Rivalidad -

Capítulo 6: Enfrentamiento de Estilos

Circuito de Entrenamiento, Los Ángeles - Mañana

El sol apenas comenzaba a elevarse sobre Los Ángeles cuando Stefania Spampinato llegó al circuito de entrenamiento en su Maserati negro mate. El silencio de la mañana se rompió con el rugido de su motor, un sonido que la hizo sentir en casa. Se estacionó cerca de la entrada, satisfecha con su elección de auto para el día.

Cuando bajó del Maserati, estirándose después del viaje, el rugido de otro motor llamó su atención. Se giró y vio un Lamborghini negro mate entrando al circuito, con un estilo imponente que inmediatamente reconoció. Danielle Savre estaba al volante, y la sorpresa de Stefania fue evidente.

"¿Qué demonios hace la reina de la pista en mi turno de entrenamiento?" murmuró Stefania, frunciendo el ceño mientras se acercaba al Lamborghini. Danielle bajó del auto, vestida con un conjunto de entrenamiento que claramente evocaba el estilo italiano, con una chaqueta de cuero y pantalones ajustados que recordaban a la moda de su país.

Stefania no pudo evitar sonreír con desdén. "¿Así que te decides a copiar mi estilo, Savre? ¿No tenías suficiente con tu Camaro? ¿Ahora también necesitas un auto italiano?"

Danielle, que estaba ajustando su casco, levantó una ceja. "Parece que no has entendido nada, Spampinato. Este es un Lamborghini. No es exactamente como tu viejo Ford Mustang."

"Claro, un Lamborghini," dijo Stefania con sarcasmo, "como si eso hiciera que te sintieras más auténtica. ¿O es que solo estás tratando de ser como los grandes ahora?"

Danielle se acercó, sus ojos afilados. "¿Ah, sí? ¿Y qué si lo estoy? ¿Qué pasa, no puedes soportar que use un auto italiano? Me preguntaba si te costaría mucho reconocer que tu estilo no es tan único."

"Te ves ridícula," replicó Stefania, dejando que el enojo se filtrara en su voz. "Nunca serás como los verdaderos italianos. Eres una imitadora."

Danielle lo ignoró y comenzó a caminar hacia la pista, pero Stefania la siguió, sus pasos resonando con determinación. La tensión entre ellas era palpable.

"¿Qué pasa? ¿No tienes nada que decir ahora?" preguntó Stefania, cruzándose de brazos. "¿O solo te limitas a copiar y esperar que eso te haga mejor?"

Danielle giró sobre sus talones, una sonrisa desafiante en su rostro. "No necesito copiar a nadie para ser buena. Mi talento habla por sí mismo."

Stefania rió con desdén. "Entonces, ¿por qué no lo demostramos? Si estás tan segura de ti misma, ¿por qué no te atreves a enfrentarte a mí en una pelea de boxeo? Veremos quién es la verdadera reina."

Danielle se quedó sorprendida por la propuesta, pero no lo demostró. "¿Pelea de boxeo? No me digas que también te crees una experta en eso."

"¿Y tú?" retó Stefania, cruzando los brazos. "¿Acaso tienes miedo de enfrentarte a mí en algo más que carreras?"

"De acuerdo," dijo Danielle, aceptando el desafío. "Vamos a hacerlo. Pero no esperes que sea fácil."

Stefania se preparó para responder, su voz se volvió más aguda al hablar en italiano. "Sei sicura di voler fare questo, Savre? Non avrai scampo. Non hai idea di cosa stai per affrontare."

Danielle, para sorpresa de Stefania, respondió en italiano. "Non credo che sarai un problema, Spampinato. Ho studiato i tuoi movimenti. Penso che sarai più facile del previsto."

La respuesta de Danielle sorprendió a Stefania, que se quedó boquiabierta por un momento. "Ah, così parli italiano, eh? Sarà interessante allora."

Ambas mujeres se dirigieron hacia el área de entrenamiento de boxeo, sus equipos observando con atención. Marco, el jefe de equipo de Stefania, se acercó rápidamente, tratando de mediar. "¡Stefania, no hagas esto! Podemos resolverlo de otra manera."

"¡No! Esta es la forma de demostrar quién tiene razón," replicó Stefania, con determinación.

Tom, el jefe de equipo de Danielle, también intervino. "Danielle, tal vez deberíamos reconsiderar esto. No necesitamos que las cosas se salgan de control."

Pero Danielle, con una mirada firme, no se echó atrás. "Estoy lista para esto. Vamos a ver de qué estás hecha, Spampinato."

**Entre el Público**

Mientras las dos mujeres se preparaban para el enfrentamiento en el ring de boxeo, un grupo de hombres observaba desde las sombras, escondidos entre el público que había llegado para ver el entrenamiento. Sus miradas eran calculadoras y frías, y se comunicaban entre sí en susurros.

"¿Ves eso?" dijo uno de ellos, observando a las dos mujeres preparándose para la pelea. "Estas dos se están llevando el espectáculo. Puede que sea el momento perfecto para hacer nuestra movida."

"Sí," respondió el otro, con una sonrisa siniestra. "Podríamos usar esta oportunidad para acercarnos a ellas. Veremos cómo se desarrolla."

Los hombres siguieron observando, atentos a cada movimiento y cada palabra. La rivalidad entre Stefania y Danielle no solo estaba alimentando la tensión en el circuito, sino que también estaba atrayendo la atención de quienes tenían sus propios intereses en juego.

¿que les parece lo que estoy creando?