Estaba sentada en un taxi, rumbo al hotel donde se hospedaba Charles. Mi corazón latía con emoción y nerviosismo. Había planeado una sorpresa especial para él, y además tenía algo importante que contarle.
Charles había ido a Australia para el Gran Premio, y yo había decidido unirme a él para sorprenderlo. Me encantaba verlo en su elemento, rodeado de coches y velocidad.
Mientras el taxi avanzaba por la carretera, pensaba en lo que iba a decirle. Tenía noticias emocionantes que compartir con él, y sabía que iba a estar sorprendido.
Llege al hotel y pagué al taxista. Me bajé del auto y respiré hondo, preparándome para la sorpresa. Entré en el hotel y me dirigí a la recepción.
— ¿Puedo ayudarla en algo? — preguntó la recepcionista.
— Sí, por favor. Estoy buscando a Charles Leclerc. ¿Está en su habitación?
— Lo siento pero no puedo revelar información sobre los huéspedes — la tipa me miró de arriba a abajo, ya se que no iba muy glamurosa qué digamos por que llevaba puesto una sudadera con unos vaqueros —.
— Ya se que eso va contra las políticas del hotel pero yo soy la señora Leclerc, esposa de Charles Leclerc — le mostré mi anillo y como me hormonas están a flor de piel ya me estaba enojando —.
— Mira esas escusas las escuchamos cada año así que deja de perder tu tiempo, ya veras a los pilotos cuando vayan al Paddock.
— Mira no estoy para tu actitud insolente — le iba a demostrar por que era una Wolf — quiero hablar con el gerente.
En ese momento una mujer como de unos 45 años se dirigió a nosotros.
— ¿Qué sucede aquí Samantha?
— Nada señora Jones es solo otra fan que se quiere colar al hotel.
— Eso no es cierto — estaba a punto de darle una buena bofetada cuando escuche una voz masculina a mis espaldas —.
— Créanme, no es buena idea hacerla enojar — me gire para ver ese cabello tan revuelto y esos ojos marrones — no por nada ni su padre la aguanta.
— Señor Sainz — dijo la tal Samantha — ¿usted la conoce?
— Pues claro, ella es Alexandra Wolf — las mire con un aire de superioridad — es hija de Toto Wolf y esposa de Charles Leclerc.
— Te lo dije — fulmine con la mirada a la tipa —.
La Gente miró en la computadora y sonrió.
— El señor Leclerc está en su habitación. ¿Quiere que lo llame?
— No, no es necesario. Quiero sorprenderlo.
— Vamos te acompaño — me dijo Carlos y me ayudó con mi maleta — .
Subímos al ascensor y me dirigí a la habitación de Charles. Mi corazón latía con anticipación. Llegué a la puerta y llamé suavemente.
— ¿Quién es? — preguntó Charles desde dentro.
— Una sorpresa — respondí, sonriendo.
La puerta se abrió y Charles me miró con sorpresa y alegría.
— ¡Alex! ¿Qué estás haciendo aquí?
— Quería sorprenderte — dije, besándolo.
Charles me abrazó y me llevó dentro de la habitación.
— Me alegra por fin tenerte conmigo — dijo con su voz ronca lo que sabía que significaba, Charles me tomó de la cintura para acercarme a él y comenzar a subir mi sudadera hasta que sus dedos rozaron mi abdomen —.
— Charles tenemos que hablar — dije separándome de el —.
— ¿Pasa algo malo? — me miró como un niño asustado — te juro que no he hecho nada malo y si lo hice te pido que me disculpes.
— No hiciste nada de eso, ¿por lo crees?
— Por siempre que tu novia te dice "tenemos que hablar" es para terminar pero déjame decirte que ni muerto te doy el divorcio.
— En primera — trate de contener la risa — ni muerta te dejo, me costó muy caro el amarre y en segunda lo que tenemos que hablar es muy importante para nuestra relación.
Charles se sentó en el sofá y me hizo señas de que me sentara a su lado.
— ¿Qué es? — preguntó, tomándome la mano.
Respiré hondo y dije:
— Estoy embarazada.
Charles se quedó en silencio por un momento, y luego sonrió de oreja a oreja.
— ¡Es increíble! — exclamó, abrazándome.
Me sentí feliz y aliviada de haber compartido la noticia con él. Sabía que iba a estar emocionado, y ahora podíamos disfrutar de este momento juntos.
Me sentí envuelta en un abrazo apasionado y fuerte. Charles me estrechó contra él, como si nunca quisiera soltarme. Me levantó por los aires, haciéndome sentir liviana y libre.
— ¡Te amo! — exclamó, con la voz llena de emoción.
Me sentí emocionada y feliz, sabiendo que nuestra vida estaba a punto de cambiar para siempre. Charles me miró a los ojos, y vi la alegría y el amor que reflejaban.
Luego, con suavidad, comenzó a quitarme la sudadera. Me sentí un poco tímida, pero su mirada me hizo sentir segura y amada. Me quedé en camiseta y pantalones, y Charles me miró con adoración.
— Eres hermosa — dijo, besando mi frente.
Suaves y delicados, sus besos recorrieron mi rostro y cuello. Luego, se detuvo en mi vientre, donde nuestra criatura crecía. Me sentí emocionada y conmovida por su gesto.
— Nuestro bebé — susurró, dejando pequeños besos en mi vientre.
Me sentí unida a él, como si nuestra conexión fuera más fuerte que nunca. Su amor y devoción me hicieron sentir segura y protegida.
— Te amo — dije, acariciando su cabello.
Charles me miró a los ojos, y sonrió.
— Te amo también — respondió, besando mi boca.
En ese momento, todo parecía perfecto. Nuestro amor, nuestra familia, nuestro futuro. Me sentí agradecida por tener a Charles a mi lado, y por la vida que estábamos creando juntos.
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DAYLIGHT|| Charles Leclerc
Romance《Solo hay dos momentos en que quiero estar contigo: Ahora y para Siempre》❣️🌹