Capítulo 37 ⚘️

62 6 2
                                    



Este capitulo es importante











Charles

Me subí al avión junto a Carlos, rumbo a Maranello, Italia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me subí al avión junto a Carlos, rumbo a Maranello, Italia. Estábamos en medio de la temporada de Fórmula 1 y necesitábamos asegurarnos de que nuestro equipo estuviera listo para la próxima carrera en Austin, Texas.

Mientras volábamos, Carlos y yo hablamos sobre las estrategias para la carrera y las modificaciones que se habían realizado en nuestro coche. Estábamos ansiosos por ver los cambios que habían hecho los ingenieros en Maranello.

Llegamos a Maranello y nos dirigimos directamente a la fábrica de Ferrari. Estaba emocionado de ver las modificaciones que habían hecho en nuestro coche. Los ingenieros nos recibieron con una sonrisa y nos llevaron a la zona de pruebas.

— ¡Vamos a ver qué han hecho! — dije a Carlos, mientras nos acercábamos al coche.

Los ingenieros nos explicaron los cambios que habían realizado. Habían mejorado la aerodinámica del coche, ajustado el sistema de suspensión y mejorado el rendimiento del motor.

— Esto es increíble — dije, mientras examinaba el coche. — Estoy seguro de que esto nos dará una ventaja en la pista.

Carlos asintió en acuerdo.

— Sí, esto es exactamente lo que necesitábamos — dijo.

Pasamos el resto del día trabajando con los ingenieros, ajustando los detalles y asegurándonos de que todo estuviera perfecto para la carrera en Austin.

Mientras trabajábamos, no pude evitar pensar en Alex. Recuerdo cuando la traje para que conociera la fábrica y le di el recorrido completo. La extrañaba mucho, pero sabía que tenía que mantenerme enfocado en la carrera.

Después de un largo día de trabajo, Carlos y yo nos dirigimos a un restaurante local para cenar. Estábamos cansados, pero satisfechos con el progreso que habíamos hecho.

Mientras cenábamos en el restaurante italiano, me volví hacia Carlos y le pregunté:

— ¿Cómo van las cosas con Val? ¿Cómo está después de todo lo que pasó?

Carlos se detuvo un momento antes de responder, y pude ver la tristeza en sus ojos.

— La verdad es que sigue muy triste — dijo. — La muerte de Alex fue un golpe muy duro para ella. Eran muy amigas, y Val la extraña mucho.

Me sentí un poco incómodo, sabiendo que Alex había sido una parte importante de mi vida también.

— Lo siento mucho — dije. — Sé que Val y Alex eran muy cercanas.

Carlos asintió.

— Sí, eran como hermanas — dijo. — Val todavía tiene momentos en los que se siente abrumada por la tristeza. Pero está tratando de seguir adelante, poco a poco.

DAYLIGHT|| Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora