Capítulo Dieciséis

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16.- En el lugar del perro

—Jos...—me acerqué a él moviéndolo un poco. Jos se retorció y gimió—. Jos despierta, es hora de irte. Mamá y mi hermano han llegado ya—Jos al oír esas palabras saltó de tope saliéndose de la cama para poder cambiarse.

— ¿cómo pude quedarme dormido...Sofía? —Jos dijo terminando de ponerse su camiseta.

Me cambié al igual que Jos, poniéndome la misma ropa que traía horas antes, antes de que hiciera lo que hice con Jos. Oí la puerta abrirse y la risa de mamá proveniente de abajo se hizo presente, segundos después la de Dav.

Miré a Jos pidiéndole con la mirada que saliera de aquí lo antes posible, pues mi madre ni mi hermano nos podían encontrar aquí, en la misma habitación.

— ¿Piensas salir ahora? —pregunté.

— No Sofía, esperaré a que alguien suba, les digo hola, tuve sexo con Sofía y fue realmente asombroso. Les agradaría ¿no crees? —Jos rió por lo bajo, le di un golpe en su brazo y negué con la cabeza —. Saldré por la ventana, no creo que sea tan alto—Jos se asomó por la ventanilla mirando qué tanto tenía que bajar —. Tú solo ve y entretenlos.

Asentí y caminé hacía la puerta, pero antes me volví a Jos y le di un beso en los labios, él me tomo por la cintura y mordió mi labio inferior, haciéndolo sangrar más de lo que ya estaba.

— Será mejor que bajes. —Jos susurró, volví a asentir y salí de la habitación bajando hacía la cocina.

— Hola cariño —mi madre se acercó y beso mi frente. Me impacte un poco pues no seguido hace eso y era raro que lo hiciera hoy —. Tenemos buenas noticias... ¿Sofía, por qué te esta sangrando el labio?—mi madre preguntó. Pasé mi mano por mis labios y le miré sin decir nada.

— La mordió su novio, de seguro es eso —Dav dijo desde la cocina riendo.

— Eso no es cierto Dav, me he tropezado—caminé hasta él donde le quite su pedazo de dona que estaba comiendo, terminándola yo de comerla.

Mi celular sonó, sabía que era un mensaje de Jos, le di la espalda a Dav y lo abrí:

"Ya he salido de tu cuarto gatita, hoy me la pase genial. Te veo después :)"

"Ok :)" fue lo único que le conteste, pues Dav intentaba ver sobre mis hombros que era lo que me habían mandado.

— Bien Sofía como te decía hay buenas noticias sobre la mudanza, ya es seguro mudarnos —mi madre dijo, voltee a ver a Dav y él sólo sonrió, después pasó por mi lado sentándose en el sofá.—. Te encantará estoy segura. Es más grande que esta...

— Mucho más —Dav interrumpió sin apartar la vista del televisor.

— Si... bueno como te decía, te va a encantar. Pronto cumplirás dieciocho —pellizco mis mejillas y Dav rió por tal hecho—podrías hacer una fiesta...sólo una pequeña.

-o-

Al terminar de comer la lasaña que mamá había cocinado, nos sentamos en el sofá, Dav con su Xbox que había comprado unos años atrás se puso a jugar "halo" mientras yo estaba en mi móvil revisando Facebook y mandando mensajes a Chloe.

Al día siguiente desperté de mala gana. Era lunes, por lo que vi Dav había madrugado, pues ya estaba abajo seguramente desayunando, ya que lo mejor que puede hacer es eso, comer. Me metí a la ducha el agua estaba caliente así que no me costó tanto trabajo. En cuestión de diez minutos salí, me cambié y cepille mi cabello. Tomé mi bolso de donde lo había dejado anteriormente, el viernes para ser precisa.

Bajé las escaleras, deje mi bolso en la entrada de la puerta y me senté en la mesa. Como dije Dav ya estaba comiendo.

— Buenos días, Sofía—mamá saludo poniendo mi plato en mi lugar—. Como le dije a Dav en esta semana a la otra nos mudamos.

— Yo ya escogí mi habitación, te quedarás en la casa del perro enana... —Dijo Dav y rió, le di una patada por debajo de la mesa.

— ¡Oye!

— Dav te llevará a clases y te traerá...entendido —mi madre ordenó y caminó de nuevo a la cocina.

— Entra al auto. —Dav se puso de pie yendo hacia fuera. Hice lo mismo, me despedí de mama y salí introduciéndome en el coche.

Íbamos discutiendo sobre quién dormiría en el lugar del perro, obviamente nadie lo haría pero a Dav le encanta fastidiarme al igual que me encanta hacerlo yo con él.

Dav aparcó el auto frente al instituto, le revolví el cabello y salí. Caminé hasta donde Chloe estaba sentada, estaba entretenida en su móvil, haciendo caras chistosas y tiernas.

— ¿Platicando con Stheven? —pregunté , ella rió por lo bajo y asintió un poco avergonzada.

— Realmente amo a Stheven, él...él es una persona maravillosa Sofía, la persona que he estado buscando en toda mi corta vida—suspiro—. Por cierto pregunto tu amigo por ti...el chico que llegó a sentarse un día con nosotros.

— ¿Isaac? —era más que obvio que fuera él.

— Si...él, Isaac. Dijo que te esperaba en las gradas a finales de clases, no me dijo para qué exactamente —asentí con la cabeza, el timbre sonó y fuimos a clases.

El profesor llego un poco tarde, así que mientras llegaba Chloe no se separaba de su móvil, realmente estaba muy enamora, no la había visto nunca de esa manera. Si alguna vez Stheven le rompía el corazón, no solo ella iba a salir lastimada, pues yo me encargaría de hacerlo sufrir.

Mientras que el profesor hablaba sobre la gravedad que hay me puse a garabatear mi libreta, hacer eso me resultaba más interesante, que lo que decía el profesor.

Salimos al receso, me recosté en el pasto que había, tome prestados las gafas de Chloe y me los coloqué para que la luz no calara en mis ojos.

— Me alegra que las clases hayan terminado —dije aliviada. Normalmente faltaría una clase pero el señor Frattini no se presentó por una alergia.

— Si...

— ¿Me acompañaras a ver a Isaac? —me giré a Chloe

— No, lo siento ya he quedado con Stheven —asentí y suspire—. Lo siento en verdad ¿Tu hermano vendrá por ti, no?—asentí nuevamente.

Nos informaron que ya podíamos salir, Chloe se despidió y yo caminé hasta las gradas. Crucé mis brazos y me senté.

— Hola Sofí—Isaac saludo—. ¿Hay algo nuevo?—negué con la cabeza, Isaac sacó un cigarrillo y lo metió a su boca.

— Algún día eso te hará daño —apunté con mi dedo su cigarrillo —. Si no tu mismo causaras que te echen del instituto.

— Qué mas da ¿Quieres uno? —volví a negar. Isaac me ayudó a ponerme de pie, y caminamos hasta la salida.

— Y bien, para que me querías...

— Yo realmente para nada, es Jos, él me pidió que te dijese que estuvieras en la salida.

Me senté junto con Isaac, su humo me calaba pero ya me había acostumbrado como para soportarlo. Vi el auto de Jos aparcarse frente a nosotros. Él salió de su auto y caminó hacia mí. Isaac no le dio importancia y volteó para otra dirección.

— Hola Sofía, ven te quiero mostrar algo —Jos cogió mi mano, pero antes de que me introdujera en su auto, el auto de Dav se aparco frente al de Jos.

Isaac, Jos y yo lo observamos, mi hermano salió y se quedó paralizado al vernos tomados de la mano.






Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora