11.- Nos mudamos
Entré rápidamente al auto, Dav arrancó y vi por el retrovisor a Jos saliendo del edificio maldiciendo algo que me era imposible identificar. Jos se había enfurecido y yo notaba eso.
— ¿Pasa algo, Sofía? —mi hermano me volteó a ver por unos segundos, luego volvió a su postura anterior.
—No, no pasa nada. — David notaba que nada iba bien, pero yo no podía decirle ni lo más mínimo. No quería que mi hermano se enterase de absolutamente nada, porque si fuera de esa manera las cosas podrían empeorar y yo no quería eso.
— ¿Segura?
—Lo estoy, David no tengo porque mentirte. ¿Desde cuándo lo he hecho? —Dav me volvió a mirar nuevamente y negó con la cabeza mientras que soltaba un fuerte suspiro.
Tragué en seco y exhale profundo porque le he estado mintiendo desde que conocí a Jos y no tengo la más mínima idea de cuánto durará esto, de mentirle a tantas personas por culpa de él.
Dav aparcó el auto frente a casa, salí y caminé hasta la puerta. Mamá me hizo el favor de abrir, le di un beso en la mejilla y me tumbe en el sofá.
— ¿Ha terminado el castigo? Porque sinceramente ya no soporto nada de esto. —quise saber.
—Sí, sólo espero que sigan las reglas en está casa porque para la próxima el castigo durará más —mi madre nos miró a ambos, david y yo asentimos. —. Pero Sofía, no volverás con Chloe. —fue lo último que dijo antes de subir por las escaleras.
Después de que mamá subiera, tomé un poco de leche de la nevera y un par de galletas que se encontraban en la alacena. Sostuve ambas cosas con mis manos y caminé hasta las escaleras subiendo a mi habitación y a la de Dav.
—Sólo come despacito —Dav habló desde el sofá. Me volví hacía su dirección levantando el dedo del medio, enseguida de una sacada de lengua—. Recuerda que hay modales en esta casa y si los desobedeces habrán consecuencias. — dijo riendo provocando que yo también lo hiciera.
Coloqué el vaso de leche sobre la pequeña mesa de al lado y las galletas en la cama. Después de apretar varias veces mi dedo sobre el pequeño botón del control de la televisión, encontré una buena película. Mi celular vibro dos veces mientras que el filme de acción se reproducía.
Mensaje de Chloe y mensaje de Jos
"Paso por ti a las nueve" -Chloe
Me quedé pensando en el mensaje de Jos, si es correcto leerlo o si de plano lo elimino sin saber qué es lo que dice. Pero la curiosidad me gana. Deslizo mi dedo sobre la pantalla, provocando que el mensaje se abriera.
"¿Es en serio esto?, por favor Sofía, perdón si te ofendí, perdón si te hice sentir mal"
Pienso en que responderle, ni siquiera tenía idea de qué decirle, temía contestarle algo realmente absurdo o algo en que Jos se diera cuenta que todo estaba bien cuando en realidad todo apestaba. Cuando lo hago finalmente tecleo:
"Jos guárdate tus palabras, como dijiste, puedo ir a acostarme con alguien más ¿cierto?"
"Vamos, cariño. Los dos sabemos que no lo harás"
Leí su último mensaje, pero no quise responderle, así que lo único que pude hacer fue dejar mi móvil a un lado.
Quedé dormida después de que acabé de tomar mi leche y comer mis galletas. Estaba muy cansada, pues hoy fue un día agitado y agotador.
Los ronquidos por parte de Dav me despertaron, le aventé una almohada en la cara, intentando callarlo pero fue imposible. Miré el despertador que estaba al lado de Dav, este marcaba las 6:30 am.
Buena hora para despertar entre semana, pero no los sábados. No hoy.
Me recosté boca abajo, y sostuve una almohada con mis manos sobre mi cabeza, haciendo que sus ronquidos se hicieran más silenciosos.
