Capítulo 18 ⚘️

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Después de una noche de pasión con Charles en su casa, me levanté temprano, sintiendo una sonrisa en mi rostro. Decidí hacer el desayuno para los dos, algo especial para empezar el día.

Mientras preparaba el desayuno, mi teléfono sonó. Era Val, mi mejor amiga.

— Contesté, y ella me dijo, con una voz emocionada — Alex, tienes que saber lo que pasó anoche.

— Me senté en una silla, intrigada — ¿Qué pasó? — le pregunté —.

— Val respiró hondo antes de decirme — Tuve una noche de pasión con Carlos Sainz.

— Me quedé sorprendida, pero luego me eché a reír — ¡Val, eso es increíble! — le dije — ¿Cómo fue?"

Val me contó todos los detalles, claro los necesarios y yo la escuché, emocionada por ella. Me alegraba de que hubiera encontrado alguien especial.

Después de hablar con Val, terminé de preparar el desayuno y lo llevé a la habitación donde Charles aún dormía. Lo desperté con un beso, y él sonrió, aún medio dormido.

— ¿Qué es esto? — me preguntó, viendo el desayuno —.

— Un desayuno especial —  le dije — Para celebrar nuestra noche de pasión.

Charles se sentó, y juntos disfrutamos del desayuno, hablando y riendo. Fue un momento perfecto, uno que siempre recordaríamos.

Después de desayunar con Charles, él me miró con una sonrisa pícara y me dijo.

— ¿Quieres venir conmigo en un viaje en mi yate? — Me sorprendí, pero luego sonreí, emocionada por la aventura —.

— ¡Sí, claro! — le dije — Me encantaría —.

— Charles se levantó y me ayudó a levantarme — Vamos, tenemos que irnos pronto — me dijo —.

Me vestí rápidamente y le dije que iba a ir a mi casa para poner algo de ropa en una mochila. Charles me dio las llaves de su coche y me dijo que lo esperara en el muelle.

Llegué a mi casa, corrí a mi habitación y empecé a meter ropa en una mochila. Me puse unos shorts, una blusa ligera y unas sandalias, pensando en el sol y el mar. Me cepillé el cabello y me puse un poco de maquillaje, sintiéndome emocionada por el viaje.

Cerré la mochila y salí de la casa, dirigiéndome al coche de Charles. Me subí al coche y conduje hasta el muelle, donde Charles me esperaba con una sonrisa.

— ¿Lista para la aventura? — me preguntó, abriendo la puerta del coche — .

— ¡Listo! —  le dije, sonriendo. Y juntos nos dirigimos al yate, listos para disfrutar del sol, el mar y la compañía del otro.

Después de un rato en el yate, Charles me llevó al comedor, donde una deliciosa comida nos esperaba. Comimos y hablamos, disfrutando de la vista del mar y la brisa fresca.

Luego de comer, Charles me preguntó si quería nadar un rato. Yo le dije que nunca había aprendido a nadar, y él se sorprendió.

— ¿Nunca has aprendido a nadar? —  me preguntó —.

Le dije que no, y él se ofreció a enseñarme. Me llevó al borde del yate y me mostró cómo flotar y mover los brazos y las piernas. Al principio, me sentí un poco incómoda, pero Charles era un buen maestro y me dio confianza.

Con su ayuda, pronto aprendí a nadar unos metros. Me sentí emocionada y orgullosa de mí misma. Charles me abrazó y me felicitó.

— Eres una alumna rápida — me dijo —.

DAYLIGHT|| Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora