Capítulo 31 ⚘️

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Mis ojos se abrieron poco a poco tirándose de acostumbrar a la iluminación del lugar en donde me encontraba.

Lo primero que pude observar fue el techo de color blanco, estaba recostada en una cama de hospital con un escaner a mi derecha y tenía una mascarilla de oxígeno puesta en el rostro.

Mis ojos viajaron por el lugar, una habitación sencilla, la camilla esta en el centro con otros dispositivos rodeandola, frente a mi había un pequeño sofá de color marrón con vista a la ventana que tenía a mi derecha qué dejaba entrar pequeños rayos de sol para iluminar el lugar.

No había nadie, solo yo estaba reposada en esa camilla sin ningún ser vivo a mi alrededor. El único sonido que me acompañaba era el pequeño pitido que producía el monitor y alguno que otra canto de algún pajarillo de estuviera fuera.

Mi mente comenzó a formular todo tipo de preguntas ¿Dónde estaba? ¿Por qué estaba ahí? ¿Por qué no había nadie conmigo? Y un sonido provocó que mis pensamientos se silenciaran.

La puerta se abrió y entro un hombre alto con un traje de quirofano de color azul marino con una bata de color blanca perfectamente planchada, el hombre parecía de unos 40 años de tez clara y el cabello negro un poco largo que formaba rizos en su cabeza. Entro con toda su atención centrada en una carpeta que llevaba en la mano y cuando levantó la vista me enfoco con unos ojos azules que eran acompañados por unas leves ojeras qué se asomaran por debajo de sus ojos.

— Has despertado — musillo para si mismo y su vista viajo a los monitores — impresionante.

Se acerco a mi mientras tomaba el estetoscopio que llevaba en el cuello para colocarse en los oidos y revisar mi corazón y mi respiración.

— Parece que estas muy bien — comento con una pequeña sonrisa — Has dormido mucho bella durmiente.

La familiaridad con la que me hablaba era como si ya lo hubiera hecho con anterioridad, como si no fuera una desconocida en un hospital. Volvió a colocarse el estetoscopio en el cuello para sacar una pluma de su bata y con una pequeña linterna revisar mis ojos.

— Tal parece que todo esta en orden — me volvió a mirar con una sonrisa que inspiraba confianza — Estás muy callada ¿Como te sientes?

— Bien — las palabras salieron arrastradas de mi boca como si no las ubiera utilizado en un buen tiempo —.

— Por fin conozco tu voz ¿Puedes decirme tu nombre? — me miró esperando una respuesta —.

— Yo — por alguna razón no podía responder a una pregunta tan sencilla por que no tenía la respuesta — no lo se.

Force mi mente a tratar de buscar en algún rincón mi nombre por que debía de tener uno pero no hubo nada, mi mente estaba en blanco. No tenía nada de nada en ella, era como si me ubieran reiniciado.

El doctor frunció el ceño y su mirada viajo de nuevo a los documentos que llevaba en la mano cuando entro a la habitación, parecía que estaba buscando algo como si no entendiera lo que me pasaba.

— ¿Qué me pasa? ¿Por qué no se quien soy? — pregunté tratando de mantener la calma —.

— Tranquila — me acerco a mi para tranquilizarme — esto de la perdida de memoria debe de haber sido ocasionada por el accidente que tuviste — ¿accidente? ¿Tuve un accidente? — te haré unos estudios para poder ayudarte a que recuerdes.

— ¿Y si no lo hago? — Un temor comenzaba a crecer en mi interior, el temor de no recuperar mi memoria y saber quien soy — ayúdeme doctor, por favor.

— Haré todo lo que pueda, no te preocupes — se alejo de mi para dirijirse a la puerta — si necesitas algo solo pregunta por mi, me llamo Derek Shepherd.

....

Los días pasaban y yo seguía sin poder recordar nada. El doctor Shepherd me hizo varios estudios para tratar de averiguar por que es que había perdido la memoria.

Me explico que tal vez eso fue ocasionado por el trauma que sufrí, pues al parecer tuve un accidente, una camioneta salio de control y yo estaba en su camino por lo que llegue al hospital con una hemorragia interna bastante grave que con dificultades pudieron controlar en el quirofano y que para que pudiera recuperarme me tuvieron que inducir en un coma. Llevo en este hospital Villa Edén en el cual llevo dos meses y hasta ka fecha no a habido una sola persona que pregunté por mi.

Nisiquiera había llegado con mi bolso para que por lo menos tuvieran una identificación con mi nombre, un celular con fotografías y datos personales pero eso al igual que mis recuerdos eran inexistentes.

— Tal vez no tengo familia — dije con algo de nostalgia mientras miraba por la ventana de mi habitación como los pacientes se iban con sus familiares —.

— Claro que tienes familia, todos la tenemos — Derek intento animarme pero no funcionó —.

— ¿Y si no?

— Pues en el dado caso de que no tengas familia puedes tener amigos y personas que te quieran.

— Hablas como si existiera esa posibilidad — comento con algo de sarcasmo en mi voz —.

— Por que estoy seguro de eso, llevas una semana consiente luego del coma y te ganaste mi confianza de inmediato — me miro con una pequeña sonrisa — te aseguro que en alguna parte debe de haber por lo menos una persona a la que le importes.

— Ya no se.

Estaba semana mientras Derek me hacía los estudios para entender mi situación yo forzaba mi mente Al máximo para tratar de buscar entre la oscuridad de mi mente, por lo menos una imagen que me de algún indico de quien soy.

Pero no hay nada, solo veo oscuridad sin rastro de recuerdos. Me siento tan impotente que comienzo a pensar que si estoy así es por que tal vez no le importe a nadie como para ser recordada.




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Les dije que no había terminado aunque se biene una etapa dura para Alex y Charles todo tendrá su recompensa 🌷

DAYLIGHT|| Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora