Capítulo Cincuenta y Seis

7.2K 587 74
                                    

Había pasado ya un tiempo de nuestra charla, el seguir caminando y sin alguna palabra alguna fue una de las cosas más incomodas de estos días. Nico contenía las manos en sus bolsillos y miraba al frente mientras seguía caminando. Mi hombro estaba a milímetros del suyo aun así él se encontraba callado sin decirme ninguna palabra después de lo sucedido.

Caminábamos por la ciudad, Nico miraba por las vitrinas de las tiendas al igual que yo, las personas pasaban al lado de nosotros incluso llegaban a chocar entre si, a simple vista se observaba la prisa que llevaban puede que tal vez sea el comprar los regalos de navidad retrasados o por ir a algún compromiso. Todos contenían bolsas sostenidas en ambas manos.

—¿Podemos parar?—pregunté—. He visto un regalo que puede que le guste a Dav— Nico se volvió hacía mí y asintió ligeramente.

Ambos nos introdujimos a la tienda, está estaba casi sola, solo había seis personas dentro de ella, algunos veían los productos y otros se encontraban en la fila para pagar mientras miraban su reloj cada segundo.

—¿Qué piensas comprarle? —Nico quiso saber—. Puedo ayudar en escoger, digo, él es uno de mis mejores amigos y le conozco lo suficiente como para saber lo hijo de puta que a veces puede ser.

—Quizás una camiseta— me miró por unos segundos para después echar su cabeza hacia atrás y carcajear fuertemente atrayendo la atención de todas las personas—. Es en serio Nico.

—Podrías al menos comprarle algún video juego o un disco, tal vez una cajetilla de cigarros.

—No le compraré una cajetilla de cigarros— dije y seguí observando cada producto del estante. De ninguna manera le podría regalar cigarrillos a David, lo más probable es que mi madre me matará si llegase a regalarle algún día alguno de esas cosas.

—Si no se los regalaras, yo lo hare— Nico levanto mi barbilla con su mano y me sonrió guiñándome el ojo—. Pero definitivamente no le regales una camiseta.

Las sugerencias de Nico sobre comprarle el obsequio a David fueron realmente buenas, el problema era que no sabía precisamente que música le gusta a Dav o que juegos le agradan. Cogí la mano de Nico y saqué algunos billetes de mi bolsillo, los coloqué en la palma de su mano y la cerré.

—Cómprale algo por mí— le palmee la mejilla y sonreí.

—Será un placer.

Nico ordenó que esperara afuera de la tienda, asentí con mi cabeza y salí sin protestarle. Me recargue sobre la pared cruzando los brazos observando cómo las personas caminaban desesperadamente unos más que otros. Lo único que esperaba era que Dav estuviera contento con aquel regalo, lo suficiente como para que cada vez que lo viera se acordara de mi.

—¿Nos vamos?—Nico salió de la tienda con una bolsa negra entre sus manos—. El pavo no se cocinara solo.

Sonreí y seguí caminando. Mientras recorríamos el camino de vuelta a casa entramos a otras tiendas comprando regalos para mi madre y los amigos de Nico que ahora también eran míos, además Nico se encargo de decir algunos cuantos chistes sobre sus aventuras vergonzosas que había pasado con Isaac, Bryan, entre otros de sus amigos del instituto.

Era agradable pasar el rato con Nico, él era un chico asombroso, el querer pasar la navidad conmigo fue un gesto hermoso pero sabía que había un propósito que aún no me decía.

Al volver a casa mamá e Ivonne se encontraban en la cocina, David platicaba con Susan mientras partía algunas naranjas y Susan se colocaba el mandil color gris que mi madre había comprado hace algunos años.

Como ya casi estaba el pavo para poder colocarlo en el horno y esperar a que esté listo para la cena. Mi madre me indico que ayudara a rellenarlo y así lo hice. Lave mis manos y comencé a colocar la carne adentro del Pavo. Nico ayudaba a la madre de Susan a preparar la gelatina de yogurt con fresa para esta noche, le miré y sonreí debido a la delicadeza de partir una fresa, fue tan cuidadoso que sonrió al notar que lo había hecho bien. El que Ivonne se descuidara provocó que Nico se echará a la boca un pedazo de fresa pero mi hermano le golpeó en la nuca y le reclamó a lo que después David también cogió un trozo y lo lanzo a su boca.

Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora