Capítulo 43 ⚘️

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Austin fue toda una locura. La emoción de la carrera, el reencuentro con mis amigos y familiares, y la victoria de Charles en el podio. Me encantaba estar de vuelta en la acción, y sentir la adrenalina de la competición.

Pero ahora, mi atención se centraba en la siguiente parada: la Ciudad de México. Me hacía mucha ilusión volver a mi país, que tanto amo. La idea de sentir el calor de mi gente, de escuchar su aplauso y su apoyo, me llenaba de emoción.

Llegamos al aeropuerto y pareciera que teníamos a la Guardia Nacional como guardaespaldas. Había demasiados fans en el lugar, todos queriendo ver a Charles, tomarle fotos y pedirme autógrafos. El y yo subimos a la camioneta que nos estaba esperando para llevarnos al hotel donde se hospedarian los pilotos.

Apenas dejamos nuestras cosas en el hotel Charles se fue para hacer un Meet and  Greatt como embajador de puma mientras que yo me fui con Val y Carmen a pasear por la ciudad y no pude evitar entrar a una dulceria para tomar mis dulces favoritos.

— Esto está muy bueno — me dijo Carmen refiriéndose al pelón pelo rico —.

— A mi me gustó más este — Val se refirió al mazapán ya que ella no es muy fan de lo picante y esta de novia con Carlos alias el Chili —.

Decidí tomar un descanso y disfrutar de la ciudad de México con mis amigas Val y Carmen. Nosotras tres nos conocíamos desde hace años, y siempre que estábamos juntas, nos reíamos y nos divertíamos.

Paseamos por la calle, admirando las tiendas y los puestos de dulces. Compramos alfajores, churros y mazapán, y nos los comimos mientras caminábamos.

— Esto es el cielo — dije, saboreando un alfajor.

Val se rió y me dio un golpecito en el hombro.

— Te extrañábamos, Alex — dijo. — Estás de vuelta en México, y todo es perfecto.

Me sentí emocionada y agradecida por tener a mis amigas a mi lado.

Después de comprar dulces, decidimos visitar el Museo de Frida Kahlo. Me encantaba la obra de Frida, y siempre que podía, visitaba su museo.

— Esto es increíble — dijo Carmen, admirando la casa de Frida. — La historia de su vida es tan fascinante.

— Sí — dije. — Frida fue una mujer valiente y talentosa.

Val se detuvo frente a una de las pinturas de Frida.

— Esto es mi favorita — dijo. — "Las Dos Fridas".

Me acerqué a la pintura y la admiré.

— Es hermosa — dije. — Frida era una verdadera artista.

Pasamos horas en el museo, admirando la obra de Frida y aprendiendo sobre su vida. Fue un día perfecto, lleno de dulces, amistad y arte.

Al final del día, nos sentamos en un café y nos reímos juntas.

— Esto es lo que necesitaba — dije. — Un día con mis amigas, en la ciudad que amo.

Val y Carmen sonrieron y me abrazaron.

— Estamos aquí para ti, Alex — dijo Val. — Siempre.

Me sentí agradecida y feliz, sabiendo que tenía a mis amigas y a mi ciudad a mi lado.

Después de un rato divino con Val y Carmen, decidimos volver al hotel para cambiarnos. Teníamos planes para ir a un evento de lucha libre esa noche, ya que era un evento por parte de los patrocinadores de Ferrari.

— Tengo que elegir un vestido que impresione a Charles — dije, mientras entrábamos en el hotel.

Val se rió y me dio un golpecito en el hombro.

DAYLIGHT|| Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora