Capítulo 19: Revelaciones Inesperadas

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Antes de que Stefania pudiera procesar las palabras de Carla, una voz familiar y burlona interrumpió la conversación.

"¡Lo sabía!" exclamó Luca, apareciendo de repente en la puerta del box. Alto y con un cuerpo trabajado, Luca tenía el cabello castaño cortado con un estilo moderno que realzaba sus facciones angulosas. Sus ojos marrones miel brillaban con esa chispa de diversión que siempre parecía estar presente cuando molestaba a su hermana menor.

Stefania se quedó congelada, sintiendo cómo el calor subía a su rostro. "¡Tú aquí! ¿Desde cuándo estás espiando conversaciones ajenas?" preguntó, tratando de sonar indignada, pero la sonrisa juguetona de su hermano desarmaba cualquier intento de seriedad.

Él se encogió de hombros, claramente disfrutando del momento. "Llegué hace poco, pero llegué justo a tiempo para escucharlo todo. Siempre lo supe, Stefi. Eres pésima ocultando lo que sientes, sobre todo cuando se trata de esa rubia testaruda."

Stefania bufó, cruzando los brazos en un gesto defensivo. "No sabes de qué hablas. Es complicado, ¿vale?"

Carla, sin perder la oportunidad, añadió con una sonrisa cómplice: "¿Ves? Hasta tu hermano lo nota. Es obvio que hay algo más que rivalidad entre ustedes dos."

Luca, con su actitud relajada, se acercó a su hermana, el brillo travieso en sus ojos haciendo juego con su sonrisa de complicidad. "Stefi, te conozco mejor que nadie. Cuando algo te importa, lo demuestras, incluso si intentas esconderlo. Y, créeme, esa competencia con Danielle es más que pura rivalidad."

Stefania, sintiendo una mezcla de vergüenza y frustración, se pasó una mano por el cabello. "¿Y qué se supone que haga, Luca? ¿Acepto lo que siento por ella y lo hago todo aún más complicado?"

Luca levantó una ceja, la sonrisa todavía presente en su rostro perfectamente cuidado. "No necesariamente. Solo haz lo que mejor sabes hacer. Si Carla te sugiere que la conquistes, que la desafíes a tu manera, entonces hazlo. Sé que puedes ser increíblemente persuasiva cuando te lo propones."

Carla asintió en acuerdo. "Sí, Stefi. No tienes que ocultar tus sentimientos. Usa tu naturaleza italiana para acercarte a ella, para desafiarla y hacerle ver lo que realmente sientes. No te preocupes por el qué dirán. Es tu vida, tu carrera, y, al final del día, tus decisiones."

Stefania miró a Luca y Carla, sintiendo que la presión de la situación se estaba acumulando. Sabía que ambos estaban tratando de ayudarla, pero sus palabras también la hacían sentir aún más confusa sobre lo que realmente quería.

"Está bien," dijo finalmente, su voz cargada de determinación. "Haré lo que me sugieres, pero necesito que entendáis algo. Esto no será fácil, y probablemente no resulte como esperamos. Pero estoy dispuesta a intentarlo."

Su hermano se acercó, envolviendo a Stefania en un abrazo fuerte mientras se reía. "No te preocupes, hermana. Nadie te está juzgando. Solo me sorprende que haya sido tan difícil para ti admitirlo."

Stefania, aún sintiendo la vergüenza arder en sus mejillas, respondió con un tono resignado: "Por favor, no digas nada, ¿de acuerdo? Esto es lo último que necesito que se sepa."

"Tranquila," respondió Luca, soltándola y guiñándole un ojo. "Tus secretos están a salvo conmigo... por ahora."

Los tres rieron juntos, aliviando un poco la tensión del momento. Pero en el fondo, Stefania sabía que la situación se estaba volviendo cada vez más complicada. Y mientras su hermano y Carla la seguían molestando, no podía dejar de pensar en lo que esto significaba para ella y para Danielle.

Luca le sonrió con orgullo, sus ojos miel reflejando su cariño fraternal. "Esa es la actitud, Stefi. Solo recuerda que, aunque te enfrentes a Danielle, no dejes que el orgullo te ciegue. Usa lo que sientes para motivarte, no para destruir lo que podría ser algo más."

Carla, con una mirada de apoyo, añadió: "Exactamente. A veces, la mejor manera de enfrentarte a tus sentimientos es enfrentar a la persona que te los provoca. Y, Stefi, tú lo harás a tu manera. Es tu estilo."

Stefania asintió lentamente, el fuego en sus ojos mostrando que estaba lista para enfrentarse a su rival de una manera completamente nueva. Mientras se alejaban del bullicio del box, sus pensamientos estaban enredados en cómo podría llevar a cabo el consejo de Carla y Luca. La idea de usar su naturaleza italiana para conquistar a Danielle le parecía desafiante, pero también intrigante. Tenía claro que no iba a dejar que la oportunidad se le escapara.

El viaje de autodescubrimiento que había comenzado con el accidente en la pista estaba a punto de tomar un giro inesperado. Stefania estaba lista para poner en práctica sus sentimientos, aunque no sabía cómo resultaría todo. Pero una cosa era segura: la carrera estaba a punto de volverse aún más interesante.

Rivalidad -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora