy bien - lucho para encontrar mi voz mientras me levanto para ir a la ducha.
- ¿Dónde vas? - me pregunta Salma deteniéndome.
- A ducharme - sigo con el piloto automático activado y todas parecen notarlo.
- No puedes mojarte los vendajes - me indica el médico.
- Pero tengo que ducharme - digo sin entender porque me he obsesionado con eso.
- Nia, mírame - me indica Alexia colocándose frente a mi. - Nos vamos al hotel y ahí nos duchamos, ¿vale? - y yo solo puedo asentir, porque mi cerebro no sigue el ritmo habitual.
Me abraza ayudándome a caminar, no sé por qué mis pies no funcionan bien, noto que todas nos siguen y mi bolsa la lleva Salma, además de la suya. En el autobús, nos sentamos en los últimos asientos y yo me tumbo apoyando la cabeza en las piernas de Alexia que me acaricia el pelo, me quedo dormida, agotada y pérdida.
Cuando llegamos al hotel, cada una se va a su habitación, excepto Alexia, Irene y Jenni que vienen junto a Salma a nuestra habitación. Se quedan esperando hasta que me he duchado y me meto en la cama, solo quiero dormir, no pensar más.
Me despierto de repente en mitad de la noche, veo a Salma durmiendo en su cama, todo lo que ha pasado hace unas horas viene de golpe. No consigo respirar, reconozco el ataque de pánico inmediatamente, me voy al baño con la luz del móvil, pero no cierro la puerta, no me fío de mi cuerpo ahora mismo. Me apoyo en el lavabo, contando los segundos entre inspiración y espiración, pero no llega el aire a mis pulmones, me fallan las piernas por lo que me dejo caer en la pared junto al inodoro, doblo las rodillas y meto la cabeza entre ellas, tratando de concentrarme. No soy consciente de que llevo todavía el móvil en la mano hasta que comienza a iluminarse la pantalla, lo tengo en silencio, es una llamada de Ferran, veo que tengo notificaciones de muchas otras llamadas antes que esta. Soy muy consciente de que no puedo contestarle estando así, pero cuando se me cae el móvil de la mano, debe contestarse solo, porque de repente escucho la voz de Ferran gritando.
- NIA, ¿DÓNDE ESTÁS? NO TE VEO - sigo concentrada en respirar, por lo que no puedo darle una respuesta.
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Se merece intentarlo
FanfictionNia es la hermana de vida de Pablo (Gavi), no conoce otra vida que La Masia y el fútbol es su futuro. Pero, ¿es su sueño?