Al día siguiente, Charles y yo nos fuimos al Paddock, listos para comenzar el fin de semana de carreras. Al llegar, me sorprendió la decoración que habían preparado para celebrar el Día de Muertos. Había altares, flores, velas y calaveras por todas partes.
— ¡Esto es increíble! — dije, emocionada.
Charles sonrió y me tomó la mano.
— Sí, los organizadores siempre hacen un gran trabajo — dijo.
Comencé a caminar por el Paddock, grabando videos y fotos para mi Instagram.
— ¿Quieres que te saque una foto con una calavera? — preguntó.
Me reí y asentí.
— ¡Claro que sí! — dije.
Charles me tomó la foto.
Después de una mañana emocionante en el Paddock, decidí pasar el día con mi amiga Val. Nosotras nos sentamos en una zona tranquila, donde nuestros novios, Charles y Carlos, estaban jugando al Jenga gigante.
— Esto es divertido — dije, riendo.
Val se rió y se sentó a mi lado.
— Sí, los chicos están muy concentrados — dijo.
De repente, la música comenzó a sonar y alguien gritó:
— ¡Vamos a cantar "La Bamba"!
Charles y Carlos se miraron y sonrieron.
— ¡Vamos! — gritaron, y comenzaron a cantar y jugar al Jenga al mismo tiempo.
Val y yo nos reímos y nos unimos a la canción.
— ¡Canta, canta, canta! — gritamos, bailando y riendo.
La energía era contagiosa, y pronto todo el lugar estaba bailando y cantando con nosotros.
— Esto es increíble — dije, riendo.
Val se rió y me abrazó.
— ¡Estamos viviendo un momento mágico! — dijo.
Charles y Carlos estaban tan concentrados en el juego que no se dieron cuenta de que estaban a punto de perder.
— ¡No te caigas! — grité, riendo.
Pero fue demasiado tarde, y la torre de Jenga se derrumbó.
— ¡Ja! — gritó Charles, riendo. — ¡Gané!
Charles se rió y lo abrazó.
— ¡Buen juego, amigo! — dijo.
Val y yo nos reímos y nos unimos a los abrazos.
— Esto es lo que significa ser feliz — dije, sonriendo.
La tarde continuó con más risas, música y diversión. Fue un día inolvidable con mi amiga Val y nuestros novios.
Más tarde, Val se despidió de mí y se fue con Carlos para cenar con su familia.
— Nos vemos mañana, Alex — dijo, abrazándome.
— Claro, Val — respondí. — Disfruta la cena con la familia de Carlos.
Charles también se despidió de mí y se fue a reunirse con el equipo para revisar el auto y prepararse para la carrera del día siguiente.
— Te veo más tarde, amor — dijo, besándome en la mejilla.
— Suerte, Charles — respondí. — Estaré pensando en ti.
Me quedé sola por un momento, pero pronto mi padre, Toto, llegó para llevarme a cenar.
— Hola, hija — dijo, sonriendo. — ¿Qué tal ha sido tu día?
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DAYLIGHT|| Charles Leclerc
Romance《Solo hay dos momentos en que quiero estar contigo: Ahora y para Siempre》❣️🌹