Después del juicio, Vanessa y Daniel fueron llevados a prisión, poniendo fin a la pesadilla que había durado tanto tiempo. Por fin, podía sentirme libre y feliz.
Charles y yo nos miramos, sonriendo. Sabíamos que nuestro amor había superado todos los obstáculos y que ahora podíamos disfrutar de cada momento juntos.
— Estamos libres — dijo Charles, abrazándome. — Podemos empezar de nuevo.
Me sentí envuelta en su calor y su amor.
— Estoy lista — respondí. — Quiero pasar el resto de mi vida contigo.
La familia de Charles me acogió con brazos abiertos, considerándome ya parte de ellos. La madre de Charles me abrazó.
— Eres nuestra hija ahora — dijo. — Te queremos mucho.
El padre de Charles me sonrió.
— Bienvenida a la familia, Alex — dijo.
Me sentí completa, rodeada de amor y familia.
Charles y yo pasábamos cada momento juntos, disfrutando de nuestra libertad y nuestro amor. Íbamos a pasear, cenábamos juntos, y nos reíamos hasta el amanecer.
Nuestras noches eran llenas de pasión y amor, nuestros cuerpos y almas unidos en perfecta armonía.
— Te amo — decía Charles cada noche, antes de dormir.
— Te amo también — respondía yo, sonriendo.
La vida era perfecta, y sabía que nada podría separarnos novamente. Éramos uno, y siempre lo seríamos.
Desperté sola en la cama, estiré mis brazos y sentí la ausencia de Charles. Me incorporé y miré alrededor, pero no había señal de él. Me pregunté dónde estaría.
Justo en ese momento, escuché la puerta abrirse y Charles entró con una charola en las manos. Sonreía y tenía una mirada pícara en sus ojos.
— Buenos días — dijo, acercándose a mí.
Me sentí sorprendida al ver la charola llena de comida deliciosa: huevos revueltos, tostadas, frutas y café.
— ¿Qué es esto? — pregunté, sonriendo.
Charles se sentó a mi lado y me dio un beso suave en los labios.
— Feliz aniversario — dijo, mirándome con amor.
Me sentí confundida por un momento, hasta que recordé que hoy era el aniversario de nuestro primer encuentro.
— ¡Oh, Charles! — exclamé, abrazándolo. — No sabía que te acordabas.
Charles se rió y me acunó en sus brazos.
— Cómo podría olvidar el día que te conocí — dijo. — Eres mi vida, Alex.
Me sentí emocionada y feliz. Charles siempre sabía cómo hacerme sentir especial.
Comimos juntos en la cama, disfrutando del delicioso desayuno y de la compañía del otro. La mañana era perfecta, llena de amor y felicidad.
— Te amo — dije, mirándolo a los ojos.
— Te amo también — respondió Charles, sonriendo. — Siempre.
Después de desayunar, Charles y yo nos vistimos para ir a la cancha de pádel. Él me ayudó a elegir un outfit deportivo y me dio un beso en la mejilla.
— Estás lista para jugar — dijo, sonriendo.
Me reí y lo seguí hasta la puerta.
— No sé si estoy lista para jugar contra tus hermanos — dije, bromeando. — Son muy competitivos.
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DAYLIGHT|| Charles Leclerc
Romance《Solo hay dos momentos en que quiero estar contigo: Ahora y para Siempre》❣️🌹