Y funcionó pues pude dormir dos horas más tarde.Volteé al lado en que se suponía que dormía Dav, ya no estaba, seguramente estaba abajo desayunando o quizás haya salido. Me cepille el cabello y bajé a la primera planta, sin molestarme de cambiarme de ropa.
—Buenos días dormilona. —fue lo primero que dijo Dav al verme bajar las escaleras.
—Ni tan buenos, pero gracias. —di un bostezo y él sonrió.
—Mamá ha salido. Nos mudaremos. — dijo sin apartar su vista de la computadora—. Ha pedido que demos una opinión acerca de una casa.
—Quiero que tenga al menos cuatro habitaciones, no quiero dormir a tu lado nunca más. —me dirigí a la nevera y saqué el jugo de manzana.
—No tomes de la botella, por eso los vasos existen y fueron inventados con un propósito. — solté una risilla porque sinceramente estaba a punto de llevar el embase a mi boca.
-o-
Estaba a punto de dar las siete de la tarde, faltaban dos horas para que Chloe pasará por mí. Ya había pedido permiso a mamá para salir con Chloe, me había dicho que tendría que llegar a la una y media como máximo, si no volvería a castigarnos a ambos. Algo que no quería que volviera a suceder.
Me encontraba viendo mi closet, no tenía ni idea de que ponerme para está noche. Saqué tres vestidos, uno color negro, uno blanco y el otro azul oscuro. Los coloqué sobre la cama junto con los accesorios que iba a llevar.
— ¿Qué haces? —la voz de David se escuchó, al girarme él se encontraba recargado en el marco de la puerta
— ¿Cuál crees que debo ponerme? —quise saber y él llevo su mano a su nuca en donde rasco de ella. David miró con atención los vestidos y negó con la cabeza.
—Ninguno, son muy cortos. Podrías llevarte un pantalón y un suéter, te aseguro que todos estarán sobre ti.
—Me pondré este— cogí el vestido azul —, es bonito.
—No lo es. Deberías de hacerme caso. Joder, Sofía. —dijo y salió de la habitación.
Miré mi móvil, ya eran las nueve quince, pronto llegaría Chloe. El vestido que traía puesto, me llegaba al muslo y era en forma de a.
Un grito por mamá me indicó que Chloe ya había llegado. Tomé mi bolso y bajé a la sala.
Chloe se encontraba parada en la puerta, llevaba un vestido color rosa en forma de campana.— ¿Nos vamos? — cuestione y ella afirmó.
Me despedí de mamá y salí hasta donde se suponía que Stheven tenía aparcado su auto. Entré a la parte trasera y el chico de la cabellera castaña estaba sentado en el asiento del conductor.
—Debes de ser Sofía.
—Estas en lo correcto ¿Stheven?
—Chloe te ha contado de mí— cogió la mano de mi amiga y sonrió. Para ser sinceras ambos se veían bastante bien como pareja.
Después de unos veinte minutos aproximadamente en conducir sobre la autopista, Stheven fue hacía el aparcamiento de la fiesta que está originada en una cabaña en medio de la nada, perfecto como para realizar una película de terror.
Bajamos del auto, hay al menos quince autos en el estacionamiento. Es una fiesta grande por lo que veo.
Entramos por la puerta trasera, ya que se nos hacía más cerca de la casa y no teníamos que rodear el aparcamiento. Stheven sostenía a Chloe por la cintura, mientras que yo iba detrás de ellos.
—Me alegra que estés aquí Sofía, es todo un placer. — Bryan me había tomado del hombro, el chico contenía una gran sonrisa en su rostro.
— ¿Perdón?
—Le dije a Jos que te trajera y aquí estas.
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Earned It » Jos Canela
FanfictionJos Canela ha dejado muy claro que desde hace tiempo el sentimiento de amar lo ha enterrado muy profundo; recordándole a Sofía Gil que él no se enamora y ni piensa hacerlo. Jos y Sofía después de conocerse en el corredor del apartamento de Chloe...