Capítulo 28 ⚘️

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Cuando llegamos al hospital, la enfermera nos llevó a una sala de espera. Carlos y yo estábamos en shock, sin poder creer lo que había pasado. La enfermera nos explicó que Alex y Val habían tenido un terrible accidente cuando volvían al hotel.

Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago. No podía respirar. "¿Qué pasó?", le pregunté, tratando de mantener la calma.

La enfermera nos explicó que una camioneta se les había echado encima. Val solo había sufrido algunos rasguños en el brazo derecho, pero Alex... Alex había recibido el impacto completo. Me dijeron que Alex había arrojado a Val para salvarla, y que ella había recibido el golpe directo.

Me sentí como si mi mundo se hubiera derrumbado. No podía creer que mi Alex, mi amor, hubiera pasado por algo tan terrible. Carlos me puso una mano en el hombro, tratando de consolarme, pero yo no podía sentir nada más que dolor y miedo.

La enfermera nos dijo que Alex estaba en cirugía, y que los doctores estaban haciendo todo lo posible para salvarla. Me sentí como si estuviera en una pesadilla, como si nada de esto estuviera pasando realmente.

Pero sabía que era real. Sabía que Alex estaba luchando por su vida, y que yo no podía hacer nada para ayudarla. Me sentí impotente, atrapado en una noche que no podía despertar.

Llamé a Toto y a mi familia para informarles de la situación de Alex. No podía creer que tuviera que hacer esa llamada, pero sabía que tenían que saber lo que estaba pasando.

Les conté todo, desde el accidente hasta la cirugía. Pude sentir su preocupación y su miedo al otro lado de la línea. Me prometieron que vendrían de inmediato.

Alex estuvo en cirugía toda la noche. Carlos y yo nos quedamos en la sala de espera, sin poder hacer nada más que esperar y rezar. Finalmente, en la madrugada, llegó Toto, Susie y mi familia.

Estaban todos preocupados por Alex, y pude ver el miedo en sus ojos. Nos abrazamos, tratando de consolarnos mutuamente. Toto me preguntó cómo estaba Alex, y yo solo pude sacudir la cabeza.

La familia de Alex también llegó, y pude ver el dolor en sus caras. Todos estábamos en shock, tratando de procesar lo que había pasado.

El médico salió a hablar con nosotros, y nos dijo que Alex había salido de la cirugía, pero que todavía estaba en condición crítica. Nos dijo que los próximos días serían cruciales, y que teníamos que esperar y rezar.

Nos quedamos allí, en la sala de espera, esperando noticias, esperando que Alex se recuperara. Era un momento difícil, pero sabía que no estaba solo. Tenía a mi familia, a Toto, a Susie. Juntos, podríamos enfrentar cualquier cosa.

El tiempo parece detenerse y cada minuto se siente como una eternidad. Estoy sentado en esta sala de espera, rodeado de caras preocupadas, esperando noticias sobre el estado de Alex.

Las horas que pasan son eternas, cada tic-tac del reloj es como un golpe en mi corazón. Me siento impotente, sin poder hacer nada por la mujer que amo. Quiero ayudarla, quiero curarla, quiero hacer que el dolor se vaya. Pero no puedo, solo puedo esperar.

Miro a mi alrededor y veo a Toto, Susie y a mi familia, todos con la misma expresión de preocupación y miedo. Todos estamos en el mismo barco, esperando que los médicos nos den noticias sobre el estado de Alex.

Pienso en todos los momentos que hemos compartido, en todas las risas, en todos los abrazos. Pienso en su sonrisa, en su mirada, en su voz. Y me pregunto, ¿qué pasará si...? No, no puedo pensar en eso. Alex va a estar bien, tiene que estar bien.

El tiempo sigue pasando, lento y doloroso. Pero no me rindo, no me doy por vencido. Voy a seguir esperando, voy a seguir luchando por Alex, por nuestra amor. Porque sé que si nos mantenemos unidos, podemos superar cualquier obstáculo.

— Toto se acercó a mí, con una mirada de preocupación en su rostro — Charles, ¿qué pasó con Alex? — me preguntó —

Me tomé un momento para recomponer mis pensamientos, para encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que había sucedido.

— Alex y Val tuvieron un accidente —  comencé a decir, mi voz temblando ligeramente — Una camioneta se les echó encima cuando volvían al hotel. Val solo sufrió algunos rasguños, pero Alex... Alex recibió el impacto completo.

— Toto me miró con horror, su rostro pálido. — ¿Qué? ¡No! ¡Dime que no es verdad! — exclamó, su voz llena de desesperación —

— Me sacudí la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta — Lo siento, Toto. Es verdad. Alex está en condición crítica. Los médicos están haciendo todo lo posible para salvarla, pero... no sabemos qué va a pasar.

— Toto se sentó a mi lado, poniendo su mano en mi hombro — Lo siento, Charles. Estoy aquí para ti, para apoyarte en lo que necesites — Me miró con lágrimas en los ojos — Alex va a estar bien, tiene que estar bien.

Después de lo que parecieron horas eternas, el médico salió de la sala de cirugía con una expresión que no me gustaba nada.

— Toto, desesperada, se levantó de su asiento y le preguntó — ¿Cómo está Alex? ¿Cómo está mi hija?.

— El médico se detuvo un momento antes de responder, y su silencio me heló la sangre — Lo siento — dijo finalmente — Alex tenía una hemorragia interna bastante crítica. Hemos hecho todo lo posible para controlarla, pero... no hemos podido.

Me sentí como si mi corazón se detuviera. La mujer que amo, la que quería pasar el resto de mi vida con ella, había muerto. No podía creerlo. No quería creerlo.

— Toto se derrumbó en mis brazos, sollozando desconsoladamente — No, no, no —  repetía una y otra vez — Mi hija, mi hija.

Yo también me sentí desmoronar. Me sentí como si me hubieran arrancado el alma del cuerpo. No podía hablar, no podía respirar. Solo podía sentir el dolor y la tristeza que me invadían.

El médico nos dio sus condolencias y se disculpó por no poder hacer más. Pero yo no escuchaba nada. Solo podía pensar en Alex, en su sonrisa, en su risa, en su mirada. Y en cómo ya no estaría más a mi lado.

DAYLIGHT|| Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora