Capítulo Cuarenta y Cinco

8.3K 597 71
                                    

45.- Intentando provocarte

Me miró por unos segundos para luego coger su bóxer que estaba tirado en el suelo. Volvieron a tocar una vez más, provocando que Jos pasará sus manos por su cara para luego refunfuñar.

—Escóndete en el baño—me ordenó y asentí. Cogí mi ropa y me adentre al pequeño cuarto, cerrando la puerta con cuidado para hacer el menos ruido posible—. ¿Mamá?—la voz de Jos hizo hueco en toda la habitación—. ¿Qué haces aquí? Deberías de estar dormida.

—Deberías hacer tú lo mismo. ¿Estás con alguien?—quiso saber y Jos no respondió, no durante unos segundos.

—¿Qué hay si, sí? y ¿Qué hay si, no?— Jos rió por lo bajo.

—¿Has tomado?

—No, no lo he hecho. ¿Puedes irte ahora? Estoy muy cansado.

—Cariño, yo solo vine a averiguar lo que escuché. No imaginé que vendrías hoy y a estas horas de la noche. No olvides que mañana hay clases y mañana tenemos muchas cosas de que hablar.

—Lo que digas.—fue lo último que dijo Jos antes de que escuchará como la puerta era cerrada de un solo empujón.

La puerta del baño fue abierta por Jos, él se cruzo de brazos y sus ojos me fueron examinando de la cabeza a los pies. Hasta llegar de nuevo a mis ojos en donde sonrió al ver cómo le levantaba el dedo del medio por mirarme desnuda.

—Debiste de haberte vestido, Sofía —  Jos echó su cabeza hacía atrás riendo.

—Debí de hacerlo.—le arroje a la cara mi camiseta y luego lo obligue a salir para que esta vez pudiera vestirme.

Con sólo mi ropa interior puesta, volví abrir la puerta, está vez Jos ya se encontraba acostado en su cama y con su móvil en la mano. Fijo los ojos en mí para después volver a la pantalla de su celular, el chico sonrió y enseguida dejó el móvil a su costado para volver a mirarme con aquella sonrisa.

—¿Estas intentando provocarme? — Jos quiso saber y está vez fui yo la que sonrió—. Porque si es así lo estás logrando tan fácilmente, gatita.

—Pensé que podríamos tener una segunda ronda—metí mi dedo pulgar sobre el borde de mis bragas estirándolas para luego soltar y que el resorte golpeara contra mi piel. Mordí mi labio inferior y lo miré mientras con una de mis manos recorría todo mi cuerpo—. Estoy bromeando—y solté a carcajadas.

Jos me miró fijamente haciendo ningún gesto alguno, al verlo me di cuenta que estaba realmente muy enojado pero eso no evitaría que yo parara de reír.

—¿Sabes que puedo levantarme de la cama, correr hacía ti y follarte toda esta noche restante? —Jos levantó una ceja y volvió a sonreír.

—Inténtalo.

—Ganas no me faltan y lo sabes, princesa.

-o-

Amanecí junto al lado del pecho de Jos, sus palpitaciones eran pesadas e imaginé que seguramente había dormido bien. Levanté un poco mi cabeza lo suficiente para tener una gran vista a su rostro, inhalaba por la nariz y exhalaba por la boca y eso se me hizo muy tierno.

—Buenos días, Jos— le di un pequeño golpe en su pecho y al ver que no se despertaba opte por darle unas pequeñas palmadas en la mejilla.

—Uhm—Jos se quejó y rodeó su mano a mi cintura—. Eso dolió— su voz era grave y ronca y no pude evitar llevar mis labios a los suyos, el chico sonrió entre el beso y enseguida se aparto—.  Tu aliento apesta— arrugo su nariz provocando que sus ojos disminuyeran de tamaño.

Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora