Capítulo Cuarenta y Tres

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43.- Fue su decisión

Me quedé paralizada en medio de la calle viendo como el auto de Jos y él desaparecían en medio de la noche.

—Sofía entra a casa, está a punto de llover—me giré y Dav se encontraba recargado en la puerta.

Pestañee unas cuantas veces y así poder reaccionar porque ni siquiera sabía a lo que Jos se había referido con esas últimas palabras, temía de que ahora mismo se encontrase derrumbando la puerta de Nico.

Tomé la mano de Susan y la llevé conmigo hasta la habitación en donde cerré con seguro la puerta.

—Creo que pasará algo.— dije

—No entiendo.

—No tienes que hacerlo, sólo necesito que ambas vayamos a casa de Nico.

—¿Estás loca? Mi madre ni tu madre aprobaran esto, casi es media noche y mañana hay clases ¿Por qué no esperas hasta mañana? Jos no lo matara Sofía.

—¿Cómo sabes lo de Jos?—quise saber y ella levantó ambos hombros.

—Dav y yo lo vimos.

—Es David—insistí, no quería que Susan le llamará de esa manera.

—Tú le llamas así ¿Por qué yo no?

—Porque no es tu hermano.

—¿Acaso estás celosa?

—No lo estoy.

—Sí, si lo estás. Estás malditamente celosa.

—¡Eso no es cierto!

La puerta sonó, alguien detrás de ella había escuchado los gritos tanto como los de Susan y los míos, ambas intercambiamos miradas. Me aparte de la puerta y la abrí dejando ver a la madre de Susan y a la mía. Atrás se encontraba Dav casi muriéndose de risa.

—¿Pasa algo?— mi madre quiso saber y negué—. Susan dormirá en el cuarto de huéspedes junto con su madre.— mi madre dijo y bajó de nuevo a la primera planta.

Susan pasó al lado mío yéndose con su madre y cerrando la puerta no sin antes dedicarme una sonrisa desafiante.

David aún permanecía inerte cruzado de brazos y con una sonrisa entre sus labios, seguramente queriendo carcajear de nuevo.

Antes de poder cerrar la puerta Dav logró entrar a mi habitación sólo para dejarse caer y carcajear aún más fuerte, que ni bastó golpearle con una almohada en la cabeza para hacerlo parar.

—Basta Dav, eres un tonto —volví a pegarle con la almohada. Esta vez logré hacer que parara.

—Tonto es pelearse por un sobrenombre, Sofía.

—No es gracioso.

—Lo sé, sólo una pregunta ¿Has pensado en mi regalo de cumpleaños? ¡Cumplo 22!

—No era necesario que me lo dijeras. Además faltan casi cuatro semanas, ¡Cuatro!—como lo dije no era necesario que mi hermano me recordará cuantos años cumplía, sólo que iba a ser divertido festejar con él después de tres años sin haberlo hecho.

-o-

Recorría el pasillo del instituto con rapidez intentando no perder la clase de geometría. El timbre ya había sonado hace unos segundos y quizás minutos pero mientras caminaba por el pasillo se me hacía más largo de lo normal. No dude dos veces y corrí hasta estamparme con la puerta, lo cual estaba cerrada y maldije por ello. En la puerta se encontraba un papel pegado lo cual decía:

Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora