Capítulo Cuarenta y Siete

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Maratón 1/3 [PARTE 1]

47.- Tontas ideas mías

Chloe no podía creer como fue que acepte aquel vestido sin saber de quién había sido el obsequio, pero seguramente si estuviera en mi lugar ella hubiera hecho lo mismo que yo. No tengo idea de quien sea aquel chico, aquel O.N pero sólo es cuestión de tiempo para averiguar quién se esconde detrás de esas letras.

Salimos de la tienda, el sol estaba por ocultarse y pronto darían las ocho en punto. Caminamos por el suelo lleno de pequeñas piedras diminutas que algunas de ellas se encajaban en la suela de los zapatos de las tres, en especial a Susan que llevaba unas sandalias blancas en donde la mayor parte del pie estaba descubierto.

Al llegar al auto y estar a punto de subir al asiento copiloto, miré hacía el frente no sabiendo que vería a Jos salir de su auto y sonreírme al verme. Él levantó la mano en forma de saludo y yo solo le devolví la sonrisa, Chloe al ver que no entraba al auto después de que Susan y ella entraran, me miró por la ventanilla y luego miro a Jos.

—¿Subirás o no? Tengo que estar en mi apartamento antes de las nueve.-— Chloe encendió el motor del auto.

Jos metió sus manos a los bolsillos de su chaqueta y caminó hasta mi rodeando completamente el auto, al estar frente a frente tocó mi mejilla con la yema de su dedo y bajo a mis manos, aún manteniendo su sonrisa en su rostro.

—Te veo mañana.— soltó y siguió su camino.

Chloe tocó el claxon esperando que por fin entrara al asiento y así lo hice.

—¿Por qué tu y Jos aún no son novios? ¡Oh lo siento, ya lo sé! Porque él no quiere.—escuché como Susan decía desde los asientos traseros. Lamí mis labios y pensé en lo que iba a decir. Aunque ahorre mis palabras y terminé no diciendo absolutamente nada.

Chloe aparcó afuera de la casa, esperé a que Susan saliera primero para yo salir después.

—Te llamaré al rato, no te duermas.— Chloe sonrió.

—Bien—respondí—. Trataré de que las paredes no tengan oídos.—dije refiriéndome a Susan.

Al entrar deje la caja del vestido sobre la mesa y me senté en el sofá en donde Dav mantenía su celular en la mano y el televisor encendido al mismo tiempo. Mamá se encontraba lavando los platos de la cena.

—¿Qué tal te fue con Susan?—mi hermano quiso saber al mismo tiempo que se le escapaba una carcajada, se tapó la boca y así mantenerse callado.

—No me quejo.

—¿Ya sabes que me regalaras en mi cumpleaños?—Dav volvió a preguntar, esta vez levantando la mirada de su teléfono para mirarme fijamente a los ojos—. Quizás un celular nuevo, ya sabes, de esos de los que anuncian en la televisión.

—Lo único que te daré por estarlo recordándomelo cada día será una patada entre las piernas—le sonreí y él negó con la cabeza volviendo a su asunto con su móvil.

Le di toda mi atención al programa de televisión que había, al punto en que no me di cuenta en que mi cabeza estaba recargada en el sofá mientras dormía. Sentí unos golpes en mis mejillas y algunos jaloneos de mi cabello cayendo, al abrir los ojos poco a poco encontré a Dav sonriéndome y a mamá abriendo la caja del vestido que "O.N" me había regalado.

—¿Dónde conseguiste todo este dinero, Sofía?—mamá preguntó al sostener la etiqueta entre su mano y luego levantar su mirada en mi—. Es muy caro como para que lo compraras por tu propia cuenta.

—Chloe me prestó—me talle los ojos y bostecé—. Se lo pagaré pronto.

Mentirle seguido a mi madre no me gustaba para nada. Pero era algo que tenía que hacer y cada que lo hacía sentía que ya se estaba haciendo costumbre.

—¿Gustas medírtelo, cariño?—mamá se sentó en el sofá aún con el vestido entre sus manos, viendo cada detalle que este contenía.

—Mamá...

—Hazlo, quiero verte dentro de el, además soy tu madre—asentí con la cabeza y subí a mi habitación llevándome conmigo el vestido y el paquete en donde estaba envuelto además de aquella nota misteriosa.

Me coloqué el vestido y con mis manos fui contemplando cada detalle que el vestido contenía, definitivamente me encantaba el escote de la espalda. Mi madre tocó dos veces y luego entró, me examinó de pies a cabeza manteniendo su mano en su barbilla, me tomó de la mano y me hizo girar para luego volver hacer la misma expresión.

—¿Tienes novio?—fue la primera pregunta que ella hizo, definitivamente no me lo esperaba.

—No...—negué con la cabeza.

—Perdona son tontas ideas mías. Por un momento pensé que tenías relaciones sexuales con un chico.

—Claro que no—solté una risilla.

—Seguramente—mamá me volvió a mirar por última vez y luego salió de mi habitación cerrando la puerta.

Mi celular comenzó a vibrar, me quite rápidamente el vestido y corrí a mi armario para encontrar mi pijama, mi móvil vibro por segunda vez y esta vez logré contestar a tiempo.

—Pensé que nunca contestarías.-— Chloe habló desde la otra línea.

—Mi madre me obligo a probarme el vestido ¿puedes creerlo? Además me dijo que si he tenido relaciones sexuales.

—¿Qué dijiste?

—Que no, ¡podría matarme viva! O peor mandarme a algún convento.

—¿Le mentiste?

—Lo hice.

—En verdad gracias.

—¿Gracias?

—Por hacerte esto, sé lo mucho que te interesa pero...

—¿Me interesa?— le interrumpí.

—Gracias por no enojarte conmigo cuando te deje de hablar, en serio gracias. ¿Con quién irás al baile?

—Ni idea—me dejé caer en mi cama, mirando el techo y dándome cuenta que la pintura estaba a punto de descarapelarse.

—Stheven se ofreció a llevarme, sé que no es del mismo instituto pero qué más da. ¿Podremos ir nosotros tres? Stheven y tú se llevan muy bien.

—No, no quiero arruinarles la noche. Tal vez vaya con David.

—Bromeas ¿verdad?

—Definitivamente.

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¿Cómo les fue en navidad? ¿Les dieron regalos o no les dieron nada?

El maratón va estar en partes, esta es la parte uno, en unos tres días por lo mucho estará la segunda parte. Y tal vez haya una tercera y hasta cuarta idk.

Espero y les gusten los capítulos.

Att: Bethxx


Earned It » Jos Canela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora