Capítulo Cincuenta y Dos

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52.- No era necesario

Miré como Isaac miraba a Jos, seguramente tenía pensado qué hacer y lo que iba a suceder no iba para nada bien.

Cole y sus amigos carcajearon ante las palabras de Jos, el chico se aflojo la corbata y carraspeo. Uno de sus amigos le susurró algo en el oído y Cole sonrió ampliamente sin perderle la mirada a Jos.

—Veo que la zorrita es la causa de que Nico y tú pelearan, incluso se dejaron de hablar ¿cierto? —Cole siguió sonriendo.

—La única zorrita que veo aquí es ella—Jos apuntó con su dedo a una chica rubia que se encontraba detrás de Cole—. No dudo que haya follado con todos tus amigos, si es que se pueden llamar de esa manera.—está vez Jos sonrió.

—Tal vez, no lo dudo pero ¿Cómo sé que ella no ha hecho lo mismo con todos los tuyos, incluyendo a Nico? —al apuntar su dedo hacía mí Jos le estampo su puño en la mandíbula, provocando que Cole girara su cabeza hacía un lado, queriendo evitar aquel golpe—. No creo que sea necesario pelear por unas zorras que tarde o temprano serán de alguien más—cerró los ojos y rió—. Ambos sabemos que tenemos el poder para follar con todas las que queramos. Podríamos estrenar miles de culos juntos.

—Tienes razón— Jos pasó su mano por su barbilla—. ¡Pero lo único que mis manos y pies quieren estrenar es tu maldita cara y tu jodido culo!

Toda la atención de los demás era puesta en ambos, incluso la música paro y no dudaba que todos quisiesen más que sólo palabras. Un grupo de chicos comenzó a decir un ¡uhh! Burlándose completamente de Cole.

—¿En verdad quieres esto?—Cole preguntó quitándose la corbata y dársela a la rubia que pocos minutos antes Jos se había referido.

Jos cogió mi barbilla con sus manos, besó mis labios mordiendo el labio inferior para luego sonreír entre el beso y negar con la cabeza. Se giró hacía Cole y le miró. Las personas comenzaban a gritar "pelea, pelea".

Llevó de nuevo su mano a mi cintura para volvernos y apartarnos de aquel grupo.

—¡En cinco minutos haya afuera!— Jos gritó dándole la espalda a Cole. Los demás comenzaron a gritar y a correr hacía donde Jos había dicho.

Al estar en la cancha de basketball, en donde estábamos antiguamente Jos se colocó en medio al igual que todos nosotros. Algunos subían a las gradas y no dudaba que estas se iban a llenar totalmente.

—No es necesario pelear—cogí su brazo obligándolo a mirarme a los ojos.

—No era necesario que te llamará de esa manera—Jos jaló su corbata y la enredo en mi cuello, después se quitó el saco y lo puso en mis hombros—. Espero y no arrepentirme—miró por sobre mi hombro y en seguida volvió a mirarme a los ojos—. Deséame suerte, gatita—besó mis labios y asentí apartándome de él caminando hacía donde estaban los demás chicos.

Bryan me sonrió colocándome al lado suyo y al lado de Isaac. Giré mi cabeza hacía un lado viendo como Cole llegaba en compañía de sus amigos y seguramente de personas que iban en el mismo Instituto que él o que lo apoyaban y aseguraban que iba a ganar está pelea.

Cuando Cole se quitó la camisa un montón de chicas comenzaron a gritar viendo como este chico estaba realmente ejercitado.

Jos pasó su mano por el borde de su nariz y echó su cabeza hacía atrás riendo debido al acto. Dobló las mangas de su camisa hasta los codos, nos miró por última vez y sonrió mientras me miraba.

—En verdad no quiero hacerlo, Jos. Vamos amigo, no quiero dar diversión a toda estas personas gratuitamente—Cole se acercó a Jos colocándose en medio para ser visualizados por todos—. Creo que tu putita te ha cambiado lo suficiente ¿Por qué no me la prestas un rato? Digo puede que cambie otras cosas...

Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora