Rivalidad -

Capítulo 2: El Choque de las Empresas

Oficina de Richard Savre, Los Ángeles

Richard Savre estaba en su oficina, rodeado de trofeos y fotos de sus coches ganadores, un santuario a su dominio en el mundo del automovilismo. Con una mirada fría y calculadora, leía un informe sobre la carrera de la noche anterior. La derrota de Danielle no solo golpeaba su orgullo, sino que también ponía en peligro el contrato multimillonario que ambos equipos disputaban.

La puerta se abrió de golpe, y Danielle irrumpió, su rostro enrojecido por la ira y la frustración. "Papá, ¿qué pasa? ¿Por qué me llamaste tan temprano?"

Sin levantar la vista del informe, Richard dijo con frialdad, "Danielle, si vas a entrar, al menos cierra la puerta."

Danielle suspiró, cerrando la puerta de un golpe. "Estoy aquí. ¿Qué quieres?"

Finalmente, Richard levantó la mirada, su expresión era una mezcla de decepción y dureza. "Anoche fue un desastre. No solo perdiste la carrera, sino que también comprometiste nuestra posición para asegurar el contrato."

Danielle frunció el ceño, su enojo visible. "Hice lo mejor que pude. No esperaba que la competencia fuera tan dura... que ella fuera tan buena."

"Eso no es una excusa," replicó Richard, su tono más afilado que nunca. "Tu fracaso no solo afecta tu reputación; también pone en riesgo el futuro de nuestra corporación."

Danielle apretó los puños, sintiendo la presión de su padre sobre sus hombros. "Lo sé, pero competir contra alguien como Stefania no es fácil. No es solo una carrera, es una guerra en la pista."

Richard se levantó de su silla, caminando lentamente hacia la ventana con la vista fija en la ciudad que se extendía ante él. "Stefania Spampinato no es cualquier corredora. Ella está luchando por su familia, por su futuro. No podemos permitirnos perder."

"¿Entonces qué se supone que haga?" Danielle lo desafió, su voz temblando de rabia contenida.

Richard se giró hacia ella, su rostro ahora severo. "Te estoy enviando a un entrenamiento intensivo. No puedes volver a perder. Necesitamos que estés en tu mejor forma, física y mentalmente."

Danielle lo miró con incredulidad. "¿Entrenamiento intensivo? ¿No estás exagerando?"

"Esto no es un juego, Danielle," Richard replicó, acercándose a ella. "No hay margen para errores. Necesitamos esa victoria para asegurar el contrato, y no puedes fallarnos otra vez."

La mirada de Danielle se endureció, sabiendo que no tenía opción. "Entiendo. Iré al entrenamiento." Su tono era gélido, y sin decir más, salió de la oficina, cerrando la puerta tras de sí con un golpe seco.

Richard observó la puerta cerrada por un momento, antes de tomar su teléfono y marcar un número. "Es Richard Savre. Quiero que hagas un seguimiento de las apuestas para la próxima carrera. Si Stefania y su equipo están ganando terreno, necesitamos ajustar nuestras estrategias."

La voz al otro lado de la línea respondió con seguridad, "Entendido, señor Savre."

**Garaje de los Spampinato, Italia**

Al otro lado del Atlántico, en el garaje de la familia Spampinato, Stefania estaba reunida con su equipo en medio de una intensa discusión. Las noticias de la carrera y la reacción de los Savre habían llegado hasta ellos, elevando la tensión.

"Esta es nuestra oportunidad," dijo el jefe de equipo de Stefania, revisando los datos en su tablet. "Si ganamos el próximo enfrentamiento, ese contrato será nuestro."

Stefania asintió, una sonrisa decidida asomando en sus labios. "Lo sé. Vamos a demostrarles de lo que somos capaces. Si Richard Savre está jugando sucio, no vamos a quedarnos de brazos cruzados."

Uno de los ingenieros del equipo, un hombre de mirada aguda y voz grave, intervino. "Richard Savre siempre juega sucio. Pero tenemos algo que él no tiene: hambre de victoria. Su equipo es grande, pero nosotros somos ágiles y estamos motivados."

Stefania los miró a todos, sintiendo la energía y la determinación en el ambiente. "No nos rendiremos. Vamos a darles una razón para temernos en la pista. Richard Savre puede tener más recursos, pero nosotros tenemos el corazón."

Su equipo le devolvió miradas de admiración y aprobación. "Estamos contigo, Stefania," dijo el jefe de equipo. "Haremos que esta carrera cuente."

Mientras tanto, en Los Ángeles, Danielle se encontraba en el gimnasio, comenzando el riguroso entrenamiento que su padre había ordenado. Sabía que la próxima carrera sería crucial, no solo para su carrera, sino para el futuro de la corporación Savre. Cada gota de sudor que caía en el suelo del gimnasio la acercaba un poco más a la revancha, mientras la rivalidad con Stefania se intensificaba en su mente.

La competición estaba lejos de terminar, y tanto Stefania como Danielle estaban dispuestas a hacer lo que fuera necesario para salir victoriosas. La pista las esperaba, y con ella, la batalla más importante de sus vidas.

hola a todos les comparto un nuevo capitulo ....

comentenme que les parece la idea