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Aún no podía creer lo que acababa de pasar. Estaba acostada en mi cama, con el celular en la mano, mirando la pantalla en shock. Richard Ríos, el papá de mi mejor amiga Marcela, me había enviado un mensaje por iMessage.

Nunca había tenido su número, ni él el mío... hasta ahora.

Todo empezó cuando vi aparecer en la pantalla el mensaje de un número desconocido.

*"¿Jessi? Soy Richard, el papá de Marcela."*

Mi corazón dio un vuelco. ¿Qué hacía él escribiéndome tan tarde? Intenté mantener la calma y respondí, aunque mi mente ya estaba imaginando mil razones por las que me estaría contactando.

*"¿Richard? ¡Qué sorpresa! ¿Pasa algo?"*

Hubo una pausa antes de que llegara su respuesta. Cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad.

*"¿Marcela está contigo? No ha llegado a casa y estoy preocupado."*

Mi preocupación se transformó en una mezcla de confusión y miedo. Marcela no me había mencionado nada de que estaría fuera. Inmediatamente abrí nuestra conversación en WhatsApp y le envié un mensaje rápido.

*"¡Marce! Tu papá me acaba de escribir. Está preocupado porque no estás en casa. ¿Dónde estás?"*

Esperé unos minutos, pero no hubo respuesta. Regresé a la conversación con Richard y le respondí:

*"No, no está conmigo. Le estoy escribiendo, pero no me responde. ¿Quieres que trate de llamarla?"*

Antes de que pudiera seguir pensando en qué hacer, Richard contestó.

*"Sí, por favor. Inténtalo y dime si te responde."*

Colgué con él y llamé a Marcela directamente, pero fue directo al buzón de voz. Sentí un nudo en el estómago. Marcela nunca me dejaba en visto, y mucho menos ignoraba mis llamadas. Algo no estaba bien.

Minutos después, mi celular vibró de nuevo. Era Marcela.

*"Hey, Jessi. Perdón por no responder antes, estaba en una reunión familiar. No sabía que mi papá estaba tan preocupado."*

Suspiré aliviada, pero no del todo convencida. Había algo en su tono que me parecía raro. Algo que no cuadraba.

*"Marce, tu papá me escribió directamente. Jamás pensé que él tendría mi número. ¿Le diste mi contacto?"* le pregunté, tratando de sonar casual.

*"¿Yo? No, para nada. Pensé que se lo habías dado tú."* respondió rápidamente.

*"¡Claro que no! Jamás le daría mi número sin decirte antes."* le contesté, sintiendo cómo la curiosidad crecía en mí.

*"Entonces... ¿cómo lo consiguió?"* Marcela respondió con un tono que indicaba que ella tampoco entendía lo que estaba pasando.

El misterio estaba servido. Y aunque no quería preocuparme más de la cuenta, no podía dejar de pensar en lo extraño que todo esto se había vuelto.

*"No sé, Marce. Pero creo que deberíamos hablar mañana. Esto no tiene sentido."*

Marcela estuvo de acuerdo, aunque algo en su respuesta me hizo pensar que ella también estaba un poco nerviosa.

Esa noche no pude dormir bien. Mi mente seguía dando vueltas, tratando de encontrar una explicación. ¿Por qué Richard Ríos, tan ocupado con su carrera y su vida, de repente estaba escribiéndome y preguntándome por su hija? ¿Qué era lo que realmente estaba pasando?

Una cosa estaba clara: al día siguiente, Marcela y yo íbamos a descubrirlo.

El papá de mi amiga. Richard rios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora