Capítulo Siete

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7.- Sr. Frattini

Después de llegar de la fiesta en plena mañana y de subir por la ventana de mi habitación, me recosté en la cama para dormir un poco más. Lo único que escuchaba rezumbar en mis oídos era todo lo que Dav me estaba diciendo, a lo cuál ni siquiera le ponía atención a ninguna de sus palabras.

Sonó la alarma para ir al instituto, maldije ya que sólo había dormido quince minutos, ahora me imagino las ojeras en mis ojos. Me coloqué de pie y caminé hasta el baño para poder darme una ducha y vestirme.

— ¿Quién era ese chico Sofía?— mi hermano se recargo en el marco de la puerta para luego cruzarse de brazos.

—Nadie importante Dav—dije mientras colocaba rímel sobre mis pestañas—. Nadie importante. —volví a repetir.

— ¿Nadie importante? Saliste con él Sofía, acabas de llegar hace algunos minutos. ¿Y no es nadie importante?

—Dav es solo un amigo...—Pasé al lado de él, tomé mi mochila y bajé a la cocina.

Tal vez si era un poco raro de que saliera con Jos y no regresará hasta un día después. Pero no le daría explicaciones a Dav de mi relación con Jos.

«tal vez no por el momento» «o tal vez nunca lo haría»

Mamá se encontraba haciendo el desayuno en la cocina, colgué mi mochila sobre la silla y esperé mi desayuno.

—Buenos días—Dav habló mientras bajaba las escaleras, luego se sentó a mi lado.

—Mamá ¿cuándo nos quitaras el castigo?—pregunté.

—Cuando aprendan que hay reglas en está casa...

Al acabar de desayunar tomé mi mochila de la silla, al igual que Dav, mamá se puso de pie y caminamos a su coche.
Subí a la parte de atrás mientras que Dav subía al asiento del copiloto. Durante el recorrido tuve que soportar los tarareos de mi hermano de cada una de las canciones que se escuchaban en la radio.

Salí del auto y caminé por el pasillo. Chloe se acercó a mí y caminó a mi lado. Las clases empezaron. Fuimos a nuestros salones y nos sentamos en nuestros lugares.

El Sr. Frattini es nuestro profesor de unos cincuenta, quien nos enseña a hablar el italiano, entró por la puerta, nos indicó que sacáramos el proyecto de la semana pasada y adivinen quién no lo hizo.

«Mierda» mi cerebro repetía esa palabra cada segundo.

Fue nombrado a cada uno de los alumnos para pasar a entregárselo. El Sr. Frattini llevaba entre sus brazos una hoja para registrar nuestro proyecto.

—Sara Rodríguez...Gema Collins...Chloe Williams—Chloe se acercó al profesor y le entregó el formato—Karen Ortiz... Sofía Gil...

Al oír que el Sr. Frattini me llamaba para entregarle mi proyecto, las manos me comenzaban a sudar. Abrí mi boca para poder dar una explicación pero me fue imposible hacerlo, así que la volví a cerrar.

—Señorita Gil, ¿me puede entregar su proyecto? —Frattini se acercó a mí extendiendo su mano esperando mi formato.

Negué con la cabeza y él alzó ambas cejas.

—Yo... lo siento, lo olvidé—al decir mis palabras que con dificultad pude hablar, el Sr Frattini bajó sus anteojos e inclinó su cabeza hacía abajo queriendo pensar que era una broma mía. Al notar que hablaba en serio colocó su hoja sobre su escritorio y dijo:

—Miss Gil 'vi siete persi uno. Si tratta di un pasticcio!

—Señor Frattini en serio lo siento mucho, no fue mi intención olvidarlo.

Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora